El mercado del arte en Venezuela es sin duda un sube y baja, donde hay que saber columpiarsesobre la situación económica y social del país. Sin embargo, es un negocio susceptible a cualquier cambio y ahora pareciera tener cierto repunte porque, sin duda, el arte puede resultar una buena inversión y una forma de proteger el capital.
El arte en general experimenta ciertos brotes después de casi dos años de paralización de las galerías por la pandemia, y se han visto grandes exposiciones en galerías y museos en el marco de los centenarios de algunos maestros venezolanos, así como exhibiciones independientes. Esto refleja los logros después de una labor titánica para mantener el mercado activo y abierto a personas interesadas.
Odalys Sánchez, fundadora y directora de la Galería Odalys, comentó para El Estímulo que se ha dado un boom de nuevas galerías en los últimos años porque hay un mercado, sobretodo de artistas jóvenes, que lo demanda y tratan de hacer nuevas propuestas, por ello aúpa los nuevos espacios para el arte, sin embargo “hay una idea un poco romántica pensando que hay mercado para todo, pero hay que trabajarlo mucho”.
Explica que el mercado tiene muchas patas: los artistas; la crítica de arte es fundamental porque es quien interpreta, valora y traduce para el público; las galerías que ponen en funcionamiento la obra en mercado; la subastas, que son los moderadores del precios; los museos que validan y sacralizan a los artistas y su obras. Es todo un entramado, y además hay otros elementos como vendedores independientes, iniciativas e instituciones privadas que apoyan y luego toda una producción editorial que acompaña, como son los catálogos.
“El público cree que en arte se gana mucho dinero, pero realmente es un negocio que requiere mucho esfuerzo, conocimiento, estudio y constancia, porque hay que trabajar a diario en función de la obra, del mercado, del coleccionista, del artista e instituciones, y sobreviven los que piensan en 5% de genialidad y 96% de sudor”.
Odalys Sánchez
No obstante, el arte es un buen negocio cuando en el momento de la compra se concreta un precio razonable, para una obra razonable y representativa de algún artista. Pero es en las subastas donde se determinan actualmente los precios del mercado, acota.
El arte y las subastas
En todas las partes del mundo el valor delas obras lo establece el resultado de una venta pública (subasta), que es un foro abierto y libre de compradores y vendedores que convergen para adquirir un bien, y si hay muchos compradores y vendedores, se perfecciona el negocio.
En Odalys la valoración la de la pieza se logra tras un acuerdo con el dueño y se llaman a curadores, por áreas o especialidad, para refrendar la autenticidad de las obras mediante un acto público y luego se procede con la subasta, que se realizan en diferentes sitios de la ciudad. Incluso durante lapandemia se hicieron diez de manera virtual.
El grupo Odalys que se ha reinventado cada año y extendido sus áreas de acción cuenta con la única casa de subastas de Venezuela y llegó a la número 307, resultando una alternativa para las personas que si bien heredan un cuadro o tienen la necesidad, pueden convertir esa pieza en dinero al dinamizar el mercado.
Esta casa de subasta da entrada a todos, bien sean jóvenes o reconocidos para albergar la mayor cantidad de alternativas, y promueve la participación de artistas emergentes para que se fogueen en el mercado poniendo sus obras a la exhibición pública, explica la propietaria.
Y aunque no siempre se vende y tampoco todos tienen la cantidad de dinero para adquirir, una subasta permite seleccionar y mientras tanto, las piezas que no se venden conservan su valor, por ello –reiteró- “el arte es una inversión porque no se desvaloriza ni deprecia, pero el negocio es saber comprar adecuadamente”.
Una tarea necesaria
Otras de las áreas que ha explorado el grupo a través de la Fundación Odalys es la digitalización de todo el archivo documental del arte venezolano, tras un acuerdo con la Fundación Museos Nacionales para el rescate de las obras de artistas y del archivo documental de Venezuela que es patrimonio de todos.
Este trabajo es muy importante para el país y lleva desarrollándose desde la pandemia para protegerlos archivos que son parte de la historia, y con ello se permitirá un mejor escenario para dar a conocer el trabajo de los grandes maestros nacionales.
