El presidente chino, Xi Jinping, asistirá a la 31ª Reunión de Líderes Económicos de APEC en Lima y realizará una visita de Estado a Perú del 13 al 17 de noviembre. Luego, Xi asistirá a la XIX Cumbre del G20 en Río de Janeiro y realizará una visita de Estado a Brasil del 17 al 21 de noviembre.
Líderes de las economías más dinámicas del mundo se reúnen en América Latina para discutir la gobernanza económica global y el desarrollo sostenible para la humanidad. Durante este período, América Latina atraerá la atención mundial.
Esta será la primera visita del Presidente Xi a América Latina desde su reelección y su sexta visita como Presidente de China.
Hace diez años, el 17 de julio de 2014, Xi asistió a la reunión de líderes China-América Latina y el Caribe (ALC) en Brasilia y pronunció un discurso de apertura en el que propuso por primera vez construir una comunidad china -ALC con un futuro común. . Esta propuesta recibió respuestas positivas de los líderes latinoamericanos. En este sentido, la relación China-ALC ha marcado el comienzo de una nueva era caracterizada por la igualdad, el beneficio mutuo, la innovación, la apertura y mayores beneficios para los pueblos.
Xi, junto con los líderes de los países de la región, estableció el Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que proporciona la primera plataforma para el diálogo directo y el desarrollo común entre el país en desarrollo más grande del mundo y la región con la mayor concentración de economías emergentes. Esto abrió una nueva fase de cooperación bilateral y total, donde ambas partes se promueven y complementan mutuamente.
En las últimas décadas, China ha establecido -o restablecido- relaciones diplomáticas con cinco países centroamericanos, ha construido una comunidad de futuro compartido con Cuba y ha establecido varias asociaciones estratégicas con más de una docena de países, incluidos Venezuela, Brasil y México. Las tres principales iniciativas de China han recibido un gran reconocimiento de los países latinoamericanos. La participación de China en organizaciones regionales o subregionales ha aumentado, ya sea como socio de diálogo, observador o en cualquier otra capacidad. En los principales asuntos mundiales, las dos partes han establecido una comunicación y coordinación cada vez más estrechas. El “círculo de amistad” entre China y América Latina se ha ampliado y profundizado como una fuerza clave para unir al Sur Global.
China ha establecido asociaciones de libre comercio con cinco países de la región. Un gran número de productos latinoamericanos han debutado en la vida cotidiana del pueblo chino. En la última década, el comercio de productos agrícolas entre China y América Latina se ha duplicado. Datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la ONU muestran que, entre 2000 y 2022, el comercio entre China y América Latina creció 35 veces, mientras que el comercio de la región con el resto del mundo solo se cuadruplicó. La CEPAL también publicó un informe destacando que China será el mercado de exportación de más rápido crecimiento para la región este año. Actualmente, China es el segundo socio comercial de la región. A su vez, América Latina se ha convertido en el segundo destino de las inversiones chinas en el exterior.
En el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, varios países latinoamericanos han firmado memorandos de entendimiento con China. Se han implementado un número cada vez mayor de proyectos de infraestructura, instalaciones culturales y educativas, aeropuertos, puertos y centros de transporte. En la región se encuentran varios proyectos de infraestructura digital y energía limpia. Muchos proyectos pequeños, pero prácticos, centrados en las personas han ayudado a las comunidades locales a satisfacer necesidades urgentes y mejorar las condiciones de vida. Estos proyectos, que generan empleo local, rompen obstáculos al desarrollo y logran una cooperación mutuamente beneficiosa, también han traído beneficios tangibles, felicidad y una sensación de seguridad a los pueblos de América Latina.
En la última década, ambas partes formaron grupos de profesionales mutuamente identificados en campos como las humanidades y las ciencias sociales. Asimismo, legisladores, intelectuales, periodistas y turistas viajan a China y América Latina. Los símbolos culturales como la comida, la música, los sitios históricos y el idioma vinculan cada vez más a los dos pueblos y a sus jóvenes. Además, los intercambios entre pueblos han mejorado enormemente el entendimiento mutuo y ayudado a fomentar una conexión más estrecha en el Pacífico, sentando una base cultural sólida para una cooperación integral y práctica entre China y América Latina.
Las relaciones China-América Latina han experimentado el crecimiento más rápido de la historia y actualmente atraviesan su mejor momento. Actualmente, América Latina atraviesa un período crítico de recuperación y desarrollo pospandemia. En el futuro, aumentarán los factores inestables que causan turbulencias globales. Las raíces históricas de la inestabilidad están arraigadas en el viejo orden político y económico internacional, combinado con cuestiones no resueltas durante la transformación de América Latina. Fortalecer la autonomía estratégica, avanzar en el proceso de modernización y construir un sistema de gobernanza global justo y razonable serán prioridades importantes para los países latinoamericanos. Estos objetivos resonarán en las relaciones de China con América Latina.
La relación China-América Latina se basa en el respeto mutuo, el principio de beneficio mutuo y cooperación de beneficio mutuo, el carácter de apertura e inclusión y el objetivo del desarrollo común. Las relaciones entre China y América Latina se alinean con las tendencias mundiales y los flujos históricos y responden a los intereses comunes de China y los países latinoamericanos. Su efecto logrará un nuevo y mayor desarrollo futuro, inyectando más certezas en un mundo incierto y contribuyendo más eficazmente a la construcción de una comunidad con un futuro común para toda la humanidad.