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con una espátula
La historia de los Beatles ha sido revisada miles de veces. Un cuarteto de perdedores de Liverpool con el sueño de conquistar a las chicas armadas con su guitarra y sus voces avivadas que partieron en dos la historia de la música.
de Voz Venezolana/strong>
También se ha mencionado en reiteradas ocasiones al quinto Beatle, lugar de honor que muchos le otorgan a Eric Clapton por su aporte en While My Guitar Gently Wheeps, al teclista Billy Preston por ser parte del histórico concierto en la azotea de la banda, pero sin duda, el mánager. Brian Epstein se ganó su nombre como el Quinto Beatle trabajando incansablemente detrás de escena para ver a John, Paul, George y Ringo cumplir su destino de convertirse en figuras centrales en la historia de la música popular.
Epstein no vino con la banda a impresionarlos en una limusina afuera de The Cavern, no les contó sobre los cientos de artistas que estaban bajo su protección y que ya tenían éxito aquí, allá y en todas partes, solo porque no existe. ; Brian Epstein no vio crecer a The Beatles, creció con The Beatles.
Epstein no formaba parte de ninguna discográfica, pero sí tenía una tienda de discos heredada de su padre. Una tarde, un chico entró en su tienda buscando un disco: My Bonnie, de una banda que había tocado en Alemania. Un Epstein confundido le da la mala noticia a su cliente de que no tenía la unidad, pero quería más información sobre esta misteriosa banda.
Su búsqueda lo llevó a The Cavern, donde John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Pete Best actuaron casi 300 veces entre 1961 y 1963.
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