Desde el triunfo de la saga “Sharknado”, como pegajosa obra de culto, las producciones con tiburones se han disparado. Eso explica títulos recientes, como “Meg”, “Mega Shark vs. Gian Octupus” y otros que inundan los servicios de streaming, con mucho CGI y muertes absurdas. ““En las profundidades del Sena” (Bajo París) es un pariente cercano de esta fiebre que puso rojo a Steven Spielberg (“Tiburón”, 1975).
Lo primero que te sorprende de “En el fondo del Sena” es queDetrás de las cámaras está Xavier Gens, el director de la maravillosa “Frontiere (C)” (2007) y la no menos divertida “The Divide” (2011). Entonces, esta producción francesa tiene algunas cosas que la elevan por encima del promedio de los productos que se enfocan en devorar criaturas.
La premisa de la película es simple: Sophia, una brillante científica, se entera de que un gran tiburón ha desovado en las profundidades del río.. ¿Cómo llega este animal al corazón de Francia y a través de agua dulce? Este es uno de los misterios que el protagonista deberá desentrañar. Ahora bien, si ya habéis visto esta película, en las siguientes líneas os aclaramos qué ocurrió en su frenético final. Así que naturalmente vienen spoilers.
¿Quién es Lilith?
Sophia (Bérénice Bejo) es una experta en tiburones que, junto con su marido, investiga el comportamiento de un tiburón Mako llamado Lilith. En uno de los viajes exploratorios para conocer la evolución de este animal, el marido murió de forma violenta, al igual que el resto de personas que se encontraban en el mar mientras el científico seguía el estudio desde una embarcación.
Años más tarde, sin una explicación científica, Lilith aparece en el río Sena. Sophia debe luchar contra la burocracia para evitar un baño de sangre, ya que se celebrará un triatlón en París. Y ya sabemos, desde “Tiburón”, que los intereses económicos de las autoridades locales siempre están por encima de la seguridad de sus ciudadanos.
Conforme pasan los minutos, Sophia descubre varias cosas: Lilith, además de su sorprendente paso desde el Océano Pacífico hasta el río Sena, se reprodujo sin tener relaciones sexuales. Estos niños se han convertido en su ejército ejecutor. Dado que pueden reproducirse de forma asexual y sin límite de edad, prácticamente se convierten en una plaga.
La organización de derechos de los animales que quiere salvar a Lilith, dirigida por Mika (Léa Léviant) y su compañero, Ben (Nagisa Morimoto), es la primera en sufrir la ira del tiburón y su ejército. Bien A medida que se adaptaron al agua dulce, también desarrollaron un instinto depredador. Ni siquiera los dinosaurios de Jurassic Park y el sabor del casabe si los humanos tenemos buenas intenciones o somos veganos.
Con estos antecedentes, Sophia intenta convencer al alcalde del peligro que suponen los nadadores de triatlón. Sin embargo, las autoridades locales lo ignoran y al final de la película se desata el caos, cuando los tiburones disfrutan de un buffet libre e ilimitado durante la competición deportiva.
¿Ganará Lilith en la final?
Sophia y el equipo de policía rebelde, liderado por Adil (Nassim Lyes), Prueba un último movimiento para acabar con el enemigo: volar el nido de tiburones con unas bombas. Pero todo sale mal y pasan de cazadores a cazados. Por otro lado, el propio ejército francés entra en acción y dispara contra los tiburones, activando accidentalmente unos explosivos que se encontraban en el fondo del río y que datan de la Segunda Guerra Mundial.
Los explosivos generan un efecto dominó, colapsando toda la infraestructura arquitectónica de París. Es inevitable que la ciudad se inunde a medida que se rompan las represas. Lilith y su familia ahora se encuentran a gusto, acabando con la vida de todo ser que se cruza en su camino en las calles de la romántica ciudad. También recordamos que estos tiburones pueden reproducirse a un ritmo increíble.
Entonces la pregunta es: ¿Ha perdido la humanidad la lucha con Lilith y sus hijos y nietos? La respuesta es sí. Al menos los hombres de París no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir. Primero, porque la propia película muestra, en los créditos finales, cómo será la reproducción de esta especie, que impide a la comunidad acceder al agua. Es decir, son condenados a muerte. Al menos…
Con el gran éxito que tuvo la película en Netflix, el primer lugar del mundo más visto en el mundo, es muy probable que el servicio de streaming encargue una secuela. Así podremos ver qué les pasa a estos animales y si un Jason Statham (“Meg”) los detiene. Otra opción es que el poder de Lilith se expanda y llegue a África o Estados Unidos y las consecuencias sean a través de ríos como el Nilo o el Mississippi. Quién sabe… en este mundo de tiburones depravados todo es posible.