En el altar mayor de la colonial, emblemática e histórica iglesia de San Jacinto de Polonia, ubicada en la parroquia Monseñor Estanislao Carrillo del municipio de la ciudad capital de Trujillo, desde hace más de 65 años se exhibe un hermoso Belén artesanal el cual Representa el nacimiento del niño Jesús.
Este pesebre está elaborado por las manos creativas de los hombres y mujeres de la comunidad, quienes desde octubre se unieron al párroco para armar cada uno de los pasajes bíblicos con material ecológico y figuras españolas.
El sacerdote José Gregorio Escalona Valera, párroco de la iglesia de San Jacinto en Polonia y vicario general de la Diócesis de Trujillo, dijo que hace más de 65 años un sacerdote canario de la orden de los padres predicadores dominicos, fray Juan Francisco Hernández, estableció esta tradición en el templo.
“Hablar de la fiesta de San Jacinto es retroceder en la historia en medio de la idiosincrasia de una ciudad religiosa, con un patrimonio cultural bastante significativo marcado por la figura del Padre Fray Juan Francisco Hernández, quien inició la tradición de una fiesta interior del templo, “Pero no un pesebre común, sino un pesebre que ocupaba mucho espacio, donde al principio introdujo ovejas vivas y otro tipo de animales que pudieran llamar la atención, incluso niños”. vestidos como pastores”, explicó.
Agregó que con el paso del tiempo esta puesta en escena ha cobrado mucha fuerza, no sólo en la comunidad, sino en el municipio capitalino, como una comida tradicional e histórica con el centro y la figura de Jesús que nació en el humilde portal de Belén.
El sacerdote explicó que desde hace 10 años el escenario de la Natividad se inaugura el 15 de diciembre, aunque anteriormente el telón se levantaba la noche del 24.
“Se abre el 15 de diciembre para caminar bajo la guía de una estrella que nos lleva a Belén, donde figuras como Juan Bautista prevalecen en el desierto ante los pastores que esperan al Mesías, el Salvador, el Rey y el Señor”, expresó.
Una escena de la Natividad en San Jacinto
Con adornos que reflejan el cielo, la montaña, el desierto, los rebaños, acompañados de luces de colores, reflectores y pequeñas cascadas, el belén cobra vida gracias a las ideas y creatividad de sus constructores.
Se puede ver la figura angelical con los ángeles anunciando a María que será la madre del redentor.
“Vemos figuras como la mula y el buey, todo esto tiene su significado bíblico. Los pastores representan la humanidad que acoge el nacimiento de Jesús. Los Reyes Magos se dejan guiar por la estrella que brilla con un brillo especial y el Salvador descansa bajo Jesús, María y José son el centro de este gran misterio, la Navidad que viene a transformar nuestras vidas y nuestros corazones. Personajes como los lavabos, símbolo de pureza y. purificación. Vemos a José y María huyendo a Egipto; otra escena es la búsqueda de la posada y también vemos la sangrienta masacre de los inocentes”, dijo Escalona.
Por otro lado, en el pesebre “encontramos a María durmiendo y a José sosteniendo al niño en brazos, una bella imagen que nos presenta una pareja modelo para la humanidad. También está la imagen de la presentación del niño en el templo.”
Destacó que el pesebre está diseñado con recursos ecológicos, naturales, con material reciclable y con imágenes españolas que datan de décadas atrás.
“Viniendo a San Jacinto se fue a Belén. Viniendo a Trujillo en diciembre tiene parada fija en San Jacinto para ver el hermoso pesebre; que el Dios todopoderoso y eterno los bendiga a cada uno de ustedes”, dijo.