El activista, que pesaba unos 110 kilogramos antes de ser detenido el 2 de agosto, ahora pesa no más de 60 kilogramos, según el testimonio de su hermana que lo visita en el penal de Tocuyito.
Caracas. El 2 de agosto, cuando Edward Ocariz, defensor de derechos humanos y activista del partido político Primero JusticiaLo sacaron de su casa y lo arrestaron, pesaba unos 110 kilos. Ahora, tres meses y cinco días desde entonces, su hermana calcula que no pesa más de 60 kilos.
Sol Ocariz, hermana del activista, dice que desde su detención sólo ha podido verlo tres veces, desde que está en prisión Prisión de Tocuyitodonde a las familias no se les permite llevar comida a los prisioneros y rara vez les permiten repartir galletas y agua.
“En tres ocasiones lo pude ver. La primera vez me quedé en shock porque mi hermano era un señor de 110 kilos y ahora creo que si pesa 60 kilos es mucho. Está muy demacrado, infeliz y me dice que la alimentación es muy mala, muy poca, y la hidratación es la misma”, afirmó. Crónica uno.
Las consecuencias del arresto.
Incluso Sol aseguró que su hermano está tratando de mantenerse fuerte, mental y emocionalmente, en prisión y sabiendo que está acusado. terrorismo, incitación al odio y alteración del orden público Pasaron factura en su estado físico, que ella describe como “descompuesto”.
“Está delgado, pálido. Tengo entendido que sale al sol una vez a la semana durante 20 minutos. Le llevo sus medicamentos, los tratamientos que recibe, pero todavía estoy preocupado por su estado”, explicó.
La activista de derechos humanos de 53 años padece enfermedades como hipertensión, artritis y otra que afecta su columna.
Sol explicó que aunque la familia de Edward es numerosa, muchos se encuentran fuera de Venezuela y otros son personas mayores, por lo que tuvo que hacerse cargo de los cuidados y necesidades de su hermano, así como de las gestiones para solicitar su liberación.
Desde el día de su detención, Edward estuvo en el Sebin de El Helicoide, sede policial en Maripérez, en celdas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en Boleíta, hasta que fue trasladado a Tocuyito, donde lo detuvieron.
Su hermana dijo que no fue hasta la última visita que le permitieron entregarle una botella de agua de cinco litros, galletas, dulces, dulces y golosinas. dos piezas de ropa interiorlos primeros que les ha dado desde que lo sacaron de su casa.
Dijo que en Tocuyito le permitieron entregar medicamentos que son llevados a la clínica de salud del penal, desde donde son entregados a su hermano y a cualquier recluso que los necesite.
Sol late todas las semanas para ir al penal de Tocuyito, traer medicinas e intentar ver a su hermano Edward Ocariz, un activista de derechos humanos.
En 3 meses sólo pudo verlo dos veces y nota que ha perdido unos 50 kilos. #VenezuelaResistir
Es una de las más de 2.400 personas arrestadas… pic.twitter.com/UprkbHkZ0U
—PROVEA (@_Provea) 4 de noviembre de 2024
Por eso trae, además del tratamiento para su tensión, medicamentos de atención primaria general, vitaminas y otros suplementos para garantizar el bienestar de su hermano y sus compañeros de prisión.
“Una injusticia”
Edward fue detenido luego de las elecciones del 28 de julio, específicamente el 2 de agosto, cuando funcionarios de la PNB llegaron a su departamento, ubicado en Coche. Más temprano, los agentes visitaron a otro familiar y a varios vecinos, quienes preguntaron por él.
Durante la detención, los policías no mostraron ninguna orden judicial ni argumentos que la justificaran.
Anteriormente Sol historia a Crónica uno que mientras se encontraba en Boleíta, el defensor de derechos humanos “estuvo atrapado por más de dos horas, en las que quisieron obligarlo a firmar y registrarse contra varios actores políticos de la oposición”.
Luego agregó que aunque fingieron golpearlo, no lo hicieron. Posteriormente, le pidieron que firmara un documento que, según testimonio de sus familiares, decía que le garantizaban todos sus derechos. Eso no lo detuvo todavía.
Sol explicó que aunque ahora le han permitido verlo y pasarle algunas cosas, el último pedido de toda la familia es su liberación, porque “él es inocente”.
“El pedido más urgente es que lo liberen. Mi hermano Edward Ocariz ha sido, durante muchos años, activista y representante de derechos humanos en la parroquia de Coche. Nunca, jamás ha puesto un pie en un departamento por alguna denuncia”. “No tiene antecedentes penales ni antecedentes de mala conducta de ningún tipo. No podemos explicar por qué está haciendo esto”, insistió.
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