Desde el mismo momento en que Andrés Badra asumió como vicepresidente y director general de Venevisión Media en octubre pasado, comenzó a poner en marcha su “Proyecto de transformación y evolución” de esa empresa -así lo ha llamado-, con el propósito de convertirla en un conglomerado de ofertas de contenido en diversidad de plataformas, “un reto al que me sumo con orgullo y total compromiso de éxito”.
Se trata de una ambiciosa tarea que ha arrancado con la grabación de un seriado dramático de 15 episodios en sus instalaciones, con la participación de un apreciable grupo de actores venezolanos, tanto residentes en el país como otros que viven en el exterior. Todo ello, bajo la producción de Hispanomedios, empresa que tiene bajo su total responsabilidad esta labor, con la cual el canal pretende reactivarse luego de varios años trabajando a media máquina, por decir lo menos.
Badra comenzó como hombre de TV desde muy temprano. “A la televisión entré a los 27 años y no paré hasta los 50. Y después tomé un ‘break’, monté mi propia compañía, que no tenía que ver con televisión y estuve casi cuatro años con ella. Y volví de nuevo al ruedo en esta nueva etapa. La verdad es que ha sido un viaje maravilloso”, expresó a El Estímulo para sintetizar su trayectoria profesional de 34 años.
–Toda mi vida he estado involucrado en procesos de transformación, primero en aquella Rctv que se reinventó y se transformó después de Por estas calles. Cuando me dieron ese encargo, lo hice como parte de un equipo de 12 ejecutivos que llegaron a transformarla. Porque a pesar del éxito rotundo de aquella telenovela, todo el dinero que habían ganado lo gastaron en las siguientes dos producciones dramáticas, que fueron un fracaso. A partir de allí no he parado de estar en organizaciones transformando, siempre en ese proceso. Es una especialización que obtuve sin proponérmelo. Cada vez que el negocio está ya transformado y lo que necesita es estar así, normal, me llevan para otro lado (ríe).
Nuevas plataformas a la vista
Ahora asume otro reto, esta vez navegando en la complejidad que exigen los nuevos tiempos. Propone que Venevisión deje de ser un canal de televisión para emerger como un grupo multimedia. Nada más y nada menos. Y explica sus líneas de acción:
-Hay que hacerlo, porque hoy día ya no se consume únicamente contenido a través de la televisión lineal, sino que tenemos una cantidad de OTT (Over-the-top, aplicaciones que ofrecen contenido de video a través de internet, en lugar de televisión por cable o satélite), donde hay mucho consumo de contenido por red digital, por redes sociales, y los medios en su totalidad han tenido que reacomodarse, pues tienen un momento determinado en el día a día de las personas. En un día todas las personas tienen su momento para ver televisión, para escuchar radio, para acceder a las redes sociales. Ya no es solamente ver televisión. Si nosotros nos quedamos solamente haciendo televisión, nos ubicaríamos únicamente en uno solo de esos momentos.
-¿Se plantean entonces otras opciones paralelas a la televisión abierta, como las plataformas de streaming y las que me acabas de mencionar?
-Parte de las iniciativas van por allí. Una de las que estaremos lanzando en los próximos 45 días se relaciona con una nueva plataforma OTT, donde vas a obtener hasta cinco o seis canales de televisión en paralelo de distintos tipos de contenidos, pero consumibles solamente por esa vía. Vas a tener librería en presente y pasado de Venevisión para ser consumida bajo demanda, zonas exclusivas de sus actores, con contenidos especiales para ellos. Es decir, cambiaremos la forma del consumo televisivo.
-¿Y la señal abierta cómo se inscribe en este panorama?
-La señal abierta seguirá siendo muy importante; de hecho, continúa siendo la más importante para el negocio. La seguimos reestructurando. Estamos terminando varios procesos de reestructuración e iniciamos otros en paralelo, relacionados con inversiones en proyectos y modificaciones en el organigrama de determinados departamentos, así como revisar los perfiles de las personas que están dentro de la organización y que requerimos incorporar en este esquema. Hay una cantidad de conocimientos que debemos traer a bordo y que hoy día no figuran todavía en la organización. Son retos que seguimos en paralelo en este momento y que son para televisión abierta.
