con una espátula
Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), dio este jueves nuevos detalles de la reunión que tuvo ayer con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y habló del desafío de seguir garantizando la seguridad nuclear en el ámbito de un estado de tensión internacional.
En entrevistas con los medios argentinos Radio Mitre y Radio Rivadavia, Grossi dijo que en el centro de las preocupaciones de la agencia de la ONU está la central nuclear de Zaporizhzhia, la aceleración del programa nuclear de Irán y la perspectiva de un progreso nuclear impredecible en medio de conflictos abundantes. están pasando por el mundo.
Ubicaciones en Zaporiyia
Grossi se refirió en primer lugar a la situación en Zaporizhzhia, la mayor planta nuclear de Europa, de la que Rusia se hizo cargo tras el inicio de la invasión de Ucrania.
El diplomático argentino explicó que se trata de una planta que tiene 6 reactores de 1.000 megavatios y está en primera línea activa, lo que supone un riesgo importante para la seguridad.
“Estamos realizando tareas preventivas para evitar que la planta sea bombardeada y se convierta en un objetivo militar, lo que podría provocar un accidente mayor, con graves consecuencias radiológicas”, dijo en diálogo con el reportero de Radio Rivadavia, Marcelo Longobardi.
La situación en la planta también plantea desafíos diplomáticos de grandes proporciones, incluida la necesidad de un diálogo constante con las autoridades de Rusia y Ucrania, dos partes en conflicto con intereses encontrados.
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