La decisión de la Sala Constitucional contra la Cruz Roja representa otro golpe al derecho de asociación, que en las últimas dos décadas ha sido combatido con medidas similares adoptadas contra partidos políticos y sindicatos.
Caracas. La Cruz Roja Venezolana se convirtió en la madrugada de este sábado en la más reciente instancia civil en ser intervenida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Con ello, engrosó el grupo diverso integrado por partidos como Copei, Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Patria Para Todos (PPT), Podemos o Tupamaros y sindicatos como la Federación Campesina Bolivariana de Venezuela. (FBCV), quienes en los últimos años han visto cómo el máximo tribunal ha orientado sus directivas y les ha impuesto nuevas facultades.
La decisión adoptada por la Sala Constitucional, en su sentencia número 1057, causó revuelo entre abogados y activistas de Derechos Humanos y con muchas razones, las cuales explicaremos a continuación.
Las razones
La intervención de la Cruz Roja se da luego de que el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), diputado Diosdado Cabello, criticara en su programa de televisión la actuación del hoy expresidente de la organización humanitaria Mario Villarroel.
“Hay un señor que tiene más de 40 años en el mismo cargo y no hay modo ni manera de que haya elecciones (en la Cruz Roja) (…) (…) Conspiración de aquí, es llegó a los magistrados de control (del TSJ) y quiere dejar a su hijo ya, porque la cosa es hereditaria”, declaró Cabello el 19 de julio.
La reelección indefinida se espera en el ordenamiento jurídico, gracias a funcionarios como Cabello, quien apoyó la iniciativa de reforma constitucional que presentó el fallecido Hugo Chávez en 2009.
Una semana después, el parlamentario arremetió nuevamente contra Villarroel, de quien dijo se habría dedicado a “actividades mafiosas” porque, según las denuncias que recibió de trabajadores y voluntarios, habría utilizado los bienes de la institución para fines ajenos a la labor médica. y también maltrataría a cualquiera que en la institución cuestionara sus acciones.
“Este es un problema de estado, más o menos”, dijo Cabello.
Procedimiento de enjuiciamiento
Casi simultáneamente, el Ministerio Público anunció que había abierto una investigación contra Villarroel y su equipo.
Sin embargo, en lugar de continuar con la investigación y en caso de encontrar elementos para abrir proceso penal contra los señalados, el fiscal general impuesto por la extinta Asamblea Constituyente, Tarek William Saab, optó por acudir el 2 de agosto a la Sala Constitucional para pedir intervención. de la organización benéfica “para facilitar el flujo de la investigación criminal que conduce”.
Saab apoyó la petición con los testimonios de ocho voluntarios y ex trabajadores de la Cruz Roja, cuya identidad ni siquiera reveló al TSJ.
“Los hechos denunciados ni siquiera generaron cargos contra las personas señaladas como perpetradores”, dijo el codirector de Acceso a la Justicia, Ali Daniels, quien insinuó que la decisión podría implicar una sentencia anticipada para los sobreseídos.
En términos similares se pronunció el constitucionalista José Ignacio Hernández, quien consideró que “no se garantizó un debido proceso a las personas denunciadas” e incluso con su decisión la Sala “resolvió el fondo de la controversia, pues acordó -definitivamente- la intervención del la Cruz Roja. .
no solo las elecciones
En el dictamen de la magistrada Tania D’Amelio, no solo ordenó al reemplazante de Villarroel, el expresidente de Fedecámaras Ricardo Cusanno, garantizar los servicios de la institución y convocar a elecciones, sino que le encargó iniciar “una amplia y diversa reestructuración de la Cruz Roja Venezolana con la participación de sectores de la sociedad”.
Para llevar a cabo la “evaluación y reorganización interna de la Cruz Roja Venezolana para modernizar su estructura y funcionamiento”, Cusanno tendrá un año, aunque la Cámara advirtió que el mandato puede ser “ampliado”.
Otro aspecto interesante es que la Cámara, a diferencia de lo que ha ocurrido con la mayoría de los partidos y sindicatos que han intervenido en las últimas dos décadas, no ha designado una junta directiva, sino que ha ordenado a Cusanno que lo elija en un plazo de siete días hábiles. días. Solo puso como condición que los seleccionados sean “personas de gran reconocimiento en diversos sectores de la vida nacional”.
“La dificultad de la reestructuración de esta asociación es que se hará sin sus integrantes; es decir, por un tribunal impuesto por el Estado, violando lo que debe ser la voluntad de quienes integran dicha asociación. Por otro lado, existe el riesgo, que sería un pésimo precedente para el resto de la sociedad civil venezolana, de que en la llamada reestructuración se incorporen nuevos miembros y luego se celebren las elecciones, lo que implica que una Cruz Roja diferente a la intervenido se constituiría realmente, no solo con nuevas autoridades, sino también con nuevos integrantes”, cambió Daniels.
En términos similares se pronunció Rafael Uzcátegui, coordinador general del Programa Acción de Educación en Derechos Humanos (Provea) de Venezuela, quien tras resaltar que la decisión no solo saca a Villarroel de la Cruz Roja, sino que incluso ha ordenado que se “modernice en su estructura y operación”, se fue: “Es necesaria otra Cruz Roja… ¿para?
Las consecuencias
Si bien Cruz Roja ha asegurado que, a pesar de su intervención, sus ocho hospitales y 33 ambulatorios siguen funcionando con normalidad, habrá que esperar para ver si esto continúa en el futuro.
¿La razón? Esta organización depende de donaciones del exterior, pero esos aportes, que el año pasado ayudaron a 440.000 personas, según dijo en su momento la organización, están a su vez ligados a su imagen.
La decisión del TSJ ha dañado la imagen de la institución y, sobre todo, pone en entredicho si es capaz de respetar los siete principios fundamentales que rigen al Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, pero dos en particular: la neutralidad ante cualquier conflicto. y la independencia de los estados.
“Las sociedades nacionales son organizaciones nacionales autónomas que brindan un marco esencial para las actividades de sus voluntarios y colaboradores. Junto con las autoridades públicas, contribuyen a la prevención de enfermedades, mejorando la salud y aliviando el sufrimiento humano a través de sus programas a favor de la comunidad, en áreas como educación, salud y bienestar social”, indica el numeral 2 del artículo 3. de los Estatutos del Movimiento.
Por su parte, el numeral 4 del artículo 4 del mismo instrumento establece que una sociedad nacional de la Cruz Roja debe “disponer de un estatuto de autonomía que le permita desarrollar su actividad de conformidad con los Principios Fundamentales del Movimiento”.
el no esta solo
El contexto en el que se produce esta decisión no puede ser ignorado. El mes pasado, la Sala Electoral suspendió las elecciones de dos sindicatos, incluso hace unos días, un tribunal de Caracas condenó a seis dirigentes sindicales a 16 años de prisión y las autoridades reprimieron a activistas y organizaciones que criticaron la decisión; y, finalmente, la Asamblea Nacional discutió leyes que buscan obstaculizar, si no cerrar directamente, a las organizaciones no gubernamentales.
Este escenario ha hecho saltar las alarmas en casos como el de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Misión Internacional Independiente de la ONU para la Búsqueda de Made for Venezuela, quienes denunciaron el cierre de “civic espacio” en el país.