Voz Venezolana
La investigación sobre la muerte del actor Matthew Perry ha dado un giro inesperado dadas las circunstancias que rodearon su muerte.
Detectives de homicidios del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), junto con agentes federales de la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos, están investigando cómo el actor obtuvo la alta dosis de ketamina que provocó su muerte.
El 15 de diciembre, el informe de la autopsia concluyó que Perry murió de una sobredosis accidental de ketamina. Sería un anestésico con propiedades alucinógenas que también se utiliza en tratamientos para la depresión.
Al principio parecía que el actor llevaba algunas semanas usando este medicamento. Sin embargo, los niveles de ketamina encontrados en su cuerpo eran inusualmente altos.
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Esta situación generó sospechas sobre el origen de la droga.
Perry, que luchó durante años contra la adicción a las drogas y al alcohol, había estado sobrio durante 19 meses antes de su muerte. Personas cercanas al actor dijeron que está recibiendo una terapia de infusión de ketamina para tratar la depresión y la ansiedad. Sin embargo, hasta el momento no hay explicación de cómo logró alcanzar una dosis tan alta.
La investigación ahora se centra en determinar quién pudo haber suministrado ketamina a Perry y si hubo algún tipo de negligencia o actividad criminal relacionada con su muerte. Aunque la DEA se negó a comentar sobre el caso, la participación de agentes federales sugiere que la investigación podría tener implicaciones más allá de la muerte del actor, informó ABC.
