Según cifras del Foro Penal, hasta el 23 de septiembre se registraron 1867 detenciones. De esa cifra, 68 son adolescentes, con edades comprendidas entre 14 y 17 años.
Caracas. “No somos terroristas, somos inocentes. Un día dejaré este lugar sucio, este infierno al que nadie pertenece. esto no es vida. ¿Cómo es posible pagar por algo que ni yo ni mis compañeros hicimos?“dice Miguel Urbina, un adolescente de 16 años detenido en el contexto de las protestas postelectorales.
A través de una carta, lo único el pide su libertad y el de sus compañeros. No quiere que lo llamen terrorista. Aún no entiende claramente el término porque al momento de su arresto lo único que hacía era comer un dulce frente a la puerta de su casa.
Miguel clama justicia porque lo que hubieran sido 10 días de “investigaciones” se ha convertido casi 60 días período de espera para quienes los detuvieron, durante las protestas que comenzaron el lunes 29 de julio en rechazo a la resultados sin precedentes emitido por el Consejo Nacional Electoral y que declaró ganador a Nicolás Maduro.
“¿Para eso sirve la justicia? Nos dijeron que ya pasaron 10 días y dos meses (…) es triste mira lo que nos están haciendo, están destruyendo nuestros sueños, metas“dice otro fragmento de la escritura.
Sueños encarcelados
Desde la plaza Parque Carabobo, Theany Urbina, su madre, lee la carta firmada por el adolescente detenido desde el 2 de agosto. Junto a ella, otras madres también tienen en sus manos dibujos y cartas, que eran la forma en que solían expresar sus sueños. han sido truncados.
Theany dice que su hijo no fue el único arrestado, pues considera que no poder hacerse cargo del esparcimiento de su hija de tres años significa que la pequeña también es arrestada.
Muchos de ellos permanecen en el Centro de Atención de la Ciudad de Caracas ubicado en el cementerio ellos no participaron en las protestas, por lo que consideran injusta su estancia en prisión.
Cabe señalar que la protesta pacífica es un derechoentonces si participaste, no es un delito.
“No son terroristas, son inocentes.“lloraron, con lágrimas en los ojos, las madres que ahora integran el comité de “Madre en defensa de la verdad“que junto a los familiares de otros adultos detenidos y un grupo de organizaciones de la sociedad civil que se sumaron al llamado, se habían preparado para llevar un documento al Ministerio Público dirigido al Fiscal Tarek William Saab.
pide libertad
En el documento, entregado la mañana de este jueves 26 de septiembre, se da a conocer el comunicado del ocho adolescentes y siete adultos, todos pertenecientes a los lugares populares del país.
“Por el solo hecho de vivir en zona popular quieren sacar gente. No sólo son detenidos injustamente, sino que no directo a la defensa. ¿Qué clase de juicio es este?“critica un miembro de una de las alianzas que ha mostrado su apoyo.
Incitación al odio, terrorismo y robo, en algunos casos, son algunos de los cargos habituales de los encarcelados.
Lisger García, movido de la guaira para informar la detención de su hijo, Jesús David Rosal, detenido el pasado 29 de julio cuando regresaba de casa de un amigo en el sector de Sotavento.
Sin motivo alguno fue interceptado por los efectivos policiales quienes le ordenaron subir al vehículo.
“Me enteré a las 12:00 porque me llamó y me dijo que me fuera.“dice Lisger, antes de agregar que ese día era su cumpleaños.
Recuerda claramente el 8 de agosto, fecha que pudo ver por última vez, antes de ser trasladado al Centro de Entrenamiento “El Libertador” del nuevo, ubicado en Tocuyito.
“Esto cambió mi vida totalmente. Me encuentro con las manos atadas porque aunque vaya de un lugar a otro siento que no puedo hacer nada.“se lamenta entre lágrimas.
Sin derecho
Desde su traslado, sólo ha podido escuchar su voz una vez. Durante la llamada, su hijo aseguró que “estuvo bien“pero Lisger no tiene conocimiento de ello pues desde que llegó al centro de detención del estado Carabobo no ha podido entregarle ropa, alimentos ni artículos personales.
Relata que al momento de su detención, a su hijo le robaron su teléfono celular, el cual nunca apareció. Ni siquiera los 50 dólares que tenía en la cartera.
La opacidad de su proceso y la falta de pruebas resulta un poco desesperante. Por eso, lo único que destaca es la inocencia de su hijo de 25 años, quien ni siquiera participó en las protestas.
Según cifras de la Organización No Gubernamental Foro Penal, el 23 de septiembre se registraron 1.867 detenciones. De esa cifra, 68 son adolescentes de entre 14 y 17 años y 1.799 son adultos.
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