Como cada año, todas las calles y avenidas de Mérida se cierran por la noche para que niños, jóvenes y adultos puedan disfrutar de una tradición especial, las Carruchas de los Andes, un tipo de moto de nieve que transportan los meridanos.
A lo largo de los años, nadie sabe exactamente cuántos niños y adultos construyen sus coches para las fiestas. Están fabricados en madera porque manda la tradición. También utilizan materiales reciclados que aguantan el lanzamiento esperado en las calles en pendiente de la ciudad.
Para los ciudadanos, esta actividad recreativa, realizada los mismos días de la Misa de Aguinaldo, está intrínsecamente ligada al espíritu andino, pues su geografía y cultura acercan a toda la comunidad a divertirse en sus carruchas.
Pero esta tradición no se limita a las comunidades, entre el 16 y el 23 de diciembre los meredinos se reúnen en la Avenida Las Américas para disfrutar de una carrucha de 20 metros.
Una tradición naranja
Llamado La Naranja Mecánica en Mérida, este superdeportivo ha llevado a locales y visitantes a pasear desde 1935. Carlos Zambrano, impulsor de esta mega construcción, dice a la NTA que el vagón tiene capacidad para 180 personas y pretenden aumentar la cifra hasta el 2025.
Señaló que se llama naranja mecánica no por el equipo de fútbol, sino por la construcción histórica de la cabina. Esto indica que en 1985, un grupo de vecinos donó madera y rodillos de talleres de la zona para construir la primera versión de esta máquina. En el momento de la pintura, un vecino donó mucha pintura naranja y el diseño fue tan popular que se mantuvo durante 39 años.
“Como comunidad buscamos madera y laminadores, que es muy común. Cómo lo hacemos es porque si lo hacemos con metal va más allá de la tradición”, dijo Carlos, asegurando que ampliar las queridas naranjas mecánicas es un verdadero desafío. .
Además, confirmó que para el 2025 se renovará la carrucha más grande de Mérida y para continuar con la tradición, cada año montarán más meredinos.