-¿Cuánto ha avanzado esta iniciativa desde que asumiste como vicepresidente de Venevisión Media en octubre pasado?
-Te diría que ha avanzado más de lo que realistamente era posible hacer, pero menos de lo que yo tenía en mente y planificado realizar.
-¿En qué sentido?
-En que los problemas que he tenido que enfrentar han sido más diversos y complejos de los que originalmente tenía planteados. Pero al mismo tiempo, la ayuda de las personas que he conseguido aquí ha sido más grande de la que esperaba; por lo tanto, ha avanzado más rápidamente, pero hay más problemas de los que pensaba. Estimaba que podrían ser tres o cuatro retos, y resulta que me conseguí doce.
-¿Cuáles son los principales?
-Tengo retos de inversión tecnológica, de capacitación de la gente en las nuevas tecnologías y las nuevas formas de consumo; retos comerciales debido a la baja credibilidad en la que lamentablemente cayó la televisión, no solo Venevisión, sino la televisión en general en los últimos años. También retos en temas como, por ejemplo, volver a hacer televisión, pues nosotros dejamos de hacerla.
-¿Cómo es eso?
-Por una situación de la pandemia, por la cual prácticamente lo que nos dedicamos fue a mantener viva una organización, pero con el menor esfuerzo posible. Se nos olvidó cuál era nuestra razón de ser.
-¿Estos objetivos se plantean alcanzarlos a corto, mediano o largo plazo?
–La fuga de talentos nos estará tomando probablemente de dos a tres años, porque Venevisión no puede ser ajena a la realidad del país. Todos sabemos que tenemos un reto desde la perspectiva de recursos humanos en Venezuela. No solo se nos ha ido gente, sino que además tenemos que volver a capacitarla. Y hay que volver a hacer que la gente sueñe, que se levante todos los días con ganas de venir a trabajar, no solo en Venevisión, sino en todo el país. Porque necesitamos motivarla a creer que sí podemos hacer cosas. En cuanto a lo de aprender a hacer contenidos para distintas plataformas, ya estamos trabajando en eso, lo que nos llevará a nuevas modalidades, pues es un ecosistema que ha cambiado, que no está solamente compuesto por televisión abierta.
-¿Y en cuanto a la inversión tecnológica?
–Nos tomará también de dos a tres años, porque la brecha que existe de tecnología en la mayoría de las estaciones de televisión de Venezuela hoy día, contra lo que es el estado actual del desarrollo tecnológico en televisión, es muy alto, muy grande. Tenemos que tratar de recuperar el espacio perdido en tecnología en los últimos diez años, para volver a estar más o menos a la altura de lo que se está haciendo a nivel mundial. Ya este año vamos a tener algunas cosas. El nuevo Portada’s va a ser un ejemplo de un Catch up tecnológico.
-¿Viene un nuevo Portada’s?
-Sí. Con un nuevo estudio, escenografía, equipamientos, nuevas secciones y contenidos. Ahí vamos a ver cómo nos estamos tratando de emparejar con ese gap tecnológico que tenía. Eso estará ocurriendo en los próximos 30 días. En cuanto a producir para este nuevo mercado, debo decirte que ya es una realidad. La nueva OTT que lanzaremos en los próximos 45 días nos permitirá un consumo de contenidos de distintas formas.
-¿Qué los impulsó a emprender este proceso de transformación en Venevisión?
-En algún momento los dueños de la organización se dieron cuenta que el mercado podría dar la oportunidad a Venevisión, después de todos estos años muy complicados y difíciles por los que ha pasado todo el país. Los dueños nunca dejaron que Venevisión muriera. Eso es algo que hay que rescatar y que es muy importante. Porque aquí era muy fácil agarrar y decir: “Esto se fue a infierno, vamos a cerrar las puertas y se acabó”. Nunca lo hicieron. No importa en qué parte del mundo se encontraran, ellos estuvieron siempre pendientes de mantener la estación viva. Y cuando las condiciones del mercado se empezaron a dar de una manera distinta, dijeron que ya era hora de dar el paso adelante, de comenzar a refundar la nueva Venevisión, lo que quiera que eso signifique en un futuro. Porque ya no es un canal de televisión del pasado, será otra cosa.
