Luciano convierte chatarra en camiones de limpieza urbana, helicópteros y perforadoras petroleras. Dice que a través de su arte busca enamorar a los niños de los juegos tradicionales y alejados de la pantalla.
Carabo. El ingenio y la creatividad son características clave de Luciano Obeso. El colombiano de 71 años llegó a Venezuela siendo un adolescente. un hombre polivalente Construir autos gigantes con trozos de caucho, cables, latón y madera no es sólo un arte, sino parte de la cultura venezolana.
Desde temprano, el frente de su casa en el sector La Florida de Maracaibo está bien barrido y listo para servir como escaparate de su arte. Organizar con cuidado en línea recta. Tus creaciones Un ejemplar de un tractor modelo Ford 5000 hace girar su hélice con la electricidad recomendada desde las conocidas jeringas al helicóptero Sikorsky UH-60 Black Hawk.
Comenzó como un hobby, hace 40 años, pasó a su trabajo como conductor. Ahora este es tu trabajo oficial, Dice que la crisis lo obligó a regresar a su país de origen en busca de oportunidades, pero la pandemia y la falta de trabajo lo hicieron regresar en diciembre de 2023.
Un regalo de Dios
Luciano no dudó en asegurar que El don de la inteligencia Dios se lo dio y lo fortaleció cuando le tocó servir en el ejército en Colombia.
“He estado haciendo esto durante 40 años. Perfeccioné mis habilidades porque cuando entré al ejército caí en la ingeniería y ya era inquieto y creativo, pero había Usé todo lo que aprendí Ahora mira cómo esto me beneficia”, dice sabiamente.
Luciano consulta enciclopedias, libros e Internet sobre modelos de los coches que construye, pero admite que los detalles están en su mente. “Si tuviera un significado completo, Me tomó dos días hacer el auto.Aunque siempre hay detalles de última hora se los daré”, dijo.
Recordó que empezó a armarlo cuando regresó de Colombia de unidades militares Se vendieron inmediatamente, pero ahora las ventas se han ralentizado y no puede darse el lujo de vender dos coches al mes.
“De una gama de precios 25 a 50 dólaresPero a veces no tengo nada en la cocina y si ofrecen menos, tengo que atraparlos porque la cosa está dura, uno sale del trabajo pero no hay nada más que hacer”, afirma.
Aprovecha todo
A Luciano no le importa ir al depósito de chatarra a recuperar algunas cosas útiles y comenta en tono de broma: “No importa si me confundes con loco“Tengo cosas muy valiosas para mí, como las ruedas de un cochecito”, se ríe.
Los materiales utilizados son variados y suelen ser suministrados por chatarreros y recicladores urbanos de la zona. “Para mí Es material 100% aprovechable Me traen lo que sé. También tengo amigos que me regalan cosas de mecánica. Lo que me dan lo rehabilito, lo multiplico y le doy valor”, afirma.
El trabajo de recuperación
Luciano tiene dos hijos y tres nietos, por lo que conoce el valor del entretenimiento saludable para los niños. Recuperación Juegos tradicionales Entre sus motivos se encuentran loros, tropos y carruajes, por lo que inscribe una frase motivadora en cada uno de sus grabados.
“Quiero darles a los niños una oportunidad desde la pantalla. Quiero que vivan lo que yo viví con mis manualidades, que no pierdan esa costumbre de jugar con cosas tangibles, porque la tecnología ayuda mucho, pero al mismo tiempo se puede dañino. Quiero que los niños recuperen esos hábitos. Realmente están jugando porque ya no se ve.
Si bien no niega que necesita algunas herramientas como esa, dice que se enorgullece y disfruta de lo que hace. Una pulidora, una sierra de calar y una amoladora. Promete perfeccionar su oficio y si alguien lo ayuda, hará bien su trabajo.
Aunque no ha perdido su acento, siente Venezuela y, como muchos otros, agradece que el país le haya abierto los brazos.
“Venezuela es un país generoso, hermoso y hospitalario. Y debemos nutrirlo con nuestra presencia y buena voluntad, debemos protegerlo y luchar por él, esperando lo mejor por venir. “No me iré de aquí”, dice.
Mientras exhibía un ejemplar de Sumak Uno, concluyó: “Sueño lo mejor, sueño todo bonito, pero no digo que se hará realidad. Cada sueño tiene un secreto.“Cada amanecer es una esperanza y cada corazón es un deseo.”
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