En medio de la crisis en Venezuela, muchas familias enfrentan enormes desafíos. Sin embargo, la historia de Yuspeli del Carmen Santiago, una valiente madre de 30 años que vive en Santo Domingo, se erige como un símbolo de esperanza y perseverancia.
Yuspaly creció en Timotes antes de mudarse a Santo Domingo a la edad de 11 años y comparte su experiencia de luchar y triunfar en un entorno complejo. “Es difícil llegar a un lugar que no conoces, pero hay buenas personas que te ayudarán en el camino”, dice tranquilizadoramente. A pesar de la adversidad, Yusbaeli encontró apoyo en su comunidad, lo cual fue vital para su crecimiento personal y familiar.
Como madre de tres hijos, lucha incansablemente todos los días para asegurarse de que sus hijos tengan lo que necesitan. “Quiero tanto a mis hijos que lo doy todo por ellos para que nunca tengan pan en la mesa para poder darles una buena educación desde casa”, revela apasionadamente.
Una familia sin hogar
La vida de Euspeli no fue fácil. Ante crisis en Venezuela, ella asume la responsabilidad exclusiva de sus hijos ya que su expareja no cumple con su rol. Sin hogar propio, vive en circunstancias extremas pero mantiene una actitud de gratitud a Dios por mantener un techo sobre su cabeza. A pesar de no tener un trabajo fijo, se dedica a la agricultura, cosechando productos como patatas y zanahorias para dar lo mejor a sus hijos.
“Me siento mal cuando no hay nada que comer. Pienso sobre todo en mis hijos. A veces es muy difícil porque vivo sola. Trabajo en mi camino, principalmente en la agricultura. Estoy muy triste por lo que hago. Pienso en mis hijos, les deseo lo mejor. Recientemente los pequeños se enfermaron “No tengo dinero ni para medicinas”, compartió la madre con NTA.
Euspeli también destaca el apoyo que recibió en momentos de necesidad, el P. Jean Carlos García, el famoso Zagaro, por su ayuda y por sus vecinos que han sido un pilar en su vida. “Dios nunca me dejó sola”, dice con gratitud.
Con la esperanza de abordar la crisis de Venezuela
Con un futuro incierto, su mayor deseo es tener un hogar propio donde sus hijos puedan crecer seguros y recibir la educación que merecen. Para lograrlo, considera necesario lograr un cambio positivo para Venezuela. Que el país se convierta en un lugar lleno de oportunidades donde todos puedan tener un buen salario y una pequeña casa para compartir la vida con sus seres queridos.
“Quiero conservar mi casa por mucho tiempo. Quiero darles lo mejor a mis hijos. Quiero que estudien y les vaya mejor en la vida. No se lo deseo a nadie en esta situación. Es difícil lidiar con eso”. a veces. Todavía es una lucha todos los días”, concluyó.
La historia de Yuspeli del Carmen Santiago es un recordatorio de la resiliencia y la esperanza en medio de las dificultades que atraviesa Venezuela. Su valentía y determinación es un ejemplo inspirador para todos los que enfrentan adversidades similares.