Annie Pérez es dueña de un gimnasio en la ciudad de RubioEl municipio Junín, estado Táchira, sin saberlo, inició la epidemia de COVID-19 en el garaje de su casa, lo que sería el punto de su salvación física tras ser diagnosticada con cáncer de mama en 2023.
Era matemático, pero hace muchos años dejó la docencia y se dedicó al coaching. Desde pequeña se interesó por los deportes y el ejercicio, por lo que decidió apoyarse en este emprendimiento. Esta se ha convertido en su forma de vida no sólo económica sino también espiritualmente.
A Annie le diagnosticaron cáncer de mama en 2023, cuando Táchira inició actividades de gimnasio en el estado. Ella se negó a detener sus actividades, por lo que siguió con su rutina diaria con el apoyo de un entrenador mientras se sometía a quimioterapia.
“Primero se acaba tu mundo… Tuve quimioterapia y cirugía y literalmente me mató. No hacer ejercicio, descansar, me ponía triste. Antes de la quimioterapia entrenaba duro y resulta que no me retiré, me hice quimioterapia y entrené. El Dr., conociendo mi condición de deportista, me dio luz verde para hacer ejercicio”, afirmó.
Annie encontró consuelo contra el cáncer de mama en su gimnasio del estado Táchira
El ejercicio y el amor por su nuevo negocio la mantuvieron fuerte. Con el apoyo de su madre y su familia, dejó a un lado sus miedos y se centró en sus sueños de hacer crecer este centro de formación, para lo cual recibió el apoyo de sus vecinos y vecinos de Rubio.
Está orgullosa de lo que ha logrado, de hacer crecer su negocio y de superar una enfermedad que para muchos equivale a la muerte. Según ella, cuando siguió el camino del deporte y el cuidado, Dios la preparó para lo que estaba por venir.
“Confío en el gimnasio y en mi equipo. El cáncer puede volver y tengo que tener mucho cuidado. Ahora me siento más fuerte y motivado que nunca. Siempre les digo en mi clase, si trabajo con quimioterapia ustedes pueden hacerlo”, Destacado por Annie Pérez.