El Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clipway) presentó este 30 de diciembre un informe sobre “encarcelamiento injusto, celdas inhumanas” como parte de una investigación sobre las condiciones de los presos políticos.
El informe incluye testimonios de familiares, presos y ex presos políticos que han descrito de primera mano los abusos contra los derechos humanos sufridos por los presos.
“Entre ellos destacan la falta de alimentación, agua potable, atención médica y condiciones inhumanas en los centros de detención”, afirmó Klipwe.
Ante las violaciones de derechos humanos denunciadas por familiares y ONG, es importante señalar que el gobierno venezolano es responsable de garantizar los derechos de los presos.
En la CRBV en su artículo 272 señala: “El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del recluso y el respeto a sus derechos humanos”.
La Regla 1 de las Naciones Unidas sobre el Tratamiento de los Reclusos, o las ‘Reglas Mandela’ (2015), establece: “Todos los reclusos serán tratados con el respeto de su dignidad inherente y su valor humano”.
Derecho a la vida
Luego de las elecciones del 28 de julio, entre noviembre y diciembre, tres personas murieron bajo custodia: Jesús Manuel Medina, Jesús Rafael Álvarez y Oscual González.
“Se suman al ya trágico número de al menos 19 personas que han muerto bajo custodia del Estado venezolano desde 2015”, dijo Klipwe.
Muertes bajo custodia
Ral Isaías Baduel: Exministro de Defensa de Venezuela, estuvo preso desde 2009 hasta su muerte el 12 de octubre de 2021 a los 66 años en El Helicoide (SEBIN).
Jesús Manuel Martínez Medina: De 36 años, fue testigo electoral durante las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 y fue arrestado al día siguiente.
Fue detenido en una comisaría de Lecherías, estado Anzoátegui, donde fue maltratado y se le negó la asistencia médica que necesitaba para tratar su diabetes tipo II.
Murió el 14 de noviembre durante una operación para amputarle la pierna en el Hospital Luis Racetti de Barcelona.
Jesús Rafael Álvarez: El hombre de 44 años fue detenido por funcionarios de la DGCIM el 2 de agosto de 2024 en El Callo, estado Bolívar. Falleció el 12 de diciembre de 2024 en el Penal Judicial de Toquito.
Jesús Manuel Martínez Medina: La mujer de 43 años fue detenida arbitrariamente junto a su hijo de 19 años el 1 de agosto de 2024 en Barquisimeto, estado Laura.
Centro Penitenciario Judicial de Tocuyito, donde a Osgual le diagnosticaron inicialmente una enfermedad renal en el hospital.
Sin embargo, el Observatorio Penitenciario de Venezuela señaló que los síntomas eran similares a los de la hepatitis.
Osqual Alexander murió bajo custodia estatal el 16 de diciembre de 2024. Su hijo fue puesto en libertad el mismo día después de la muerte de su padre.
derecho a la alimentación
El informe destaca la violación del derecho a una alimentación adecuada por parte de los presos políticos venezolanos, por un lado la falta de alimentos en los centros de detención, y por otro el mal estado de la alimentación en los centros de máxima seguridad.
En cárceles de máxima seguridad como Tocorón, Tocuyito y Yare III, familiares reportan malas condiciones sanitarias para la preparación de alimentos.
“Los alimentos a menudo contienen insectos, se echan a perder o no se cocinan lo suficiente. Las comidas son pequeñas e inadecuadas, lo que se traduce en pérdida de peso y enfermedades estomacales”, afirmó Klipw.
La madre de un preso en Doguito denunció públicamente que su hijo está irreconocible por mala alimentación. “No lo reconocí. Estaba tan delgado y desnutrido que lo tenía frente a mí y no sabía que era él”.
Derecho al agua potable
El derecho al agua es fundamental y está reconocido en el derecho internacional como parte esencial de la vida y la dignidad humana. La mayoría de los centros de detención en Venezuela no tienen agua corriente.
En el Centro Penitenciario Judicial de Karabobo, uno de los presos políticos liberados el 23 de diciembre dijo: “Nos dieron una olla de arroz chino en una habitación para 6 personas. Un guardia llenaba el arroz chino 3 veces al día y cada uno de nosotros bebía agua. con eso.
Continuó: “Los guardias fueron con una botella de 20 litros y llenaron ollas con arroz chino por celda. Algunos presos optaron por beber del arroyo en el que se duchaban o del agua del grifo del lavabo.
En El Rodeo I, familiares declaran que el agua es una forma de tortura. Además, no se puede llevar agua a la cárcel.
Un familiar comentó: “Durante al menos dos meses, durante su estancia en el centro, les dieron tres vasos de agua al día y después de muchas quejas, les dieron 2 litros de agua al día”.
En los penales de Tocorón y Tocuyito, los presos dijeron a sus familiares que “el agua del pozo está amarilla”; “Lo sacan con tanta prisa que no sabes de dónde viene”; “Sabe a tierra”, provocando malestares estomacales.
En el penal de Tocuyito, familiares dijeron en septiembre y octubre, “el agua era abundante, pero turbia, con mal olor y mal sabor, el sabor que sentían al cepillarse”.