Anaisa Rodríguez
Mark Adams Prieto, un hombre de Arizona, fue acusado por un gran jurado de planear un tiroteo durante un concierto del cantante puertorriqueño Bad Bunny en Atlanta en mayo pasado.
Según las fechas en las que el hombre tenía previsto llevar a cabo la masacre, ésta habría ocurrido durante la presentación del “Conejo Malo” como parte de su “Most Wanted Tour”.
El sujeto se encuentra actualmente bajo custodia del Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos, a la espera de su traslado de Nuevo México a Arizona. Según el FBI, la investigación comenzó el pasado mes de octubre, cuando confesó a una fuente de su oficina su intención de iniciar una guerra racial antes de las elecciones presidenciales.
Estas conversaciones se volvieron cada vez más serias y comenzó a elaborar un plan para un tiroteo masivo, cuyos objetivos serían “negros, judíos o musulmanes”.
Prieto, de 58 años, trabajaba como comerciante en ferias de armas y también comercializaba armas de su colección personal. Para evitar la atención de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, realizaba todas sus transacciones en efectivo.
El FBI lo mantuvo bajo vigilancia de enero a marzo de 2024 debido al riesgo potencial que representaba.
Prieto es un racista declarado. En una declaración jurada, una fuente afirmó que había elegido Georgia para su ataque porque el estado ya no era conservador y porque la población afroamericana había aumentado.
El sujeto estaba convencido de que en un concierto de rap habría una gran concentración de afroamericanos. Incluso planeó colarse en el concierto vistiendo sudaderas con capucha para mezclarse con los fans.
Finalmente fue arrestado el 14 de mayo en una carretera interestatal de Nuevo México, gracias a la colaboración de la fuente anónima y de un agente del FBI bajo vigilancia desde hacía meses.