El gobierno de Uruguay ha expresado su preocupación por la emergencia hídrica que afecta al país sudamericano y que quedan entre siete y diez días de agua potable porque se reducen las reservas.
El País de Uruguay informó que se proyecta que la situación mejore aún más: las nuevas reservas de agua se están agotando y no solo no será potable sino potable.
Estiman que dentro de una semana a diez días habrá agua potable a menos que haya fuertes lluvias, que no está pronosticado, ahora mismo.
Montevideo y el área metropolitana cuentan con dos importantes fuentes de agua potable: el embalse Canelón Grande, que aporta unos 10 millones de metros cúbicos de agua pero se ha secado, y el Paso Severino, de donde sale el agua.
Según el informe de este lunes del presidente uruguayo, en Paso Severino hay 1,2 millones de metros cúbicos de agua y se utilizan 80.000 por día.
La capacidad total de Paso Severino es de 70 millones, por lo que de estos números parece que el 1,7% del agua está disponible. “Cuando se agote esta reserva, las autoridades tendrán que aumentar el aporte de fuentes más cercanas al Río de la Plata, que tienen altos niveles de cloruro y sodio y, por lo tanto, son saladas. Esas cantidades harán que el agua sea imbebible”.
“Si no llueve, habrá un período en el que no se podrá beber agua”, admitió la semana pasada el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, en una conferencia de prensa.
Las familias uruguayas comparten la mayor parte de los equipos proporcionados por la OSE -el organismo estatal que supervisa el suministro- para lavarse o bañarse y solo el 5% se utiliza para beber. Justamente esa cantidad debe ser sustituida por agua embotellada, que el gobierno proporciona gratis a casi un tercio de los afectados.