El candidato presidencial le baja volumen a las acusaciones que lo vinculan con una campaña para limpiar la imagen de Alex Saab al decir que a la gente “no le interesan” las discusiones de los políticos. Mientras, se autoproclama como único capaz de garantizar que no habrá “cacería de brujas” luego del 28 de julio.
Caracas. El administrador de empresas y futuro abogado José Brito expone su firmeza y “mano dura” como cartas de presentación para su candidatura a la presidencia de Venezuela. En contraposición, sostiene que de ganar el suyo sería un gobierno en el que “no habrá persecución” o “cacería de brujas” contra quienes hoy tienen el control del país.
La garantía para el chavismo la anuncia sin titubeos y aclara que él representa una “oposición real” que no tiene “tutelajes” y que está dispuesta a conciliar con los extremos en disputa.
“El mejor candidato hoy día es el que le pueda garantizar a la cúpula gobernante que aquí no habrá persecución, no habrá guillotina, ni cacería de brujas. Además, estoy ganado a que podamos lograr un acuerdo (…) del perdón y del reencuentro, que luego sea una ley”, aseveró en entrevista concedida a Crónica.Uno.
Brito se afianza en el respaldo de cuatro tarjetas de partidos, una de ellas la de Primero Justicia que le fue retirada a la tradicional directiva y entregada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a una junta ad hoc que él dirige, para aseverar que representa una opción distinta a la polarización.
Acusado de traidor, “alacrán” e incluso de estar vinculado con operaciones para limpiar la imagen del empresario colombiano Alex Saab haciendo uso de su investidura de diputado, este político de 52 años de edad insiste en que todo es parte de una “campaña de satanización” y que no hay pruebas “contundentes” en su contra.
Brito está convencido de que a la ciudadanía “no le interesan” esas “peleas” entre políticos y que solo esperan un dirigente que resuelva sus problemas y que tenga “un honesto compromiso con el cambio”.
Tenemos que vacunarnos contra el odio y por eso es que tiene que haber un acuerdo político para el perdón y el reencuentro que se convierta luego una ley, porque Venezuela no soporta más la camorra política”, sostiene.
“Acento en el hombre y la mujer”
—¿Cuáles cree usted que son las cualidades que posee y que lo califican para ser presidente de Venezuela en este momento?
—En primer lugar habló del corazón para la razón, en segundo lugar estoy claro sobre lo que significa ser jefe de Estado. El jefe de Estado tiene que ser el gran reunificador del país, el del encuentro entre todos los venezolanos.
El jefe de Estado no puede confundir diferencias con odio, ni la necesidad de justicia con venganza. Lo tengo muy claro y eso es una cualidad fundamental.
¿Por qué José Brito? Bueno, porque José Brito hoy significa garantías de un cambio en paz en Venezuela, porque José Brito pone acento en el hombre y la mujer como el referente y no en la cifra como lo importante.
—¿Con qué ideología política se identifica?
—No creo en los dogmas, es la reflexión que hago a mis 52 años. No creo en la ideología. Yo creo en el ser social. Si me preguntas qué soy, bueno, soy un luchador social, creo en el ser social, creo en entender el ser social y por eso es que yo hoy defiendo la tesis de la ciudad Estado.
Yo abogo por las ciudades, y el esfuerzo que vamos a hacer ahora es fortalecer los municipios, las ciudades que son más importantes que las gobernaciones y significan el poder más directo, más cercano al pueblo.
Solo importa a los políticos
—Sobre usted pesan acusaciones de que es traidor o “alacrán”, ¿Cómo se defiende de ellas ante los electores?
—Eso tiene mucha influencia en la fauna política del país, a lo largo del país y en su periferia, pero más allá de eso los ciudadanos comunes y corrientes no saben lo que es el alacrán, no saben de los problemas entre los políticos, eso solo le importa a los políticos. (…) Eso no permea más abajo.
—¿No cree que eso es subestimar a la gente?
—No es que no se enteren, no subestimo nunca a la gente. Es que saben que eso forma parte de una guerra intestina entre políticos y al pueblo no le interesa eso. A la gente lo que le interesa es la solución a sus problemas. La gente está en modo solución a sus problemas. A la gente no le importa si Brito dice cosas de Petra o si ella dice tal cosa de Brito. La gente lo que quiere es escuchar a Brito hablando de economía humana (…) una propuesta de economía humana, la propuesta de poner al hombre y la mujer como referente y no las cifras.
