La crisis económica en Venezuela ha creado una realidad desgarradora, con miles de personas sin hogar buscando refugio. Y un plato de comida en la incertidumbre y la incertidumbre.


El estado Mérida no se movió de esta posición. En los últimos años se ha producido un aumento alarmante del número de personas que viven en calles eméritas, de quienes tienen una vivienda pero no tienen los recursos para cubrir sus necesidades básicas y de personas que buscan ayuda en zonas transitadas.
“En Mérida la situación ha empeorado en los últimos dos años”. Una mujer de Meride dice a NTA que ha decidido no dar su nombre por motivos políticos. Desde el extranjero coordina una iniciativa que brinda alimentación balanceada a personas sin hogar y ha visto un aumento exponencial de quienes necesitan este apoyo.
Se aumentan las prestaciones para personas sin hogar
“Cuando empezamos el proyecto, hace 7 años, preparábamos menos comidas (para 50 o 60 personas aproximadamente). Ha ido aumentando poco a poco y ahora preparamos unas 200 comidas”, dice ansioso.
Esta crisis no sólo afecta a los jóvenes y adultos, también se refleja en los niños y niñas que viven en las situaciones más vulnerables.
En cuanto a las jornadas de asistencia social a personas sin hogar en Mérida, todos los viernes en toda la ciudad acuden a puntos estratégicos donde se les permite parar, dar un plato de comida a personas necesitadas… y cada día son más.
“Comenzamos visitando la Unidad de Larga Estancia (Hospital Universitario de Los Andes), donde la mayoría de los pacientes fueron abandonados por sus familiares”, recuerda. “Entonces, al ver la cantidad de gente en la calle, decidimos ir a la Plaza Bolívar. El gobierno anterior (liderado por Adeco Ramón Guevara) también nos dio un oficial para organizar la distribución de alimentos. Esto se hizo imposible debido a la cantidad de personas. Las largas colas de espera aumentaron.
El evento estuvo marcado por un antes y un después por decenas de meridinos que recorrieron calles y avenidas repartiendo alimentos. Porque las autoridades restringieron el espacio público. La meridana dice que la solución es ir a la Plaza Milla, al norte del centro de la ciudad.


“La situación es más difícil. La necesidad crece poco a poco. “Tengo gente que me escribe diciendo que no tengo gasolina ni comida…”, admite el ciudadano, que motiva a los lectores de este editorial a donar toda la comida que puedan para personas u organizaciones necesitadas, contribuyendo así a la ayuda solidaria.
Discriminación en las calles de Mérida
La dura realidad de las personas sin hogar en Venezuela se ve exacerbada por la discriminación que enfrentan a diario. Ante la precariedad de su situación, la falta de acceso a vivienda, alimentación y servicios básicos, la invisibilidad, el rechazo y la deshumanización por parte de una sociedad que, en ocasiones, les culpa de su situación.
La NDA contactó a un hombre de Mérida en situación muy vulnerable, Jesús Carrillo, El Arenal es dueño de una pequeña casa en la comunidad donde vive con su madre de 84 años, una mujer que sufre de osteoporosis y hemorroides y necesita cuidados especiales. Pero este hombre de 45 años no encuentra trabajo debido a su situación y tiene que pedir ayuda en las calles de Mérida.


Este domingo 12 de mayo Carrillo habría sido víctima de un acto de discriminación y violencia en las redes sociales. Según los informes, un trabajador de una popular cadena nacional de ropa y calzado le arrojó un balde de cloro. Un hecho confirmado por Jesús.
“Me tiraron un balde de cloro puro. Era domingo por la mañana”, dice el ciudadano quien relata que este ataque no es la primera vez, hace un mes lo empaparon con agua y jabón, y a los pocos días lo empaparon. él en agua y orina.
Jesús, al igual que el pueblo meridano, rechaza este tipo de acciones, argumentando que no debe ser objeto de burlas ni ataques por su posición vulnerable. Admite que estar delante de la entrada de la tienda podría molestar a los trabajadores, pero le dice a la NTA que no lo hace por malicia, sino por necesidad.
Otros ataques
Al margen de este hecho, Carrillo da fe de que hay una mujer que lo agrede habitualmente a él y a otras personas sin hogar. “Viene una chica y me dice ‘sal de aquí rápido’, pero ella es muy grosera y le gusta agarrar cosas y me saca un cuchillo. Qué hago, sal rápido de ahí”, comentó.
Esta situación, como otras, viola los derechos humanos de los ciudadanos que viven en situación de calle. Aquellos desprotegidos por el Estado venezolano y dependientes del buen corazón de otros venezolanos que escapan de una crisis humanitaria compleja.
Derecho de respuesta: Etapa de cadena
Álvaro Castellanos, Gerente de Tienda, Sr. Jesús Carrillo le dijo a NTA que estaba empapado en agua. Sin embargo, no se lo arrojaron y no tenían motivos para hundirlo. Según su perspectiva y la de su personal, el hombre estaba siendo prelimpiado a unos 4 metros de donde se encontraba, y el agua descendió por gravedad hasta empaparlo.
Castellanos señala que el hombre tiene más de 4 años viviendo en la Avenida 4, que unos días está frente a la Catedral de Mérida y otros días frente al dueño, y el hecho no queda registrado. Por lo tanto, da fe que el trato de los ciudadanos y trabajadores comerciales fue respetuoso hacia el hombre y otras personas sin hogar en Mérida.