Unos perros rebeldes causaron daños por valor de 350.000 dólares en el condado de Harris, Texas, después de que entraron a un concesionario y destrozaron varios vehículos por diversión.
Las imágenes capturadas por una cámara de vigilancia mostraron a los perros mordiendo los parachoques de los vehículos de G Motors. Fueron dos padres aparentemente confundidos los que causaron el problema.
Empleados de la concesión indicaron que los daños causados por los perros ascendieron a cientos de miles de dólares.
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Los animales arrancaron parachoques y guardabarros de varios vehículos. Todo ocurrió del 6 al 18 de noviembre y lo hicieron en horas de la noche, cuando el lugar ya estaba cerrado.
El director de ventas Gaby Fakhoury dijo que al menos cinco coches resultaron dañados. Por lo que se estimó que los daños ascendieron a $350 mil dólares.
Imran Haq, director financiero, dijo a ABC13 que inicialmente creyó que “un lobo” era el responsable del daño. Sin embargo, eso fue hasta que revisó las imágenes de seguridad.
“Nunca se piensa que los perros tengan el poder suficiente para destruir un coche de esa manera”, añadió Fakhoury.
EMPLEADOS ATERRADOS
Fakhoury también afirmó que los empleados están asustados. “Ya nadie quiere dejar el coche. Quieren asegurarse de ir directamente a la oficina. Tienen mucho miedo”, explicó.
Por eso, me temo que los clientes sentirán lo mismo y dejarán de ir al concesionario por culpa de los perros y, como resultado, el negocio fracasará.
G Motors presentó informes ante el Departamento de Policía de Houston. Sin embargo, las autoridades le dijeron que no pueden ayudar, ya que es un asunto civil. “Dicen que no pueden hacer nada hasta que estos perros lastimen a alguien”, dijo Haq.
“No queremos esperar hasta que alguien resulte realmente herido”, añadió Fakhoury.