con una espátula
Después de sobrevivir a un viaje en bote de 11 horas con otros 32 migrantes, Marco Alejandro García, un venezolano con huesos de cristal, espera reunirse con su familia en Estados Unidos.
En 2001
García tenía 37 años y llegó al albergue El Buen Samaritano de Ciudad Juárez padeciendo osteogénesis imperfecta, también conocida como enfermedad de los huesos de cristal.
El inmigrante venezolano está seguro que sus compañeros de este albergue le han tomado de las manos y los brazos, en gran apoyo.
“Tengo a mi familia esperándome en Estados Unidos. No es fácil estar aquí solo, porque aquí cada quien tiene sus familias, sus maridos, sus hijos”, afirmó García.
García explicó a la emisora La Voz de América que el mismo día que llegó solicitó una reunión con CBP ONE, su objetivo era llegar a Nueva York, donde un familiar lo ayudaría con el tratamiento médico.
Dijo estar vivo de milagro, luego de vivir el naufragio de una embarcación con 32 migrantes en diciembre pasado, en aguas del Caribe, en el que murieron dos ciudadanos venezolanos.
“Vine a la isla de San Andrés, fui uno de los sobrevivientes, el barco se hundió. Estuve 11 horas en el mar”, dijo García.
Mejor calidad de vida
En el mismo lugar se encuentra Sally Sánchez, con su esposo, hijo y hermano, pidió cita a través de CBP ONE, pero aún no llega. Espera brindar la mejor calidad de vida a su hijo.
“Quiero que crezca sin mucha delincuencia, porque donde vivimos hay muchos grupos armados”, añadió.
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