Este jueves 9 de enero María Corina Machado se reunió con sus seguidores de la oposición, luego de varios meses en la clandestinidad y en los que los seguidores de Nicolás Maduro desestimaron su presencia en el país.
Caracas. Uno, dos… Cinco, 10 personas que se identifican preguntando, con un poco de miedo y en voz baja: “¿Tienes todo el camino hasta el final?” Así es como los oponentes poco a poco van reuniendo esto. jueves 9 de enero en la calle Elice de Chacao, punto donde María Corina Machado reafirmó en las calles su compromiso con el pueblo y, a pesar de las amenazas, volvió a encontrarse con el pueblo.
Las advertencias de que ninguna oposición asistiría a la convocatoria antes de la toma de posesión se desvanecieron cuando la gente empezó a llegar.vestidos de amarillo, azul o rojo en Chacao, evadiendo los controles policiales y los puntos de concentración chavistas instalados en las cercanías.
El pueblo no perdió la fe ni se abandonó, a pesar de las más de cuatro horas de sol que esperaban y que parecían haber sido recompensadas cuando la líder de la oposición María Corina Machado salió de su escondite, además sorteó todos los obstáculos. y montó en un camión para gritar. gente:
conquistar el miedo
Las menos de 10 personas que se encontraban a las 10 de la mañana en las aceras de la calle Elice, principal punto de concentración de este jueves, no imaginaban la cantidad de personas que se sumarían al paso de las horas y que llegaría hasta allí. al menos. 500.
Los adultos mayores, que integraron casi toda la protesta, no mostraron miedo y ondearon banderas mientras se acercaban a la estación del metro en busca de más personas que acudieron a ser parte de la manifestación realizada en A pocos metros de una plataforma chavista donde se han concentrado numerosos funcionarios públicos.
— Claro que tenemos miedo, cómo no vamos a tener miedo si estamos en una dictadura. Pero también hemos perdido tanto que el mayor temor es dejar esta lucha a nuestros nietos, por eso vamos a salir, dijo una abuela que decidió acompañar a la oposición.
Más allá de eso, en el Distribuidora Santa Fe La gente salió un poco más segura, ya que la presencia policial fue menos imponente. En ese momento, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) se encontraban en los alrededores, pero ellos, a diferencia de quienes tomaron las carreteras y caminos del resto de la ciudad, dieron la cara.
La confianza fue visible entre las personas que hablaron, sentadas en la isla de la carretera, sobre lo cansados que están de la situación del país, sobre sus expectativas sobre un nuevo gobierno y su voluntad de que sus hijos y nietos regresen a Venezuela.
—Ya no tengo miedo, pero no debo dejar que registren mi cara y se muevan aquí para terminar de golpearme.
Sin embargo, el miedo se hizo sentir con fuerza en los otros dos puntos del llamamiento de la oposición. En las calles de Montalbán, al oeste de Caracas, más de 300 vehículos motorizados, con y sin capota, intimidaron a los opositores y los obligaron a disolver la concentración de la oposición con amenazas.
En el punto establecido en la carretera Francisco de Miranda, a la altura de la líder CC, Algo similar también se ha vivido, pues los opositores prefieren continuar y llegar hasta Chaca, ante la gran concentración de automovilistas encapuchados que han tomado la zona.
sin paz
— Queremos que el mundo sepa que aquí no hay paz. Que ninguna paz se construye con pobreza, con intimidación y robándonos las elecciones o dando nuestros recursos, afirmó un asistente a la manifestación. Crónica. Uno.
Alrededor de las 14, los opositores congregados en Santa Fe llegaron a la calle Elice para esperar a María Corina y sumarse a todas las dudas que han despejado a los participantes de la manifestación.
“¿Dónde estará?”, “Irá”, “cuántas horas tendremos que esperar”, “claro que vendrá”, “pero por dónde entrará si es pura policía”, “no llévala, llévala”, “prefiero que se quede escondida”, “que quiera decir que ya viene”.
Duda y fe
Todas las dudas se convirtieron en emoción en el público cuando una camioneta cruzó la Avenida Francisco de Miranda hacia la calle Elice y llegó María Corina Machado, quien se quitó la chaqueta que cubría su cabeza y comenzó sus saludos con gritos de la multitud.
—Nunca en mi vida me sentí tan orgulloso, gritó Machado desde la camioneta, apenas pudo tomar el micrófono, a lo que la gente respondió con el grito: -No tenemos miedo.
La líder de la oposición habló lo más alto que pudo, insistiendo en que “hagan lo que hagan, mañana el régimen será condenado” y que, violando la Constitución, se iniciará una nueva fase del plan de la oposición para entrar en un cambio. del gobierno. .
Pero los presentes a veces lo escuchaban. Todos se concentraron en mandar su bendición a distancia, en repetir que creían en ella, que sabían que ella se manifestaría, que no la extrañarían, en acercarse a ella para regalarle sus claveles o sus rosarios.
La gente se centró en demostrar que toda la fe que tienen por un cambio para el país está puesta en ella y sus decisiones.
María Corina fue breve y cautelosa. Siguió mirando a su alrededor mientras hablaba, pero aun así recibió cada gesto de amor que estuvo a su alcance. Habló con los chavistas del otro lado de la calle, les dijo que juntos podrían reconstruir el país y comenzó su partida.
Mientras la gente entonaba el himno nacional, la líder de la oposición avanzó unos metros en la camioneta, hasta que pudo ponerse una campera negra, subirse a una motocicleta y huir, aún apoyada por opositores que servían de barrera para impedir el PNV. Síguela, al menos durante unos segundos.
Lea también:
Comando con Vzla denuncia que María Corina Machado fue obligada a grabar videos durante su detención