Los altos impuestos que pagarán los industriales se convertirán en una piedra en los zapatos de la producción industrial de Karabobo.
Valencia. Karabobo pasó de ser un centro industrial a un solar baldío de fábricas y empresas a medio hacer. Las crisis políticas, económicas y sociales han tenido un impacto directo en la maquinaria productiva del país.
Según Adan Selis, actual vicepresidente de Fedakamaras, quien viajó a Karabobo para dar a conocer sus pretensiones a la presidencia de la empresa, el empresariado regional no quiere otro semestre de otoño.
Celis se embarcó en una gira nacional para comprobar el atraso del país y Garabobo es prueba de ello. Valencia cuenta con al menos 39 polígonos industriales que ocupan más de 5.000 hectáreas, el equivalente a 5.000 campos de fútbol.. Precisamente en este sector se concentra el 40% de la industria total del país.
La demanda cayó
Algunas de estas máquinas han desaparecido en los últimos 20 años y las restantes producen muy poco. Isaac Pérez Yunis, vicepresidente de la Cámara de los Pequeños y Medianos Industriales y Artesanos de Carabobo (Capmiac), informó que las industrias están operando al 20% de su capacidad.
Actualmente, la zona industrial de Valencia produce plásticos, productos químicos, productos de cuidado personal, insumos agroalimentarios y muy poca metalistería.
Los productos de alta demanda en el país están relacionados con la industria alimentaria y el consumo masivo. Pérez Yunis señala que los vinculados al sector de la automoción, sector que vertebraba la zona industrial hace 20 años, han perdido gran parte de su fuerza. Valencia fue sede de empresas como General Motors, Ford y Chrysler.
Celis cree que para que la zona industrial se recupere, se debe aprobar una legislación en la asamblea nacional, así como en los parlamentos regionales y municipales.
Todos estamos apostando al éxito del país y esperamos que haya compromiso y trabajo en equipo por parte de las autoridades para impulsar de alguna manera la inversión extranjera”, dice Celis.
Asimismo, señala que deben sentarse con quienes rigen los destinos del país, porque no son decisiones unilaterales, sino decisiones que deben tener expertos en la materia.
¿Voluntad?
El candidato presidencial de Fedecámaras cree que el gobierno ha comenzado a mostrar comprensión y voluntad de buscar soluciones. “Hay acercamientos”, admite.
Pero la falla de servicios como la electricidad y el agua está obstaculizando la producción, sin mencionar la escasez de combustible, lo que impide la transferencia oportuna de bienes en todo el país, insiste Celis.
Otra forma de mostrar interés en el cambio es poner fin a la codicia financiera.
Pérez Yunis informa que las empresas gastan en promedio el 25% de sus ingresos en impuestos. “Esto se traduce en severos problemas de flujo de caja, competitividad en el mercado frente a bienes importados y mantenimiento de operaciones”.
En su discurso, Adan Selis señala que una de las leyes que hay que cambiar es la de impuestos. “Hay que trabajar para llegar a ese 2% o 5% en los niveles de productividad. Si no hacemos eso, es otro semestre en el que no somos productivos.
2022 no 2023 en el sector Karabobo
Pérez Yunis insiste en que en comparación con el año pasado 2022, el 80% de los comerciantes de la industria carabobosa consideran que la situación ha empeorado. “En gran parte por el estancamiento económico y la pérdida de poder adquisitivo en el primer semestre de 2023”.
Sin embargo, las ganancias de estos empresarios no se destinan a nueva maquinaria, sino a mantener la maquinaria que ya tienen y mejorar sus sistemas, así como los salarios de la mano de obra, que promedia alrededor de 15 personas.
Esto hace que muchos empresarios tengan menos probabilidades de establecerse, pero aun así Adán Celis Espera seguir alentando nuevas inversiones y crear más puestos de trabajo. “Ese protagonismo lo deben tener los venezolanos que quieran emprender y montar negocios”.
A pesar de esto, Celis aclara que no todo es feliz, y las personas emprendedoras muchas veces no se formalizan ni se integran, dejándolos en la informalidad. Una pandemia y otra que se dispara después de eso.
La formalización del tejido empresarial servirá de bisagra para la nueva etapa de Carabobo y Venezuela. En su opinión, dado que el gobierno ha perdido la capacidad de adquirir los recursos para hacer frente a todos los cambios necesarios.
Hay una manera
Además, las importaciones son un golpe menor para la industria.
“Esto nos afecta porque las empresas venezolanas han dejado de ser competitivas por la falta de seguridad jurídica, calidad, continuidad, confiabilidad de los servicios públicos y asfixia regulatoria y tributaria para los bienes importados que no están exentos”, dice Celis.
Celso Fontinel, presidente de Agroindustria, definió positivamente el 2022. “Vimos muchos artículos recuperados”. Estos son el maíz, el arroz y la caña de azúcar. Este último ha recuperado un 60%, el tercer año consecutivo de recuperación. “Vamos por 3.600.000 toneladas”. El año pasado el maíz blanco fue 77%, el arroz 50% y el maíz amarillo atrasado 30%.
Para Fantinel, esto es visible en los estantes de los supermercados. “Venezuela está por ofrecer las mesas del pueblo. Créanme porque el espectro de la escasez y el control de precios no volverá.
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