La decisión del madurismo de no entregar el poder a pesar de las evidencias que sustentan las dudas sobre el resultado electoral anunciado, tiende a profundiza el aislamiento de Venezuela de las democracias occidentalesque incluye países aliados que tienen gobiernos de izquierda, pero que han mantenido los principios de alternancia en el poder y respetan las reglas del juego democrático, como Brasil, Chile, México y Colombia.
El aislamiento no sólo se basa en medidas económicas internacionales -lo que llaman “bloqueo” en la propaganda oficial- sino que es el propio gobierno de Nicolás Maduro quien lo impulsó con las reiteradas acciones que llevaron a Venezuela a convertirse en un país al margen del economía. desarrollo, inversiones extranjeras, crédito y hasta convertir a los venezolanos en una especie de “marcas” sin documentación legal para moverse por el mundo.
Las reacciones del gobierno a los interrogantes y dudas que deja su actuación en el caso de las elecciones del 28 de julio están profundizando y aumentando su aislamiento.
Los caminos estan cerrados
El nuevo escenario electoral comenzó cuando la oposición venezolana optó por participar en las elecciones presidenciales previstas para 2024, abandonando la abstención como política de cambio; a pesar de los riesgos de posible fraude que fueron anticipados por una entidad electoral controlada por tokens gubernamentales.
En el Acuerdo de Barbados (2023), el partido de gobierno se compromete a respetar los derechos políticos y garantía para todos los venezolanos y aceptar un proceso transparente y con observación internacional. En otras palabras, prometieron ser democráticos y respetar las leyes.
Ese acuerdo y algunos acuerdos directos entre los gobiernos de Maduro y Estados Unidos permiten una flexibilización de las sanciones financieras y también permiten a Maduro recuperar a uno de sus operadores financieros internacionales más importantes, el colombiano Alex Saab.
Joe Biden destacó el acuerdo de Barbados: “Nos hemos asegurado de que el régimen venezolano respete sus compromisos. Anunciaron un camino electoral, acordado por los partidos de oposición, para una elección presidencial competitiva en 2024. Este es un paso positivo e importante de cara al futuro. Y hoy liberan a veinte presos políticos, además de los cinco liberados antes. Continuaremos monitoreando esto de cerca y tomaremos las medidas apropiadas si es necesario.. “Apoyamos la democracia en Venezuela y las aspiraciones del pueblo venezolano”.
Pero los acuerdos no fueron cumplidos por Maduro. Peor aún: los presos políticos han aumentado en 2.000 personas durante las últimas dos semanas, según anuncios oficiales, que también hablan de crear dos nuevos centros penitenciarios para encerrar a quienes participan en manifestaciones contra el gobierno.
Hasta ahora, la respuesta de Estados Unidos a los últimos acontecimientos no ha cambiado la flexibilidad de las medidas financieras acordadas. La más importante fue una licencia para la empresa Chevron para operar los campos petroleros en Venezuela y la licencia para unas 50 empresas en el área de energía y gas. Pero eso puede cambiar en cualquier momento.
Recientemente, Maduro ha amenazado a Estados Unidos con eliminar los bloques de petróleo y gas que las empresas estadounidenses operan en Venezuela y entregárselos a sus aliados en el emergente grupo de economías BRICS.
“Si esta gente del Norte y sus socios en el mundo cometen el error de sus vidas, entonces esos bloques de petróleo y de gas que ya han sido firmados irán a parar a nuestros aliados BRICS”, afirmó el jefe de estado de VTV, refiriéndose a la asociación política y económica liderada por Rusia y China para contrarrestar al G7.
Las rupturas de Maduro
En enero de 2019, Nicolás Maduro ordenó romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos, que lo acusaba de liderar una operación golpista en Venezuela. Le dijo al personal de la embajada de Estados Unidos que tenían 72 horas para abandonar el país.
En 2020 expulsó al embajador de la Unión Europea (UE) en CaracasIsabel Brilhante Pedrosa, a quien se le dio 72 horas para salir de Venezuela, en respuesta a que unos 30 funcionarios del chavismo han sido sancionados por la UE. Así, continuaron las medidas contra aquellos gobiernos que denunciaron o se refirieron a violaciones de derechos humanos en Venezuela, actitud que continúa hoy con naciones y organismos internacionales que exigen transparencia electoral.
Desde 2009 había roto relaciones con Israel a causa del conflicto con Palestina. Con Colombia, además del cierre de fronteras, en 2020 se produjo la ruptura definitiva hasta la llegada al poder de Gustavo Petro. En 2019, el presidente paraguayo Mario Abdo Benítez anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela y el cierre de su embajada en Caracas.
Esto ha aumentado significativamente en los últimos días. El lunes 29 de julio anunció la ruptura de relaciones con los primeros gobiernos que no reconocieron su cuestionable victoria: Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Paraguay y Perú.
La Cancillería venezolana consideró que la postura de estos siete gobiernos “ataca la soberanía nacional” y pidió a los diplomáticos acreditados en Caracas que se retiren.
