con una espátula
Una tragedia sin sentido sacudió a Joliet, Illinois, cuando Shanquilla Garvey, una madre de 30 años, admitió haber matado a golpes a su hija de 8 meses, Cherish Freeman.
Por El Diario NY
El juez del 12º Circuito Judicial, Daniel Rippy, ordenó a Garvey cumplir 35 años en un centro correccional estatal por el homicidio involuntario de la pequeña Cherish, una sentencia que debe cumplir en su totalidad, sin posibilidad de libertad condicional anticipada. .
La historia se remonta al 20 de diciembre de 2017, cuando Garvey llamó al 911 desde el motel Bel-Air en la cuadra 1100 de Plainfield Road en Joliet, informando que su hija no respondía. Cuando llegaron al lugar, los socorristas encontraron a Cherish en estado crítico y la llevaron de urgencia al Hospital Ascension Saint Joseph en Joliet, como informó Law&Crime.
Debido a la gravedad de sus heridas, el niño fue trasladado al Advocate Children’s Hospital en Oak Lawn, Illinois. A pesar de los esfuerzos médicos, Cherish murió cuatro días después.
Los médicos determinaron que Cherish había sufrido dos fracturas de cráneo distintas, una hemorragia cerebral y una laceración del hígado.
Tristeza por el llanto del niño.
Según los fiscales, estas lesiones fatales fueron el resultado de la creciente ira de Garvey por el llanto del niño, lo que llevó a que lo expulsaran.
Garvey admitió haber arrojado a Cherish en una cómoda, levantarla, sacudirla y arrojarla al armario de la habitación del motel en un acto de imprudencia para que dejara de llorar.
A la mujer, que ha estado en prisión desde su arresto inicial, también se le atribuyen 2.377 días de condena ya cumplida, lo que equivale aproximadamente a 6 años y medio. Además de la pena de prisión, Garvey deberá cumplir tres años de libertad supervisada tras su liberación.
Leer más en El Diario NY