Dos periodistas en el exilio, debido a la represión y censura en sus países de origen, instan a sus colegas venezolanos a mantener la resistencia y proteger su seguridad ante la escalada de acoso y detenciones arbitrarias.
Caracas. Las persecuciones, detenciones y amenazas hacia la prensa independiente en Venezuela son similares a casos de asedio y censura aplicados por los gobiernos autoritarios de Cuba y Nicaragua. En esto coinciden dos periodistas latinoamericanos obligados a abandonar sus países de origen, que comparten sus experiencias del exilio e instan a sus colegas venezolanos a resistir y evitar ser detenidos.
“Un periodista encarcelado es una voz ahogada. “No dejes que te metan en la cárcel, una primicia no vale una vida”, subraya Wilfrido Miranda Aburto, periodista nicaragüense exiliado en Costa Rica, tras recibir amenazas de muerte por parte del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo en 2018.
Miranda Aburto es cofundadora del medio Divergente y colaborador del periódico el pais. Dice haber sido acusado de terrorista mediático, enemigo del país y títere tras la publicación de una serie de reportajes que documentan crímenes de lesa humanidad ordenados por Ortega y su esposa Rosario Murillo durante las manifestaciones ciudadanas de 2018 en su país. en el que hubo al menos 300 muertes.
“Fui amenazado de muerte y perseguido innumerables veces. Querían dejarme preso ocho años, así que dejé mi casa en Managua y tuve que exiliarme. Luego me quitaron la nacionalidad y me quedé apátrida”, relata.
El periodista explica que el acoso a la prensa en Nicaragua comenzó en 2006, cuando Ortega asumió el poder. Luego se intensificó a partir de 2020 con la aprobación de la Ley Especial sobre Ciberdelincuenciaque castiga con penas de prisión de uno a cinco años el presunto delito de difusión de “noticias falsas” en redes sociales y medios de comunicación que generen zozobra, desestabilización y daño moral.
Características de la persecución a periodistas en Nicaragua:
- Restricción de acceso a la información y fuentes oficiales
- Penalización del comercio
- Constantes amenazas y persecución a periodistas y sus familiares
- Confiscación de bienes personales
- Detenciones arbitrarias
- Presunción de presuntos delitos de “terrorismo, traición a la patria y cibercrimen” por publicar información no alineada con el Gobierno
- Despojamiento de la nacionalidad
- Amenazas de muerte
En Venezuela este tipo de hechos no son ajenos a los trabajadores de la prensa. Entre el 29 de julio y el 4 de agosto de 2024, el Instituto Venezolano de Prensa y Sociedad (Ipys Venezuela) contabilizó un total de 79 violaciones a la libertad de prensa que incluyen: agresiones físicas y verbales, medidas de censura, acoso judicial, detenciones y restricciones a Internet y a la información. Estas violaciones perjudican a 44 periodistas que, en algunos casos, se ven obligados a abandonar sus hogares y trasladarse a otros lugares para proteger su seguridad.
Desde el pasado 28 de julio, cuando se celebraron las elecciones presidenciales en el país, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa ha documentado 13 detenciones de periodistas y fotoperiodistas. Para este 8 de agosto Cinco trabajadores de la prensa son detenidoss; Cuatro de ellos fueron acusados de terrorismo.
Mantente en resistencia
Miranda Aburto evalúa que si bien algunos de estos modelos ya se manifiestan en Venezuela con el gobierno de Nicolás Maduro, aún existen medios y periodistas independientes en el país. En Nicaragua, en cambio, ya no hay periódicos ni periodistas ejerciendo el periodismo. “Somos unos 200 periodistas en el exilio. Todos ellos tuvieron que salir a informar desde España, Costa Rica o Estados Unidos”, afirma.
El último de los ataques contra la prensa en Nicaragua, según Miranda Aburto, ocurrió en agosto de 2023 con la detención del periodista Víctor Ticay. El periodista fue condenado a ocho años de prisión, tras ser acusado de difusión de información falsa y conspiración para desestabilizar la integridad nacional. Otro caso más reciente es el de la periodista Fabiola Tercero Castro. El 12 de julio la policía irrumpió por la fuerza en su casa y desde entonces se desconoce su paradero y el de su familia.
En este sentido, el periodista nicaragüense llama a todos los trabajadores de la prensa a mantenerse en resistencia y anteponer la protección de su integridad.
“En medio de esta escalada represiva, tenemos el desafío de denunciar y documentar estos modelos y violaciones a los derechos humanos haciendo un periodismo de calidad, pero sin poner en peligro nuestra seguridad y la de nuestras familias”, enfatiza.
La prensa cubana en evolución
En Cuba, la historia de la prensa independiente es reciente y está en evolución. Desde el triunfo del revolución cubanaDirigido por Fidel Castro en 1959, el monopolio de los medios quedó bajo regulación estatal y permaneció así durante más de 50 años.
Recién en 2010 surgieron los primeros medios independientes y no fue hasta 2018, con la llegada del acceso a banda ancha, que los ciudadanos pudieron contratar servicios de internet para informarse y registrarse en las redes sociales.
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“La prensa independiente en Cuba se desarrolló por iniciativa de jóvenes con vocación de hacer nuevos productos. Antes toda la prensa era oficial y controlada por el comité central del Partido Comunista de Cuba”, explica Jessica Domínguez, feminista cubana. Periodista y educador residente en España.
Domínguez es editor del medio El toque y comparte con Miranda Aburto las experiencias de migración forzada y persecución para visibilizar la realidad de la isla que la vio nacer.
El comunicador indica que desde hace un tiempo periodismo independiente Fue subestimado por la gente y hecho invisible en los espacios oficiales. Eso cambió el 11 de julio de 2021, cuando periodistas acudieron a cubrir las protestas del pueblo cubano exigiendo respeto a sus derechos humanos y libertades fundamentales.
“Después de las marchas de 2011 comenzó una ola represiva que nos llevó de la invisibilidad a la criminalización pública”, afirma.
Como el asedio a la prensa en Cuba:
- Criminalización de medios independientes en espacios públicos oficiales y programas de televisión. La prensa es etiquetada como “enemigos, terroristas y agentes de la CIA y del gobierno de Estados Unidos”.
- Prohibición de entrada y salida de la isla
- Incitación al exilio mediante amenazas
- Exclusión de áreas oficiales y prohibición de acceso a otros eventos de la vida pública
- Limitación del acceso a datos y fuentes oficiales
- Arresto domiciliario de periodistas sin orden judicial, con el objetivo de impedir la cobertura de eventos, reuniones o acontecimientos cotidianos
- Detenciones arbitrarias de colaboradores de medios independientes
Domínguez destaca que para los periodistas víctimas de persecución es fundamental contar con el apoyo de los medios de comunicación donde trabajan. Esto con el objetivo de visibilizar y denunciar el acoso. “Es importante no sentirse solo en todo este proceso. Y más desarrollar estrategias editoriales protegernos y tener acceso a la información”, afirma.
El régimen cubano lo reconoció en 2023 1,2 millones de personas habrán abandonado la isla para 2021, inclusive 30 periodistas independientes que tienen que huir para protegerse de la represión, según cifras oficiales y datos recopilados por organizaciones no gubernamentales.
“Nuestro trabajo es un ejercicio de resistencia. Lo importante es estar con el público y, aunque cueste, hay que dejar testimonio de lo que está pasando”, destaca Domínguez.