En Moro, San Benito de Palermo es sinónimo de piedad y tradición. Si bien es un culto originario de los pueblos de la ribera sur del lago de Maracaibo, con el paso de los años se ha ido estableciendo en las tierras altas de Mérida.
Una de las fiestas más significativas es la que se celebra en Mukuchi, capital del municipio de Rangel en el estado Mérida. En ese lugar, el culto al Monje Negro forma parte de la identidad de sus habitantes. Destaca una fiesta formada por un ejército de mujeres, niños y hombres conocidos como cañoneros o devotos de San Benito.
Migran desde distintos caseríos del municipio para incorporarse a la formación pública. Todos llevan sombreros rojos, sombreros decorados y se pintan la cara de negro; También traen un trabuco (un arma hecha a mano) para disparar cartuchos de escopeta.
Una tradición seria incluso entre los jóvenes.
Edward Rivas es un joven que desde los 11 años pertenece a la comunidad de San Benito de Muçez, quien vive en San Rafael de Muçez y se suma todos los años a la festividad, religiosamente, para venerar a San Benito.
“Salgo de mi casa a las 4 de la mañana; Hay una casa en el pueblo donde vestimos unos cañones y los pintamos. Como agradecimiento por la hospitalidad que nos brindaron en esta casa, primero descargamos la pólvora”, añadió Rivas.
El joven se suma a la tradición desde hace 22 años, once de los cuales hace su presentación descalzo en señal de promesa y agradecimiento. Cada devoto cumple su promesa vistiendo la prenda durante siete años.
“Los kannadas o socios representan para cada uno de los santos la humildad, la sencillez y la devoción a Dios. El que amó al Todopoderoso mediante la virtud. En resumen, en todos los sentidos para agradar a Dios”, dijo Edward.
Según él, una de las razones por las que se celebra esta fiesta de San Benito de Palermo es que se parece a él en su ferviente fe en anunciar a Dios y santificarlo.
211 años de esta celebración
A partir del 20 de diciembre comienzan las novenas en cada comunidad. Pero la fiesta central se celebra cada 29 de diciembre en la ciudad capital del municipio. Una gran fiesta para celebrar 211 años.
El eje básico de la celebración es la quema de balas de cañón en la que participan más de 1000 artilleros con sus pifias. Instigó la Batalla de Niquitao (Estado Trujillo). Allí, según relatos de regiones cercanas, en aquel entonces vivía un coronel llamado Salas, natural de Mukuchis, quien desconfiando del santo pedía un milagro para ganar la batalla y, de lograrlo, se daría un festín a tiros.
Es de este hecho que surgió la celebración de San Benito en Mucuchies. Ha estado en Meredino Moor durante más de dos siglos, un momento que une en la esperanza tanto a locales como a visitantes.
Para ello, este 27 de diciembre, el Arzobispo de Mérida reunirá a delegaciones de todo el estado para conmemorar los 500 años del natalicio del santo negro, San Benito de Palermo.