María, una mujer Warao de 38 años, llegó a Basraima hace un año con sus tres hijos. Vive en un campamento improvisado en las afueras de la ciudad. “No tenemos dónde dormir, estamos a la intemperie. Mis hijos están enfermos todo el tiempo por el frío y la lluvia”, dijo.
Como muchos otros en la historia de María, en NTA aprendemos cómo la crisis migratoria en la frontera entre Brasil y Venezuela continúa afectando a las comunidades indígenas que huyen de la inestabilidad en su país de origen.
Voces de los Pueblos Indígenas de Venezuela
“Nos tratan como si no valiéramos nada”
José, un joven de 25 años de Bemon, dijo que fue víctima de discriminación. “Nos tratan como si no valiéramos nada. Cuando voy al mercado, algunos lugareños se niegan a venderme porque soy indígena”, dijo. El racismo y la xenofobia son problemas persistentes en Pacaraima, donde muchos indígenas no se sienten bienvenidos.
“Nuestros niños necesitan educación”
Por otro lado, tenemos a la madre Yekwana que habló sobre el futuro de sus hijos porque no reciben una educación regular. “Mis hijos quieren aprender, pero aquí no tienen escuelas. Quiero que tengan un futuro, pero ¿cómo lo lograrán sin educación?” “Aquí no hay profesores que hablen nuestro idioma ni entiendan nuestra cultura”, opinó.
Condiciones de vida de las comunidades tribales.
Las condiciones de vida de estas comunidades son muy peligrosas. Muchos viven en refugios improvisados, campamentos improvisados o incluso plazas públicas sin acceso a servicios básicos como agua potable, saneamiento y atención médica. Aunque Brasil ha brindado asistencia humanitaria a través de programas como la “Operação Acolhida”, los recursos disponibles son insuficientes para satisfacer todas las necesidades de estos migrantes.
Las comunidades enfrentan una serie de problemas, que incluyen:
- Falta de acceso a servicios básicos: Muchos de los migrantes viven en casas improvisadas y no tienen acceso a agua potable adecuada.
- Discriminación y barreras culturales: Además de los problemas económicos, los inmigrantes nativos enfrentan discriminación y racismo, que limitan sus oportunidades laborales.
Éxodo de indígenas venezolanos en Brasil
Naciones Unidas La primera edición del informe de la Organización para los Refugiados (ACNUR) sobre las actividades en favor de los pueblos indígenas indica que aproximadamente 5 mil pueblos indígenas están registrados en territorio brasileño. A partir de 2018.
De este total, 3,2 millones de personas han solicitado asilo, es decir, individuos que se han visto obligados a abandonar su país o territorio por temores fundados de persecución o violaciones de derechos humanos.
“Su propósito es presentar acciones enfocadas a la protección local de los pueblos indígenas de Venezuela, y servir como complemento para ayudar a estos pueblos”, explicó José Egas. ACNUR Adentro Brasil.
El representante explicó además que estos grupos se dividen en cuatro grupos étnicos: vamos (66%), pagador (30%), eñepa (3%) Sí karina (1%): La mayoría de los pueblos tribales desplazados se encuentran en la región norte. Sin embargo, muchos de ellos ya se encuentran en 16 estados diferentes de Brasil.