Hoy los venezolanos celebramos un nuevo aniversario del 19 de abril de 1810.
Celebramos ciertos acontecimientos que fueron precursores de nuestra independencia.
Paradójicamente, en materia política, iniciamos la lucha por la independencia proclamando la defensa de los derechos de Fernando VII frente a la agresión de Bonaparte.
Los protagonistas fundamentales de aquella jornada fueron un español, Vicente Emparan, y un chileno, el sacerdote Madariaga.
Hoy quiero centrarme en la figura de Emparan, máxima autoridad de la Capitanía General de Venezuela.
De Emparan aprendimos una lección de democracia que resulta de especial interés en estos tiempos.
Don Vicente dijo en la Plaza Mayor de Caracas, frente al pueblo reunido en asamblea cívica, y luego de recibir la señal del cura Madariaga: Si no queréis que os mande, no quiero mandar. ¿también?
Magnífico. Así es como debería ser. Eso es lo que es democrático.
El presidente Maduro y sus máximos colaboradores de gobierno deben reflexionar sobre este escenario y esta lección.
Debe ser muy doloroso y muy contrario al interés nacional gobernar un país contra la voluntad de la mayoría de los ciudadanos.
Para ello existe la doctrina y la praxis de la alternancia republicana.
Práctica que debe funcionar sin traumas, sin violencia, con normalidad institucional.
Seguiremos hablando.
Eduardo Fernández