La digitalización del archivo consta de más de 178 mil ítems y está siendo totalmente financiado por Fundación , y servirá para consulta de estudiantes, investigadores, artistas y estará disponible en las plataformas de ambas instituciones, y en el caso de Odalys, se suma al archivo documental propio que ya de por sí es una gran biblioteca, explica la experta.
A través de la Fundación la corporación desarrolla un programa de becas para artistas, prepara un concurso para curadores para actualizar al circuito curatorial e insertar a gente joven que pueda hacer propuestas.
Lo que se busca –comentó- es tender puentes y caminos y en la medida que las obras de los grandes artistas estén representando en grandes museos y grandes exposiciones, se fortalece el mercado.
Café para la intelectualidad
Con un nuevo proyectó que se integró al grupo para el rescate de grandes artistas que han sido olvidados, nació el Café de Ávila. Sánchez relató para El Estímulo que en 1872, durante la época de Guzmán Blanco, existió también un Café del Ávila en la Plaza Bolívar de Caracas, donde se hizo la primera gran exposición del arte bajo la iniciativa de un hombre de negocios y diplomático alemán. Esta muestra fue visitada por 12 mil personas, un cuarto de los ciudadanos de un universo de 40 mil habitantes de toda la capital, reflejando todo un éxito para el momento.
La exposición recogió 253 obras de diversos artistas entre pintores, escultores y fotógrafos, y fue la primera vez que la fotografía fue considerada como una obra de arte en Venezuela y valorada como foto de autor.
De todos esos artistas se conocen hoy en día si acaso a 15, los demás pasaron al olvido. De ahí nace la idea del Café del Ávila que, siglo y medio después, busca rescatar a esos artistas, fomentando un sitio de tertulia, de intelectualidad, de reunión para intercambiar ideas y compartir intereses, como centro cultural en el este de la ciudad, donde converjan el arte, la galería y la librería reabierta hace pocas semanas.
La adquisición de Librería Alejandría aunque no sea en los momentos para producción editorial, sin duda vincula al Grupo con el área, dada la consolidada trayectoria en la producción de catálogos de arte y la próxima publicación del los libros del Taller Libre de Arte, que será presentado en la nueva sede en el centro comercial Líder de Caracas.
Asimismo, la creación del nuevo punto cultural al este de la capital con una nutrida programación, tendrá una repercusión positiva con los otros espacios del recinto comercial, donde también funcionan salas de cine y de teatro –éstas próximas a abrir-, la galería, la tienda de arte, el Café del Ávila y ahora la reinaugurada librería, con la que se espera estimular la producción de libros y ediciones, explica Sánchez.
Las cuatro galerías de arte
En cuanto a la galería, negocio con el que nació la empresa en los espacios del Centro Comercial Concresa hace más de tres décadas, Sánchez reveló que éstas funcionan con exposiciones y trabajan con un porcentaje con el artista, mientras que con la casa de subasta reciben consignaciones de cualquier persona o artistas porque tienen el know how, la experiencia y la confianza de la gente. De esta manera trabajan con ambas metodologías y se han expandido hacia áreas complementarias para ofrecer una apoyo integral a los compradores y artistas.
Son además una de las pocasgalerías que trabajan con obras de artistas que ya no están vivos y que vienen de coleccionistas y si no trabajan por rescatarlos, esos nombres van quedando en el olvido.
Por su parte una galería implica una gran responsabilidad por el resguardo, de hecho debe contar con espacio físico con condiciones apropiadas, seguro y conocer a la persona a quien se le entrega la obra, por ello es un negocio riesgoso.
Una galería puede tener un 50% de ganancia al cual hay que restarle todo los gastos inherente a la galería, personal, local etc. y mantiene un grupo pequeño de clientes donde el trato es personalizado y la venta es más directa. La subasta, en cambio, maneja márgenes más pequeños porque trata de buscar mayor número de compradores y puede venderles a un universo mayor.
La expansión de las Galerías Odalys a Miami, España y próximamente a París, además de las dos sedes de Caracas, permite acuerdos entre las sedes para intercambiar piezas y apoyarse en las exposiciones, porque aunque son empresas hermanas, tiene participación accionaria diferente, son autónomas y funcionan de manera independiente.
