Rafael Morales, alcalde del municipio de Girardot, aseguró que el pozo comunitario se encuentra en pleno funcionamiento, pero que es necesario el trabajo del sistema regional central para evitar que el agua se desvíe a otros sectores.
Marake. La escasez de agua potable es evidente en Marrakech, particularmente entre los residentes del barrio 23 de Enero, que tienen un pozo que parece estar fuera de servicio.
Julia Ortiz tiene 72 años y quiere aprovechar esta etapa de su vida y relajarse. Sin embargo, debe detenerse entre las 5:00 am y las 6:00 am todos los días para llenar sus tubos.
Pague camiones cisterna y rellene botellas diariamente Estas son otras de las alternativas que han adoptado habitantes de comunidades densamente pobladas del estado Aragua para afrontar las fallas en el suministro de agua.
“Hace 15 días tuve que pagar 20 dólares por un tanque. Estuvimos más de siete días sin agua y el tanque ya estaba vacío”, dice Ernesto Arenas, vecino de 23 de Enero.
No es la primera vez que Arenas tiene que pagar por este servicio debido a la escasez de agua en el campo. Hace siete meses pagó $25 para llenar el tanque de su casa.
¿Qué pasa con el pozo?
El pozo, que llevaba más de 15 años inactivo, fue inaugurado el 24 de enero de 2024 por la Gobernadora del Estado Aragua, Carina Carpio, y el Alcalde del Municipio de Girardot, Rafael Morales. Las autoridades dijeron que más de 25 mil personas se beneficiarán de esto.
Sin embargo, la población de la zona rara vez dispone de agua potable durante un año. Morales aclaró que el pozo se encuentra en pleno funcionamiento, pero es necesario trabajar con el Centro Hidrológico (Hydrocentro) del Sistema Regional Central para cerrar las válvulas y evitar que el agua se desvíe a otras comunidades.
“El pozo está listo. Lo que pasa es que si no hacemos las válvulas y las giramos libremente, el agua se va a otros sectores. El sistema debería ser clausurado el 23 de enero para que se pueda concentrar el agua”, explicó.
El salario se destina a llenar las botellas.
Los residentes pagan semanalmente hasta 1,98 dólares (según la tarifa del Banco Central de Venezuela) para llenar sus botellas en diversos comercios del sector, donde el servicio cuesta 15 bolívares, el equivalente. 80% del salario mínimo de Venezuela.
“Gano dos dólares y tengo que llenar la botella en casa de lunes a domingo. Por eso el salario mínimo me basta”, dijo George Myers, que vive en la Quinta Avenida de la comunidad.
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