En los últimos años, el derecho de los pueblos indígenas a participar en las elecciones se ha visto socavado por irregularidades que impiden que su voto sea libre, directo y secreto.
Caracas. Frente a una máquina de votación en el centro electoral ubicado en la Escuela Samuel Darío Maldonado del municipio de Pedernales, en el estado Delta Amacuro, los electores indígenas no están solos. es domingo 28 de julio y una mujer, vestida con camisa y pantalón negros, no duda en situarse junto a cada uno de ellos mientras votan.
Testigos de la mesa de organizaciones políticas presenciaron la escena, incluso una persona lo registró en un video que compartió con Crónica. Uno. Identificaron a la mujer como Fabiola Flores, abogada del ayuntamiento de Pedernales. Aunque los testigos de la oposición quisieron denunciar esta irregularidad durante la elección presidencial, dijeron que un capitán de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), de apellido Bastidas, los intimidó para que no lo hicieran.
“Una vez que (Flores) votó por ellos, les entregó un boleto que decía ‘Usted votó’. Ese boleto iba acompañado de una cédula. Salieron del centro de votación en la alcaldía y allí les pagaron los colgantes de quincena, le dieron mucha comida y dos botellas de ron. Esto se repitió en todo el municipio de Pedernales y lo mismo en Antonio Díaz”, dijo una fuente que pidió no revelar su nombre, por temor a represalias.
Una fuente que pidió mantener su nombre en reserva envió este video a Crónica.Uno como respaldo a su testimonio.
Semanas antes, explicó la fuente, la Alcaldía de Pedernales -gobernada por Rosamni Gascón, militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)- presuntamente dejó de pagar la quincena a sus trabajadores, quienes, en su mayoría, son indígenas.
“Fue una medida criminal e inhumana ejercer presiones y golpes en el estómago“dijo.
El artículo 98 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales advierte que los electores ejercen su derecho al voto de forma individual, y que los miembros de la mesa no permiten que el elector esté acompañado de otra persona. La única excepción de voto asistido Es para electores analfabetos, electores ciegos o con cualquier otra discapacidad y personas de la tercera edad, que pueden votar en compañía de una persona de su elección. Destacan que Ninguna persona puede ser socia más de una vez..
La violación del derecho a la participación de los pueblos indígenas en los procesos electorales en Venezuela no es algo nuevo. En 2020, el Consejo Nacional Electoral (CNE) eliminó el voto directo de esta población para elegir a sus representantes al Parlamento y a las Cámaras Municipales. Más bien, estableció un sistema de votación de segundo nivel, en el que ahora deberá elegir representantes que serán quienes elijan a los diputados y concejales.
Los entrevistados para este informe coinciden en que, además, la coerción del voto indígena es una realidad, y que los gobernantes tienden a aprovechar la situación vulnerable de esta población, tradicionalmente asentada en sectores aislados, lo que les dificulta derechos de acceso como salud, agua potable, alimentación, comunicación e información.
El estado Delta Amacuro, en el oriente de Venezuela, es el hogar del círculo. 15.000 indígenas pertenecientes a la etnia Warao, quienes habitan principalmente en los municipios de acceso al río Antonio Díaz y Pedernales. Es en estas comunidades más remotas donde se han registrado las prácticas que impiden a los Warao ejercer su derecho al voto de forma directa y secreta.
Comida vs. votos
Evaristo Tovar, originario de municipio de antonio diazDenuncia que durante los días previos a cualquier proceso electoral en el país, el gobierno regional y los gobiernos locales movilizan una importante cantidad de recursos que son destinados a los caños, donde viven los Warao, para la “compra” de votos. “El hambre siempre gana y el nativo está con quien te da, aunque sea un poquito”, se queja.
A estas comunidades fluviales llegaban barcazas (pequeñas embarcaciones) cargadas de comida y ron. Tovar dice que este es el “pago” para quienes se presenten en los centros de votación. Allí les entregan su cédula de identidad y les “ayudan” a que su voto favorezca al partido de gobierno, en flagrante delito. violación de tus derechos signatario de la Constitución, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
“Visitan las comunidades sólo con fines proselitistas. Aprovechan para hacer todo tipo de ofertas engañosas a los nativos y, como mucho, les dan generosos paquetes de alimentos”, dijo el profesor Abraham Gómez, miembro correspondiente de la academia de lengua venezolana para del estado Delta Amacuro el Consejo Académico del Instituto Venezolano de Estudios Fronterizos.