Momentos difíciles
En cuanto a la querella judicial entablada por un grupo de personas contra la galería, caso que salió a relucir recientemente, afirma que hay “ciertas campañas de prensa desarrolladas por personas inescrupulosas que están fomentando dudas en el sector y que pueden perjudicar no sólo al Grupo Odalys, sino la confianza en el sistema de galerías”.
“Hay tres personas detrás que utilizan una pared de artistas y son vendedores muy inescrupulosos y maltrechos dentro de la opinión pública, y lo que buscan es un caballo de Troya con el arte venezolano, para obtener una vía y convertir obras falsas en auténticas, usando mecanismos fuera de todos los protocolos internacionales y de toda lógica, usando la debilidad de algunas instituciones”, asegura Sánchez.
Agrega que el actual litigio en su contra y a raíz del cual el dictaron prohibición de salida del país, está en manos de abogados, quienes están ejerciendo todas las acciones legales para restituir la normalidad y poder colocar las cosas derecho (…) y “harán lo que corresponda para que la ley me acompañe porque siempre he actuado de lado la ley”.
En cuanto al grupo de obras de arte que estaban en puja el día que se interrumpió la subasta, Sánchez comentó que están bajo la custodia de la galería y comentó que “pretendían llevárselas de forma absolutamente ilegal, saltando todo tipo de derecho de las personas, lo que era prácticamente un robo (…). Invito o cualquier persona que tenga una obra de esas, a pasar por la Galería Odalys en el Centro Comercial Líder que se la vamos a mostrar”.
“Estamos trabajando para liberar cuanto ante esas medidas, y en ese momento nos comunicaremos con cada una de las personas para que tomen su decisión si la dejan en la misma subasta, la cual pretendo continuar exactamente en el último lote en que subasté (…) por eso el llamado a las personas para que estén tranquilas, que nosotros estamos protegiendo adecuadamente no solamente las obras de esta subasta, sino todas las obras de todas las personas que nos han consignado y creemos que son varios miles”.
Odalys Sánchez
Insiste en que la demanda en su contra es parte de lo que califica como «un terrorismo judicial», donde algunos artistas están siendo manipulados, «pero pronto la gente se va a dar cuenta».
Según la galerista, la acción judicial no es solo contra Odalys sino contra un bloque de instituciones establecidas en el mercado venezolano, donde hay otras fundaciones y coleccionistas afectados.
“Esto es una organización que aprovecha el nombre de personas que tuvieron prestigio para crear zozobra. Mi mensaje es tener calma que estamos trabajando para defender cada obra de cada coleccionista y también proteger al grupo”.
Odalys Sánchez
Asegura que con 350 subastas, 250 exposiciones, representación en tres países, cuatro galerías, tres casas de subastas, editorial de arte, dos fundaciones, ediciones del arte, Café del Ávila, tienda de arte y una librería, el trabajo sostenido en el tiempo y el respaldo de la restauración de la obra monumental de muchos artistas, edición de catálogos, así como llevar adelante proyectos de envergadura, además de ser la primera galería venezolana- española que estuvo en la bienal de Venezia, “no podemos poner en juego todo este trabajo y lo que mueve la razón de ser de todo los días de este consolidado grupo”.
La directora del Grupo que lleva su nombre es físico nuclear de profesión, pero su afición por el arte la llevó a especializarse en museología (UCV), extender su formación en arquitectura (UCV), y a ser subastadora de oficio y evaluadora acreditada. Ahora anuncia con entusiasmo, entre los planes, la subasta de arte emergente para jóvenes creadores.
La oferta o puja que está en preparación, según explicó, dejará ver las experiencia de muchos nuevos artista con grandes talentos, en especial en las regiones del país y que no se conocen, para quienes debe haber espacio dentro del mercado.
Finalmente, reiteró que desde hace 20 años son los únicos que siguen haciendo y produciendo catálogos gratuitos de sus exposiciones y este año, la Fundación es responsable del totalfinanciamiento de los catálogos centenarios de Jesús Soto y Carlos Cruz Diez, para que haya un registro absoluto del arte venezolano y siga siendo valorado por las nuevas generaciones.