En la Universidad de Los Andes (ULA) las clases semipresenciales y a distancia se han convertido en una estrategia para reducir el ausentismo docente y estudiantil en las aulas. Porque permite a los estudiantes universitarios dedicarse a otras actividades empresariales para ganarse la vida.
A 4 años del inicio de la pandemia por Covid-19, este es el caso de la Universidad de Los Andes; Mantiene ese sistema.
La estudiante de Economía, Betsabe García, señaló a Notícias Dodos Ahora que algunas materias de la ULA son bajo el sistema de clases semipresenciales, mientras que otras son completamente a distancia en diferentes plataformas digitales. Esta situación se inició en el marco de la pandemia en 2020 y 2021. Sin embargo, cuatro años después de su creación, el mismo sistema todavía se sigue implementando.
Para un estudiante de Mérida, ver todas las clases a distancia hace que sea difícil comprender lo que está disponible. Porque no hay oportunidad de preguntar a los docentes sobre las dudas o inquietudes que plantean.
“Algunas lecciones las tomamos en línea y otras cuando venimos a la facultad. Personalmente, no creo que haya clases presenciales. Ya que cuando tenemos alguna inquietud podemos preguntar de inmediato. Cuando estamos en línea simplemente recibimos la material y listo”, comentó García.
Además, señaló que algunos docentes solo envían material, actividades o evaluaciones y no desarrollan retroalimentación con los estudiantes. Profundiza las deficiencias y las dificultades personales de cada uno. Esta realidad está generalizada en una gran cantidad de industrias del hogar de estudio.
Este sistema híbrido ha beneficiado a profesores y estudiantes universitarios que se ven obligados a realizar múltiples trabajos para sobrevivir. Sin embargo, esto afecta significativamente la calidad de la educación en las aulas.
Dificultades de aprendizaje derivadas de las clases mixtas de la ULA
Para el estudiante Guillermo Velázquez, muchos años de no tener clases presenciales le dificultaron la comprensión de ciertas materias del área de matemáticas.
“Tenemos problemas para escribir contenidos porque no tenemos clases presenciales donde podamos interactuar con los profesores. Esto me ha causado dificultades. También me ha causado problemas de comunicación para calificar los exámenes”, dijo Velásquez.