Debido a la situación económica y salarial del país, los jóvenes venezolanos deciden cambiar de vida, muchas veces dejando de lado su carrera universitaria para emprender un negocio. Hilary Guerrero, joven de 22 años del municipio de Cárdenas en el estado Táchira, recientemente egresada de la Universidad de Los Andes Táchira con la licenciatura en comunicación social.
Hilary le dijo a NTA lo difícil que es conseguir un trabajo en la industria y lo que tiene que hacer para llegar a fin de mes. Hilary, quien se graduó hace 6 meses, como muchos jóvenes venezolanos, enfrenta desafíos más allá del rigor académico.
“Cuando estudiaba, tenía que hacer muchas cosas”, recuerda Hilary. “Trabajé mucho tiempo llevando juguetes a Columbia y eso pagó muchos gastos universitarios”. Pero su verdadero desafío comenzó después de graduarse. A pesar de buscar oportunidades como profesional, se enfrentó a un mercado laboral complicado. “No lo entiendo”, admitió con franqueza.
Los jóvenes venezolanos no paran: de comunicador social a distribuidor de frenos
Necesitando apoyar a su abuela con Alzheimer y contribuir con los costos médicos y de atención, una joven venezolana tomó la audaz decisión de abrir su propio negocio en su casa ubicada en el municipio de Cárdenas.
“Empecé un negocio, un pequeño taller de frenos para automóviles”, dijo. Esta medida no fue sólo una alternativa al desempleo profesional sino también una forma de afrontar la realidad económica. “El salario no alcanza”, explicó el joven venezolano.
La tienda de descanso de Hillary tiene relativamente éxito en comparación con lo que podría ganar con el salario mínimo. Sin embargo, no está exento de dificultades. Informó que su negocio pierde foco durante las semanas en las que hay largas colas para conseguir combustible. Esto afecta directamente a tu economía.
A pesar de los obstáculos, Hillary mantiene una actitud positiva. “Mantén la cabeza alta, anímate y sigue trabajando”, fueron sus palabras de aliento. Es posible que tus expectativas hayan cambiado, pero tu fe sigue siendo la misma. Espera conseguir un trabajo como profesional de la comunicación en el futuro.
Para Hillary, la educación es una prioridad. “Es algo de lo que los jóvenes no deberían quedar al margen”, aconseja. A pesar de su situación, dijo, es importante que otros jóvenes venezolanos continúen persiguiendo sus sueños educativos y profesionales a pesar de los desafíos.