Los docentes en Mérida tienen “más obligaciones que derechos”, aunque trabajan exclusivamente por amor a su profesión y a sus estudiantes, enfrentan altos niveles de vigilancia y coerción, así como suspensiones salariales y despidos injustificados.
El profesor Ramón Ali Contreras, presidente de la Federación Venezolana de Maestros en Mérida, explicó a NTA que en 2024 se registraron muchos incidentes de violaciones a los derechos de los docentes.
Entre ellos destaca el despido injustificado de un número indeterminado de docentes que trabajaban en Fe y Alegría. Los empleados fueron notificados de congelación salarial y despidos de julio a diciembre del año pasado.
La práctica fue el resultado de una evaluación “equivocada” por parte de las autoridades educativas, que decidieron congelar simultáneamente los salarios de los docentes que trabajan en instituciones públicas y subvencionadas. “El docente está facultado para ejercer doble cargo permanente. Por supuesto, respetar el cronograma”, afirmó Contreras.
Según información proporcionada por el sindicato, si los supervisores “no están debidamente capacitados” cometen errores como los documentados. Por ello, solicitan al gobierno de Nicolás Maduro la reinstalación inmediata de los docentes despedidos.
“Nosotros los profesores no podemos decir que tenemos derechos y sólo deberes. Cumplimos con todos nuestros deberes pero no tenemos un salario adecuado y ahora nos están quitando el salario, las primas de guerra, etc.”, opinó.
Requisitos para 2025
Este año 2025, los docentes vuelven a exigir que se les devuelva el salario digno, así como las bonificaciones y el respeto al convenio colectivo. Además, tratar a todos los docentes con respeto sin coerción ni censura.
“Queremos que nuestras aulas sean democráticas. No queremos ningún tipo de coerción. Tenemos que dejar que nuestros niños aprendan de la naturaleza… del entorno en el que crece, y por eso queremos que sea el mejor”, dijo El maestro Mérida.
Finalmente, instó a las autoridades a recordar que el papel del docente es fundamental para el desarrollo del país. Por lo tanto, se necesita más inversión en el sector, así como un aumento de los salarios mínimos y el respeto a los derechos laborales de Venezuela.