Formato dramático de nuevo tipo
-¿Qué clase de programa dramático es el que están haciendo?
-Tenemos una asociación con Hispanomedios, productora exclusiva de un seriado dramático corto. No es una novela, ni tampoco una miniserie. Es un seriado dramático de 12 capítulos del que Venevisión solamente sirve como telón de fondo. Como la historia está relacionada con un canal de televisión, nuestras instalaciones son perfectas para narrar esa historia. Por eso es que estamos facilitando nuestras instalaciones. No es una producción de Venevisión, pues lo único que haremos será transmitir el seriado.
No es que no vayamos en algún momento a hacer una telenovela, pero todavía no estamos allí. Esta es una suerte de prueba de laboratorio. La idea es que si este producto es exitoso, podamos producir después nuevamente más historias similares con este mismo productor y formato. De acuerdo a sus resultados y a cómo nos vaya en el experimento, veremos cómo mejoraremos el modelo de negocio para que sea sostenible en el más largo tiempo y podamos incluso hacerlo mucho más ambicioso.
Hoy día los pronósticos son todavía muy reservados en el mercado. No podemos lanzarnos de frente con una inversión, sin saber si esa inversión al menos se pague ella sola. Porque muchos anunciantes decidieron, unilateralmente y sin conocimiento, en darle la espalda a la televisión, que hoy no tiene necesariamente la fuerza para poder producir contenidos. Esto es bien importante, porque al final nosotros tenemos las ganas y la intención de querer invertir, pero el mercado no nos acompaña y de alguna manera la legislación vigente nos fuerza a hacer una serie de cosas que el mercado no nos permite pagar. Estamos contra la espada y la pared. Tenemos que destrabar por algún lado. Estamos haciendo grandes esfuerzos por desatascar la ecuación.
-¿Tienen definida alguna fecha para el estreno?
-Te puedo asegurar que será el último cuatrimestre del año.
-¿Hay posibilidades ciertas de que Venezuela recupere el lugar que tuvo como líder en la producción de telenovelas?
-Es una buena pregunta y me gustaría respondértela con un nivel de sensatez y de racionalidad que te permitiese a ti dar una declaración con cierto nivel de certeza. Pero lo que te puedo decir es que cualquier esfuerzo sostenido por al menos recuperar la producción de ficción venezolana pasa por, primero mucha inversión tecnológica, segundo mejores capacidades y conocimientos de las personas que están delante y detrás de cámara, y tercero el entendimiento de los nuevos mercados de monetización de los productos de ficción. Cuando esas tres condiciones se den, creo que tendremos un negocio de telenovelas nuevamente sostenible en Venezuela. Mientras eso no se dé, cualquier intento por entrar allí, puede ser altamente riesgoso.
Miss Venezuela, algo más que mujeres bellas
-¿Esos cambios inminentes incluyen al resto de la programación? ¿Cómo queda el Miss Venezuela, por ejemplo? ¿Están plenamente satisfechos con la elección de 2022, realizada en el Poliedro?
-Entré cuando estábamos terminando el proyecto de Miss Venezuela del año pasado y creo que la gestión, que estaba a cargo del canal, hizo un gran trabajo de sacar al certamen al ruedo público y llevarlo al Poliedro. Pienso que fue un logro que no se puede desdeñar. Pero claramente ese modelo de negocios no era sostenible a largo plazo, por muchas variables que tiene el modelo. Por ello, este año estamos comenzando a sembrar la semilla que nos puede sostener al Miss Venezuela como una propiedad de gran valor para la familia. Que no sea solamente algo que hagamos una vez al año. Lo que queremos es que podamos disfrutarlo mucho más tiempo, darle un poco más de continuidad en el tiempo, antes y después.
-¿Cómo sería eso?
