Yuki Takeda es un japonés que sorprendió al mundo con su talento para silbar. Hace una semana, este hombre de 32 años se convirtió en el ganador absoluto de la Convención Mundial de Silbato, que desde 2016 se celebra cada dos años en Japón, esta vez en Kawasaki.
Los dos premios que ganó este año fueron: primer lugar en la categoría de autoacompañamiento (disparar y tocar un instrumento al mismo tiempo) y segundo lugar en la categoría de acompañamiento grabado. Una competición heredada de la Convención Internacional de Whistlers, que Yuki había ganado en 2010 en la categoría adolescente. De hecho, se presenta como un “silbador profesional del jazz, la música clásica y la música venezolana”.
Yuki no se limitó a silbar. También toca el cuarteto, maracas, flauta y guitarra. con gran habilidad. Compone y canta en español. Fue el único silbador que ganó los máximos premios en los tres concursos internacionales de silbato más importantes.
Takeda descubrió su pasión por silbar desde muy joven. A medida que crecía, se dio cuenta de que él también Tenía una habilidad especial para tocar melodías. con su silbato y decidió perfeccionar su técnica.
Su verdadero salto a la fama se produjo cuando decidió participar en la Convención Internacional de Whistlers, uno de los eventos que reúne a los mejores whistlers del mundo. En esta competencia los participantes deberán interpretar diferentes estilos musicales a través del silbato, mostrando su habilidad y creatividad. Este año Yuki Takeda decidió sorprender al jurado y al público con su interpretación de la música venezolanaun género poco común en este tipo de competición.
Con una mezcla de ritmos alegres y melodías pegadizas, Takeda Logró cautivar a todos los presentes con su interpretación de temas como “Carretera” y “Moliendo Café”.. Su impecable técnica y su pasión por la música venezolana le valieron el primer lugar del concurso. Desde entonces no ha dejado de sorprender al mundo con su talento para el pito, participando en diversos eventos y conciertos en los que demuestra su capacidad para interpretar todo tipo de géneros musicales.
Su uso del pito en la interpretación de la música venezolana ha sido aplaudido y reconocido por formaciones tan destacadas como C4 Trío, Ensamble Gurrufío y Guaco, entre otros. Y obtuvo el tercer lugar en el Primer Festival de Voz Digital “Le voy a mi tierra”. Fue el único concursante que no era venezolano.
En esta entrevista, este artista japonés habla de sus orígenes y su amor por la música venezolana.
– ¿Quién es Yuki Takeda? ¿Cuál es tu origen, dónde naciste y qué estudiaste?
-Nací en Tokio, Japón, hace 32 años. He vivido en 7 países diferentes, en 4 continentes. Estudié en Middlebury College, una universidad privada ubicada en el pequeño pueblo de Middlebury, en el estado de Vermont, Estados Unidos. Aquí obtuve una Licenciatura en Artes.
-¿Cómo fue tu acercamiento al silbido?
-No recuerdo exactamente cuándo fue, pero sé que cuando era muy joven ya silbaba. Debí quedarme impresionado al ver a alguien silbar y aprendí. Entonces se volvió automático para mí, como andar en bicicleta. Cuando tenía 14 años, mi madre, mi hermana y yo nos fuimos a vivir a Holanda. Mi madre tenía trabajo, mi hermana iba a la escuela, pero yo no tuve tanta suerte. Se quedaron en casa, una especie de NEET (acrónimo de “No Education, Empleo o Comercio”, que significa “sin educación, sin trabajo y sin comercio”). Tuve que estar muy molesto, porque comencé a buscar “silbar” en Google y encontré la técnica para silbar notas muy altas. Y así logré silbar cada melodía. Un año después, estaba viendo la televisión cuando de repente apareció el campeón del mundo en la categoría adolescente y descubrí que podía silbar en un registro más alto que el campeón del mundo.
–¿Cuánto tiempo llevas practicando y perfeccionando tu técnica de silbido?
-Creo que a partir de ese descubrimiento. Porque me di cuenta, meses después, de que había gente que pitaba bien y que para hacerlo había técnicas que estaban ahí, a mi alcance. Tres años después y con un horario de práctica de al menos tres horas diarias, tomé un avión a China para participar en la trigésima octava Convención Mundial de Whistlers y me convertí en Gran Campeón de la Categoría Adolescente. Y en la cuadragésima primera Convención obtuve el Segundo Lugar en la Categoría Adultos. Me convertí en alguien conocido en el mundo de los silbadores, fuera de donde, por cierto, uno es visto como algo raro o al menos exótico.
-¿Por qué elegiste música venezolana para el concurso? ¿Dónde aprendiste a jugar cuarteto?
-Cuando estudiaba en la universidad, tomé una clase de música venezolana y simplemente me enamoré de su música.
-¿Qué te motivó a participar en este concurso? ¿Cuánto tiempo te preparaste?
-Como no había ganado el primer lugar en este concurso, me dije “lo intentaré de nuevo”. Practiqué sin cesar durante seis meses, pero la realidad es que llevo preparándome casi toda mi vida (risas).
-¿Cuál fue la reacción de tus amigos y familiares cuando se enteraron de tu victoria? ¡En Venezuela celebramos como si fueras venezolano!
-Estoy feliz, muchos saben que llevo años compitiendo y que he ganado premios importantes. Sin embargo, todavía hay quienes se sorprenden.
-¿Tiene algún consejo para quienes quieran mejorar sus habilidades de silbido?
– ¡Déjalos practicar, déjalos aprender las técnicas! Que traten el silbato como cualquier otro instrumento musical. Para ello, deben centrarse en la articulación y la expresión. Me sorprende que algo que existe desde que el hombre es hombre, como el silbato, todavía se considere algo extraño. El silbato es el instrumento musical más accesible de todos.
-¿Qué crees que te hizo destacar del resto de competidores?
-La práctica constante de las diferentes técnicas con las que obtuve la familiaridad y dominio de las canciones que silbaba interpretar frente a un público.
-¿Tiene algún ritual o técnica especial que utiliza antes de pitar en una competición?
– No, en absoluto.
–¿Qué planes tienes para el futuro ahora que has ganado esta competición?
-Quiero ampliar mi repertorio para hacer más conciertos.
-¿Cuál es tu canción favorita para silbar y por qué?
-Por supuesto, “River Traveller” de Manuel Yánez. Su melodía me llenó de emoción.
-¿Qué mensaje o consejo le darías a quienes tienen un talento único, pero que no se atreven a mostrárselo al mundo?
Les diría que no tengan miedo de decir y mostrar lo que hacen. Que tienen que perfeccionar para presentarlo al pueblo. Yo diría que casi la mitad del público que tengo cuando doy discursos no sabe silbar. Pero hay maneras de aprender y eso es lo que hice. Y si de silbatos hablamos te diré que te hará más feliz. Porque los músculos faciales implicados en el silbido impiden tener una expresión triste. Te aseguro que el silbato te hará más feliz.