Agregó que, normalmente, “nombran una especie de coordinador que se encarga de garantizar que esos votos no se pierdan. Reúnen a los electores listos en galpones o janokos (casa, en lengua warao), donde son secuestrados tarjetas de identidad para posteriormente acompañar a todos a sus centros de votación y votar por ellos, de manera que se priva a los warao de la posibilidad de elegir libremente representantes para cargos públicos”.
Erick Medina, un warao de 42 años que viajó durante una semana en un canal con su familia desde Pedernales hasta Tucupita, habla de las penurias e inclemencias del tiempo que sufren en su comunidad por la falta de medicinas, alimentos y fuentes de trabajo. . . que les permita vivir con dignidad.
“Siempre dicen lo mismo, creen que una bolsa de comida da para mucho. Hay niños que se mueren porque no hay remedio para la diarrea, no hay comida, no hay nada. Ya no podemos pescar y llevar a “Vender en Tucupita, porque no hay dinero real para comprar un tren ni para tener un motor ni para comprar gasolina y petróleo. Yo era chavista, pero ya no quiero nada con esta gente”, afirmó.
Identificación expresa y presiones.
La orden de agilizar la entrega de cédulas de identidad a indígenas en tiempos preelectorales también es una constante.
“Cada año las solicitudes de los hermanos Warao se canalizan a través del Saime (Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería). Este proceso suele tardar varios meses, los ayudamos paso a paso a hacer la solicitud, pero cuando se acercan las elecciones, esos votos saldrá pronto, ellos (el Gobierno) saben que este es un voto más”, dijo un empleado vinculado al gobierno. Instituto Regional de Atención Indígena, que pidió proteger su identidad.
Delta Amacuro es uno de los estados más grandes del país, pero también uno de los menos poblados, especialmente en las zonas de los ríos. Los habitantes de estos lugares son, en su mayoría, empleados del gobierno o de los alcaldes. En esa región casi no existen empresas privadas u otras actividades económicas que permitan diferentes fuentes de ingresos, lo que ha permitido a la gobernadora Lizeta Hernández, también militante del PSUV y que lleva 15 años en el poder, ejercer presión sobre los trabajadores a través de su gabinete de directores.
Carla* ha trabajado en el Gobierno durante más de una década. Emigró a Perú en el 2019 en busca de mejores oportunidades para ella y su familia. Ella dice que mientras trabajaba allí, su jefe la obligó a irse. comunidad indigena de tucupita traer dinero y comida, a cambio de votos.
En una entrevista por videollamada dijo: “Entre 2013 y 2017 atendí varias comunidades de la parroquia José Vidal Marcano, como Los Güires y Palo Blanco, zonas principalmente indígenas. Hay gente aquí que vive de la peor manera y que sufre más que nadie en ese momento en el país. El pago era aproximadamente un mes de trabajo y, además, les dimos mucha comida y se ayudó a todos a votar.“.
Carla confiesa que le da vergüenza haber contribuido al chavismo que sigue gobernando en la región mientras se profundizaba la crisis económica que ella misma tuvo que saborear.
“Perdí la cuenta de cuantas veces comí solo una arepa con guarapo en todo el día, y aun así tuve que ir a esas comunidades a aportar comida y dinero que faltaba en casa. Me sentí tan impotente al llegar a casa y no tener un huevo o un trozo de queso para darles a mis hijos, y también tuve que tragar saliva cuando vi cuánta comida y dinero tenía mi jefe en el bolsillo. Me arrepiento de entregarme a esto.pero en ese momento no tenía donde poner la mano para sostener a mis hijos“expresó con la voz quebrada.
Para el académico Abrahám Gómez, es necesario empoderar y sensibilizar a la población indígena para prevenir la vulneración de sus derechos.
“Es sumamente importante darles herramientas para que puedan defenderse no sólo en el proceso electoral, sino en todo lo que merecen por el honor, la justicia y la constitución constitucional y no dejarse acosar por quienes creen que son sus líderes en las comunidades”, destacó.
*El nombre de la fuente ha sido cambiado por medidas de protección.
- Este reportaje es resultado de la beca de producción periodística para promover el conocimiento del derecho a la participación en Venezuela, otorgada por Espacio Público y Crónica.Uno.