–Estamos desarrollando muchos contenidos paralelos, de alguna manera anexos al Miss Venezuela, que no solo van por televisión, sino por otras plataformas. Probablemente te vas a poder encontrar, dentro de algunos meses, un canal de nuestra OTT dedicado al Miss Venezuela, con contenidos específicos del certamen, que no están saliendo necesariamente en televisión abierta. Así te aseguras que Miss Venezuela se convierta más en un modelo de negocios sostenible a largo plazo, que en un evento de una noche. El de este año lo haremos en un espacio del Centro Comercial Líder que es realmente espectacular, pues podríamos meter de 2.500 a 3.000 personas. Tiene la escala de lo que necesita un buen espectáculo de televisión y no un evento, que es distinto. Y ese espectáculo de televisión debe tener otro tipo de propiedades conexas, que pueden aparecer en redes sociales, en canales por streaming y en fast channels en la OTT. Pueden tener una cantidad de contenidos desdoblados en otras plataformas, porque no dependeremos solamente de un evento de una noche.
Ocurre que el Miss Venezuela es un atrayente proceso, donde tomamos a una mujer que recién acaba de inscribirse y que habitualmente tiene muy pocos recursos, para convertirla en una mujer modelo importante y representante de Venezuela a nivel internacional. Ese proceso, que demora alrededor de seis meses, es un desarrollo maravilloso de preparación. ¿Para qué entonces remitirlo a una noche? Hay que ir más allá, y no solamente para sacarle provecho para el negocio, pues tenemos que ser justos con lo que significa el Miss Venezuela.
-¿Qué significa en el contexto que me mencionas?
-Que no se trata simplemente de un concurso de belleza, donde pones a una mujer con un vestido a pasar por una pasarela como si fuera una cosa. No. Hay un proceso muy profundo detrás de esto. Hay decenas de profesionales que están rodeando a una mujer para que en seis meses se convierta en un modelo. Y no un modelo de pasarela, sino uno de mujer en todos los sentidos: con valores, con personalidad, con seguridad, con idiomas. Porque la dedicación hoy día no es tener mujeres bellas, sino mujeres integrales. Esto es lo que vamos a empezar a ver desde ahora con mayor énfasis.
Al rescate de Sábado Sensacional
-¿Tienen planes para Sábado Sensacional?
-Este año Sábado Sensacional ha recibido algunas inyecciones de vitalidad. Volvimos a salir con el show a la calle, que es algo que no hacíamos desde hace mucho. La gente de los barrios nos ha recibido con un amor increíble. Es una marca metida en el corazón de los venezolanos. Hay nuevamente artistas musicales paseando otra vez por el programa. Va a ser probablemente uno de los focos de crecimiento del año 2025 o un poco antes.
Le meteremos mucho cariño otra vez para convertirlo de nuevo en ese portaaviones de grandes formatos, de atractivos concursos y grandes momentos familiares. Aunque Sábado Sensacional estuvo en su más mínima expresión durante la pandemia, todavía es el líder imbatible de audiencia en todos los hogares venezolanos. ¿Cómo vamos nosotros a traicionar eso?
Información y opinión bajo la Ley Resorte
-¿Tienen contemplado los noticieros en este proyecto?
-Los noticieros seguirán estando en Venevisión. Tenemos un proyecto de mejora de puesta en escena para los próximos seis meses, para así estar a la altura de los noticieros internacionales. Y posteriormente viene un nuevo proceso de producción de noticias, que vamos a estar haciendo durante 2024, para que podamos decir en 2025 que Venevisión tiene noticieros con estándares internacionales.
-¿Cómo quedará allí la Ley Resorte?
-Una cosa es la ley y otra la producción. La ley no tiene porqué someter la producción.Esta última se puede mejorar perfectamente y seguir cumpliendo con la normativa. Queremos, como siempre, poner de manifiesto que seguimos siendo pioneros en demostrarle a la gente que los espacios de información de Venevisión no tienen absolutamente nada que envidiarle a ningún canal de televisión en el mundo. Es lo que quisiéramos consolidar en los próximos dos años.
-¿Eso incluiría los programas de opinión?
-Estamos estrenando un programa de opinión, que ya salió al aire hace dos semanas, los domingos en la mañana, conducido por Margarita Oropeza. Lo vamos a ir extendiendo en la medida en que sea necesario. Es un programa que le va a volver a abrir las puertas a la opinión en Venezuela, de allí su nombre de “Abriendo puertas”. Porque queremos darle la oportunidad a todas las personas que tienen algo importante que decir con respecto a algún tema, para venir a hacerlo y emitir su punto de vista. ¿Vamos a hablar de educación? Hablemos entonces de la educación con diferentes perspectivas, que venga un experto de educación de uno de los polos de la política con otro del polo opuesto y nos podamos sentar a debatir ideas, sin que eso se convierta en una discusión política, sino que sea sobre cómo enriquecemos el sistema educativo venezolano.