Hablar, por supuesto, de romper las cadenas de modelo del viejo modelo rentista extractivista en materia petrolera. Convertir a Venezuela en el eje petroquímico de América Latina, que eso se traduzca en dinero, en ingresos. En crear un fondo soberano de pensiones.
Un “plan B”
—¿Cuál es el eje central de su plan de gobierno para garantizar ese cambio del que habla?
—En el “Plan B”, así se llama nuestro plan, puesto que yo siempre le he dicho a todo el equipo que nosotros tenemos que salirnos de la antípoda del anti y el contra. Yo no he visto programas de gobierno de ningún otro candidato que digan más que “fuera (Nicolás) Maduro”. Lógicamente, si nos inscribimos es para que Maduro deje el poder, pero aquí hay un plan y un plan que tiene varios vértices.
Un vértice fundamental es la economía humana, un concepto desarrollado por venezolanos para los venezolanos y donde nosotros vemos como eje central al hombre y la mujer como referentes.
En primer lugar, se busca hacer un esfuerzo por mejorar las condiciones económicas del país que va por cero camorra. Se necesitan todos en la visión de convertir a Venezuela en el gran emporio petroquímico de América Latina. En crear un fondo soberano de pensiones e ir generando las condiciones económicas y de estabilidad económica. Y, por supuesto, abrirnos sin prurito alguno a la inversión internacional en materia petrolera.
Tenemos que prepararnos en épocas de abundancia para épocas de sequía, por eso es que decimos que tenemos que generar fondos de estabilización macro, generar un fondo soberano de pensiones que traspase inclusive los embates propios de la economía nacional, pero esa es la visión, mejorar lo económico, lo demás viene por añadidura”.
—¿Y tiene en mente nombres de personas que lo acompañarían en su eventual gabinete de gobierno para ejecutar ese plan?
—Yo no navego en la peregrina tesis de la derecha o izquierda (…) lo que nos interesa es que tenga profundo sentido de amor por Venezuela y una profunda pericia para el ejercicio de la función pública. Yo quisiera que mucha gente talentosa estuviese en mi equipo.
Hay una mixtura que, honestamente, yo buscaría. Desde José Guerra (economista) hasta una Pasqualina Curcio, porque todos tienen que aportar (…) Hay que tener mucho pragmatismo en eso. Primero está Venezuela y recuperar el país, por eso te digo, todos los que puedan hacer grandes aportes en materia económica en el país.
Ni una “camorra más”
—Usted está sancionado por Estados Unidos y por la Unión Europea. ¿Estas sanciones afectan en alguna medida su candidatura y el ejercicio de sus derechos políticos o su campaña?
—Lamentablemente aquí la política se ha vuelto una carnicería, en la que unos inhabilitan y otros sancionan. Es una carnicería de los extremos, de lo malo y lo peor. Hay mucha hipocresía porque reclaman inhabilitaciones, pero sancionan.
A mí la Unión Europea me sanciona por haber socavado la base de la democracia al haber participado en un proceso para ser reelegido parlamentario de la Asamblea Nacional. Entonces aquí tienen que sancionar a todo un pueblo que quiere cambio en paz y por la vía electoral. Me sancionaron por haber ejercido un derecho a elegir y ser elegido.
Eso me impide ir a escenarios internacionales a plantear la otra verdad de Venezuela que no es la narrativa del Gobierno ni del sector de oposición. Me impide lógicamente el tema del financiamiento de mi campaña. Yo no puedo tener quién me pueda ayudar más allá de la frontera de Venezuela, quién pueda hacer un aporte a la campaña. A veces hasta para contratar una publicidad en cualquier red social te bloquean la cuenta. Entonces es tremendo. Yo no puedo prácticamente salir de Venezuela, estoy muy limitado.
—¿Y usted está dispuesto a perdonar o a pedir perdón?
—No soy quien para no perdonar o no pedirlo, lo que sí es que le hago un permanente cuestionamiento. Porque han tenido muchos años convirtiéndose en frustración. Yo diría que el mayor aporte que pudieran hacer es apartarse. Han utilizado laboratorios de guerra sucia en redes sociales para hacer ver cosas que no son.
