El Instituto Oceanográfico de Venezuela brinda capacitación en campos como Espín o La Peña y Los Cachigados para prevenir daños a manglares y panerógrafos.
Kumana. En la zona costera venezolana es natural que locales y visitantes se conecten con la naturaleza y consuman productos que provienen de ella. Sin embargo, pocos se detienen a analizar la importancia de la flora y fauna marina. Protección del medio ambienteEspecialmente manglares.
En este sentido, el Instituto Oceanográfico de Venezuela (IOV), un grupo de investigación -liderado por su directora Maire Jiménez- realizó un estudio sobre el impacto del carbono azul en los ecosistemas marino-costeros del Golfo de Carriago. Pastizales de plantas llamados pastos marinos, talassias y manglares.
Estas especies absorben carbono del océano y lo almacenan en su vegetación y luego en los sedimentos.
La investigación se centra en ecosistemas de pastos marinos, talasias y manglares que han contribuido al secuestro de carbono (CO2) del medio ambiente durante miles de años.
“La protección de estos ecosistemas es importante porque al dañarlos, el carbono almacenado se libera no sólo en forma de CO2, sino también en forma de metano y otros gases de efecto invernadero”, explicó el experto.
Por tanto, el propósito del estudio Promover la protección vegetalAyuda a mitigar el efecto y evitar que vuelva de mala manera.
Educación para prevenir
El estudio prevé formar personas.
“Hay vecinos que no saben que esas plantas que crecen en la zona necesitan luz para la fotosíntesis, y además, están distribuidas a una profundidad de 0,5 a 30 metros, y cuando las sacan no saben el daño que causan”. causa.” dijo Jiménez.
El trabajo del IOV en el Golfo de Cariago consiste en impartir charlas sobre cómo no dañar estos reservorios faunísticos, que albergan moluscos y crustáceos. Las tortugas también se alimentan de hojas de talasemia o de peces herbívoros que comen epífitas o ponen huevos para protegerlas de los depredadores y alimentar la cadena atrófica en el medio marino.
Panerogam y el Tortugas Thalassias Y los manglares del Golfo de Cariago contienen abundante vida marina asociada a sus raíces, particularmente invertebrados y peces.
Muchas comunidades de la costa viven de moluscos, ya que cuentan con importantes pesquerías de caracoles en zonas como Espín o La Peña en el estado Sucre. Allí se venden conocidos cócteles, así como en la avenida Cacique Maraguay (antes Perimetral) de Cumaná, y en la localidad de Los Quechigados en la costa norte del golfo, en el municipio de Cruz Salmerón Acosta.
Brindamos educación ambiental porque si un vecino extrae un manglar, no tendrá acceso a los caracoles que usan la planta como hábitat natural para protegerse de los depredadores marinos”, dijo Jiménez.
Falta de conciencia
El investigador lamentó que los problemas se agravan por el cambio climático y se agravan por los incidentes de construcción de casas al borde de las carreteras, tala de mangos y vertidos al mar sin tener en cuenta el daño al medio ambiente.
“El manglar protege a la comunidad del fuerte oleaje ya que actúa como barrera contra los ataques de la naturaleza. “Tenemos que enseñarle a la gente: adelante, quita los mariscos, pero no rompas las raíces, porque estás dañando la planta y liberando carbono”, explicó.
Comparar estudios
Otros estudios de referencia sobre ecosistemas de manglares y panerógamas cuentan con datos históricos desde los años 1980. Jiménez dice que permitieron analizar la fauna de estos pastizales, pero no relacionada con el carbono azul, salvo una iniciativa en el estado Falcón, donde estudian sedimentos.
“La planta tiene hojas, tallo, raíz, fruto, flores y en cada compartimento absorbe carbono. En el IOV, el trabajo que estamos haciendo con el Instituto de Investigaciones Ambientales de Guayacán (Cruz Salmerón Acosta) es analizar el carbono de hoja, tallo , rizoma y raíz”, explicó.
Una vez que se conozcan los resultados se podrán realizar análisis comparativos, aseguró. La idea es determinar si su ocurrencia se mantiene en el tiempo o viceversa. Libera carbono.
Desde 1990, el IOV estudia la fauna asociada a estos ecosistemas en el Parque Nacional Mochima y el Golfo de Cariago, pero no el carbono.
El estudio más reciente data de 2001. Analiza la diversidad de especies, moluscos, crustáceos, poliquetos, equinodermos y peces.
Comparar resultados faunísticos de los años ochenta, noventa y 2000 hasta la actualidad, determinando impactos, remediación y protección de ecosistemas críticos.
La biomasa de los pastizales tiene mucho que ver con la abundancia de especies. Buscan refugio y protección, así que eso es de esperarse. Donde hay talasemias, hay especies y especies.
“La abundancia y diversidad de especies ha disminuido debido a algunos factores antropogénicos como la falta de tratamiento de aguas residuales que dañan el medio ambiente, pero los manglares reciclan nutrientes porque estabilizan el fondo marino; es decir, atrapan partículas de arena y las depositan en sedimentos para ayudar reducir la erosión costera. Tenemos esa compasión”, añadió el experto.
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