No confían el uno en el otro
Además de estos siete países, Ecuador y Paraguay, en un comunicado conjunto, habían señalado que era fundamental que haya garantías de que la voluntad popular expresada por el pueblo venezolano en las urnas será respetada.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció el retiro de sus representantes en Venezuela y puso “en suspenso” las relaciones con Caracas. “hasta que hagamos una revisión completa de las actas y del sistema informático de conteo de votos que permita conocer la verdadera voluntad popular”.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto Van Klaveren, en declaraciones a CNN, dijo que esta medida de Venezuela “es sólo propia de regímenes dictatoriales”. “No tengo ningún recuerdo de una medida de estas características y que revela el aislamiento que vive el país”. El gobierno venezolano sí lo ha hecho.”
La embajada argentina -donde se encuentran refugiados seis miembros del equipo Vente Venezuela- cuyos funcionarios también han sido expulsados, ha llegado a un acuerdo para que Brasil obtenga la custodia de su sede diplomática y por tanto de los refugiados, que luego se extendió a la sede de Perú. y sus funciones consulares.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, reaccionó destacando que “esta es una decisión inoportuna e injustificada del régimen de Maduro ante una preocupación legítima planteada por Uruguay sobre el proceso electoral”.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, aseguró que “Venezuela merece resultados transparentes y certeros que se ajusten a la voluntad de su pueblo”.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, emitió un comunicado calificando de “fraudulenta” la proclamación de Maduro. “Debemos trabajar con los gobiernos democráticos del continente y los organismos internacionales para que se respete la sagrada voluntad del pueblo venezolano”.
Amigos para siempre
De América Latina Sólo Nicaragua, Cuba, Bolivia y Honduras felicitaron a Nicolás Maduro para la reelección anunciada por el CNE.
El más efusivo de los dirigentes fue el cubano Miguel Díaz-Canel, principal aliado del gobierno venezolano, quien expresó: “Nicolás Maduro, hermano, tu victoria, que es la del pueblo bolivariano y chavista, ha derrotado limpia e inequívocamente a los pro -oposición imperialista”. Los presidentes de Bolivia, Honduras y Nicaragua, quienes hablaron de celebración democrática, voluntad del pueblo en las elecciones, hermandad revolucionaria y pueblo heroico.
Los otros países que expresaron su apoyo y reconocimiento a Maduro fueron las autocracias aliadas: Rusia, China e Irán, que son los principales soportes económicos de Venezuela en el juego geopolítico global.
En África, también intervinieron muchos países: Argelia, Angola, Burkina Faso, Djibouti, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Gabón, Libia, Madagascar, Malí, Namibia, Nigeria, República del Congo y Zimbabwe. Y en Asia, además de China y Rusia, están Indonesia, Irak, Irán, Laos, Corea del Norte, Palestina, Qatar, Arabia Saudí, Siria, Turquía, Emiratos Árabes, Vietnam y Myanmar.
Otros aliados regionales, los presidentes de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva; Colombia, Gustavo Petro, y México, Andrés Manuel López Obrador, sin referirse y menos admitir que hubo fraude electoral, entendieron que sólo a través de la negociación se podrían evitar los conflictos de mayor magnitud en América Latina, si fueran poder mostrar las actas y se realiza una auditoría confiable para las partes. En ese escenario podrían obtener garantías de seguridad en una transición para Maduro y algunas figuras clave del gobierno.
En un comunicado conjunto, precisaron la necesidad de la presentación del acta por parte del CNE, con los resultados compartidos por las mesas de votación, y aclararon que el CNE es el organismo responsable de la divulgación transparente de los resultados por mandato legal. Asimismo, advirtieron sobre la necesidad de respetar los derechos humanos que deben prevalecer en cualquier circunstancia.
Hasta el día de hoy, existen dudas sobre la gestión de este trío: el presidente mexicano saliente optó por desviarse y esperar la decisión de la Corte Suprema de Justicia, mientras circulan rumores sobre propuestas inaceptables y cierta frustración.
El gobierno contra todo
Los mensajes emitidos por el propio jefe de Estado son una prueba clara de que el maduroismo no está dispuesto a abandonar el poder.
El proceso electoral ha comenzado, Maduro dijo: “Venceremos por las buenas o por las malas”. Esta frase la confirmó con énfasis en otro hecho reciente: “Estos sectores extremistas de este país no van a regresar, ni por las buenas ni por las malas”, en referencia a los opositores María Corina Machado y Edmundo González. El lunes 12 de agosto ratificó esta posición, señalando: “No vamos a entregar el poder político en este país a esta oligarquía fascista”.
A estos mensajes se suman medidas como el bloqueo de redes sociales, la suspensión de vuelos internacionales a ciertos países, la cancelación de pasaportes de venezolanos residentes en el país y fuera del país, el bloqueo de medios de comunicación nacionales e internacionales y extiende la persecución política. y actos de violencia contra ciudadanos que participaron en el evento electoral.
Las medidas más severas se esperan en el ámbito de las redes sociales, principal medio de información que tiene la población venezolana, como dijo Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional: “Es una misión detener la dictadura de las redes sociales”. .
Semejantes medidas constituyen un modelo político que ubica a Venezuela entre los gobiernos más cerrados del mundo, un ejemplo con el que parece que incluso algunos movimientos de izquierda que apoyaron en sus principios a la revolución bolivariana comienzan a evitar identificarse.