con una espátula
Han pasado cinco años desde que Nelly Martínez desapareció en la frontera entre Colombia y Venezuela. Su hermana Doris lo ha buscado sin éxito pero no ha perdido la esperanza de que con el restablecimiento de las relaciones entre los dos países podrá encontrarlo.
Doris ha recorrido todos los senderos ilegales que atraviesan la frontera entre el departamento colombiano de Norte de Santander y el estado venezolano de Táchira en busca de información sobre su paradero. Todo fue en vano.
Su hermana salió de su casa en la región de Boconó, en Cúcuta, la primera ciudad colombiana en la frontera, un día de octubre de 2018, y nunca más regresó. Fue visto por última vez cerca del puente internacional Francisco de Paula Santander y eso es todo lo que sabemos.
“Mi hermana vende gasolina de contrabando -negocio normal en la frontera- y desde el 8 de octubre de 2018 no sabemos nada de ella, si está viva o muerta”, dijo a Efe Doris, quien ha vivido un dolor eterno, como el de miles. de familias colombianas que no saben dónde están sus seres queridos.
Su historia es una de tantas en la frontera y este sábado fue escuchada en Cúcuta por el vicepresidente venezolano Luis Eduardo Martínez, vicepresidente de la Comisión para el Diálogo, la Paz y la Reconciliación de la Asamblea Nacional, y por Juan Carlos Palencia, miembro de la Comisión de Fronteras del parlamento venezolano.
Los políticos venezolanos buscan acercarse para que las autoridades y entidades de ambos países cooperen y presten más atención a las familias que buscan a los desaparecidos.
“No más excusas, se han restablecido las relaciones diplomáticas y consulares; Tiene que haber cooperación entre los fiscales venezolanos y colombianos, entre los organismos de inteligencia y de investigación criminal para dar respuestas a estos familiares que buscan a sus hijos, hermanos y hermanas”, dijo Martínez en conferencia de prensa.
IMAGEN PERDIDA
La frontera lleva 7 años cerrada, entre 2015 y 2022, por decisión de Nicolás Maduro, y tras la reanudación de las relaciones con Colombia se han reabierto los pasos fronterizos, pero aun así sigue circulando mucha gente por los senderos, controló. por ilegal. grupos armados, lo que hace que esta zona sea muy peligrosa.
Andrés David Laguado desapareció el 19 de septiembre de 2018, a la edad de 23 años, y desde ese día su tía Yolanda Barreto no ha dejado de buscarlo.
Entre lágrimas, la mujer recuerda que Andrés desapareció en el camino conocido como El Águila, que cruza la frontera del río Táchira, a donde iba con un amigo que murió días después.
“Seguimos todos los rastros porque nos dijeron que murió en la fosa, pero hay muchas otras partes”, dijo Barreto sobre su sobrino, quien también vendía aceite en Cúcuta.
MADRE VENEZOLANA BUSCA A SU HIJO EN COLOMBIA
Su historia es similar a la de Rosa Reyes, una madre venezolana que se ha perdido varias veces cruzando la frontera buscando a su único hijo, Jhaylander Raúl Arévalo, de 23 años, quien viajó en motocicleta desde La Fría (Táchira, Venezuela), hasta Cúcuta en abril de 2022 para adquirir algunos equipos.
“La última vez que se le vio quedó grabado en una cámara entrando al sendero San Gerardo, pero nunca más se le volvió a ver salir. El cuerpo de mi hijo está débil, no sé dónde está su cuerpo ni si está vivo”, dijo la mujer entre lágrimas.
Hasta la fecha no hay registro oficial de los perdidos en la frontera, pero se dice que son más de mil víctimas de ambos países, por lo que el pasado 30 de junio los cancilleres de Colombia, Álvaro Leyva, y de Venezuela, Yvan Gil, al poner el Consejo Vecinal y Paritario en Bogotá, con la cooperación en este campo entre sus sujetos.
En junio, luego de que el exjefe militar Salvatore Mancuso revelara que muchas de las personas desaparecidas en la región habían sido asesinadas, Colombia y Venezuela comenzaron a trabajar en un acuerdo por razones humanitarias para establecer procedimientos adecuados y urgentes para la búsqueda, recuperación e identificación de personas fallecidas. .
Con información de Voz venezolana