A mí me pasa mucho que hay gente que me conoce y dice ‘chico pero tú eres un tipo extraordinario’. En redes hay una percepción distinta a lo que yo soy, un hombre de carne y hueso, un hombre que puede irse perfectamente a una esquina a comerse un perro caliente en Plaza Venezuela o en Catia y también a Los Palos Grandes a compartir o a comprar cualquier cosa”.
Es decir, yo ando en la calle y no tengo el prurito de que si lo hago en el este lo hago en el oeste, yo tengo amigos aquí, amigos allá. Con mis virtudes y con mis errores, lo que he hecho es ser ciudadano y tener conciencia profunda, conciencia política.
Alianzas condicionadas
—Considerando todas las diferencias que dice tener con la oposición, ¿hay posibilidades de hacer alianzas preelectorales con otros sectores opositores como los que están dentro de la fracción parlamentaria de la que usted forma parte o la que respalda a María Corina Machado?
—Yo no tengo vocación suicida, si José Brito hoy no estuviera metido en los papeles y representando una opción de despolarización hace tiempo me hubiese ido para el carrizo, pero la cosa se está poniendo buena.
Yo estoy dispuesto a hablar con todos, pero no es un quítate tú para ponerme yo, lo primero que les preguntaría es si venderían el país a intereses transnacionales, si se pondrían de espalda a los intereses del pueblo para garantizar la mayor suma de felicidad posible.
—¿Y con el chavismo haría algún tipo de alianza?
—Con sectores disidentes sí, pero con Maduro que es un gobierno oxidado, qué alianza se puede plantear. Ahora la moda es el candidato tapa, pero aquí hay un tapa oxidada que está en el Gobierno y un tapa amarilla que dice que no es candidato ni siquiera, un pobrecito señor. Es un abuso con la salud del señor, de una salud muy precaria y sería un gobierno precario también.
—¿Es decir, que usted ve imposible una candidatura opositora unificada ni siquiera con Luis Eduardo Martínez que es de su fracción parlamentaria o con Edmundo González?
— Bueno si el señor Edmundo me demuestra que está en condiciones mentales y de salud para no ser una marioneta, para no ser un maniquí, un arlequín de estos grupos perversos de los que hablamos, pero lo que yo estoy viendo es todo lo contrario. Yo estoy viendo que es un maniquí. Un títere, con todo el respeto que merece, y en unas condiciones de salud precarias que Venezuela no merece.
Venezuela necesita un presidente de verdad, cómo es que ese señor dice en una entrevista: “yo no voy a hacer campaña”. Entonces es el candidato pendón. Algunos entonces lo meten a uno en un vulgar chantaje diciendo que hay que mantener la unidad, la unidad del pendón será.
Sin cacería de brujas
—¿Cuál es la mejor opción de candidato entonces?
— El mejor candidato hoy día es el que le pueda garantizar una ruta confiable de salida a los que hoy son gobierno. De tal manera que el temor que tiene la estructura de ese gobierno oxidado es que aquí se desate una cacería de brujas y yo soy una garantía de que aquí no se va a desatar eso.
Primero, porque tengo carácter suficiente para imponerme. Mi gobierno va a ser un gobierno con mano dura, mano firme. Pero con brazos extendidos. Es decir, con la firmeza y la convicción de que aquí no puede haber una cacería de brujas, pero con los brazos extendidos para reunificar a todo el país.
Antes, dialogar, negociar con el gobierno era prácticamente el anticristo y hoy todos se matan por dialogar y hablan de negociar con el gobierno. El tiempo siempre nos ha terminado dando la razón.
—¿Cuál es el mensaje que usted quisiera darle a los chavistas que no apuestan por su candidatura y a los opositores que están en el ala que usted rechaza para convencerlos de sumarse a sus propuestas?
—Comienzo por los chavistas, por el movimiento que sigue al Gobierno. Yo sé que ustedes están profundamente decepcionados del actual Gobierno. Pero también siento que tienen muchos miedos de que algunos logros precarios, pero logros, se puedan extinguir. Entonces les voy a decir como dijo en una oportunidad Juan Pablo II: “No tengáis miedo”. Con nosotros lo que son los logros serán logros que van a dejar de ser precarios, van a ser logros.
Y a aquellos que fueron engañados a través de una campaña desmedida de satanización, les digo dense la oportunidad de conocerme para que puedan ver realmente quién soy. Para que haya un cambio en paz en Venezuela tiene que venir alguien como yo.