-¿Y el humor?
–El humor, al igual que la telenovela, pero por diferentes razones, permanece todavía en un segundo plano. Las razones específicas están relacionadas en que, como género de televisión, siempre ha estado muy ligado, y todavía lo está, a algunos temas muy sensibles que hoy en día están regulados por la Ley Resorte. El humor viene a ser un terreno minado, donde pocas personas actualmente podrían atreverse a hacerlo en televisión abierta. Probablemente vamos a empezar primero por otras plataformas, contenidos más sencillos de producir, pero que sean del género humor y que puedan ir por plataformas que nos permitan ciertas licencias para hacerlo.
El humor necesita licencias, de lo contrario, no da risa, esa es su base. El humor satiriza, o de alguna manera usa una situación real para sobre ella crear una ficticia pero jocosa. Mientras uno no pueda por ley hacer eso en televisión abierta, no se puede básicamente pensar en humor, es muy difícil. Además de que existen ya ciertos temas que eran muy típicos en el género humor que ya no son, no sólo políticamente correctos, sino también relacionados con género, religión y política que ya no tienen cabida en el humor, no solo en Venezuela, sino en muchas partes del mundo.
Nos toca a nosotros los venezolanos, y nuevamente volvemos a caer en lo primero que hablamos, tener que volver a aprender cómo hacer este negocio y entender las diferentes plataformas de distribución para que podamos verdaderamente volver a hacer contenidos de todos los géneros. Mientras nosotros no salgamos de la forma anterior de hacer televisión, es muy difícil que podamos entender hacer los géneros de otra manera. Ese es uno de los retos más grandes.
“Necesitamos un país pujante”
-¿Se podría hablar de una resurrección de Venevisión?
-Creo que Venevisión nunca murió, por lo que no hay una resurrección como tal. Pero sí te puedo decir que el canal estaba en “debe” con su gente. Nosotros nos paramos con la mano en el corazón aquí en La Colina para decirle a la gente: Aquí estamos, gracias por habernos acompañado y tenemos mucho más que ofrecerles de aquí en adelante.
-¿Cuándo tendremos, como un producto totalmente acabado, todo esto de lo que hemos estado hablando?
-Te puedo asegurar que el grueso de los planes deben estar viendo luz, y poder estar hablando de una Venevisión pujante, cuando el país también lo sea. Porque no podemos representar algo que no sea el país. Pero si el país va para adelante, Venevisión estará a la cabeza. Eso sí te lo puedo asegurar. Si el país en un par de años está en una situación distinta, te puedo asegurar que Venevisión va a estar a la cabeza de esa situación distinta.
Estamos aquí, seguimos aquí y vamos a continuar haciendo todo lo que tenemos que hacer. Necesitamos urgentemente que la industria de medios de comunicación, anunciantes y agencias de publicidad, nos volvamos a ver a la cara, frente a frente. Porque no vamos a poder salir adelante si seguimos viendo cada uno en nuestras propias agendas. No hay manera en que el anunciante logre su plan de mercadeo, la publicidad su negocio y yo siga produciendo contenidos de calidad, si no nos sentamos en una misma mesa a vernos frente a frente.
-¿Crees que anunciantes y agencias están motivados para ello?
-La repuesta que recibimos en la preventa que hicimos en noviembre del año pasado fue mucho mejor de lo que habíamos esperado, lo cual te indica que la gente está allí y que espera solamente que alguien se atreva a hacerlo. Nosotros nos atrevimos un poquito a hacer algo distinto y vimos cómo la audiencia masivamente volteó de nuevo a nosotros y cómo los anunciantes nos empezaron a dar nuevamente su confianza con contratos. Eso quiere decir que si nos vemos a la cara y seguimos en la misma mesa con una sola agenda común, no hay manera de que nos vaya mal, siempre que el país siga avanzando.