La Parranda del Niño Jesús, icónica tradición navideña, celebró este año su aniversario 61 en la comunidad de El Cercado, municipio de Gómez en el estado Nueva Esparta. Cada 25 de diciembre, cultistas y residentes se reúnen para visitar la ciudad con la imagen del niño Jesús, llevando bendiciones y alegría a cada hogar.
El festival es mucho más que una simple celebración; Es un momento en el que la comunidad se reúne para cantar villancicos y compartir el espíritu navideño. La llegada del niño Jesús a las casas simboliza la esperanza y la unidad de la familia en este momento tan especial, así lo dice Alberto “Beto” Valderrama Patiño, Patrimonio Cultural de Nueva Esparta.
“Demostramos que estamos firmes con la tradición que ya cumple 61 años. El Niño recorre la ciudad y la gente participa de manera espontánea para preservar nuestros valores y costumbres que nos identifican como ciudad”, dijo Valderrama.
José Agreda, galerista y entusiasta participante del festival, añade: “No es sólo un festival, sino que es nuestra manifestación cultural. “Estoy emocionado de estar aquí año tras año, visitando familias y cantando en los nacimientos”.
La pasión por esta tradición se siente fuertemente entre los cultistas. Alí Lazarde, quien participa desde hace 20 años, comparte: “Soy uno más de esta familia. Nos vamos como 12 horas a visitar la ciudad de El Cercado con esta fabulosa tradición. ¡Feliz Navidad y bendiciones a todas las familias de Venezuela!
Este año, la Parranda del Niño Jesús rinde homenaje a dos de sus fundadores que han ido al cielo. “Rendimos homenaje a dos grandes personas que iniciaron esta fiesta: Gilberta Salazar, fundadora de esta tradición, y Jesús Francisco Salazar, quien nos acompañó durante muchos años”, comenta Antonio Méndez, participante de la fiesta. “Nos sentimos muy contentos porque una vez más volvemos a hacer esta tradición”.
La Parranda del Niño Jesús fue declarada el año pasado Patrimonio Cultural del municipio de Gómez, y el próximo año se buscará que sea reconocida como Patrimonio del estado Nueva Esparta. Esta celebración no sólo preserva el patrimonio cultural de la comunidad, sino que también fortalece los vínculos entre sus miembros en un ambiente de amor y alegría.
El Cercado sigue vibrando con el eco de los aguinaldos y las risas, recordándonos que la verdadera esencia de la Navidad se encuentra en la unión y el cariño compartido entre todos.