La de Lupita Ferrer ha sido una vida de telenovela. ¿Pero cómo no serlo si ya desde la adolescencia, rodeada de lujos y comodidades en su Maracaibo natal, su acaudalada familia enfocó en ella, con celo y esmero, su educación, centrada en la temprana vocación de la joven en hacer carrera en el arte histriónico? Los resultados no pudieron ser mejores.
Poco tiempo después de su llegada a Caracas, a donde arribó a los 15 años para completar sus estudios formales y lograr además su objetivo artístico, audicionó para encarnar el rol de Ofelia en el montaje de “Hamlet”, de William Shakespeare, que preparaba Horacio Peterson para el Ateneo de Caracas. Quedó tan impresionado el director por su proverbial belleza, además del talento que ya comenzaba a despuntar para la escena, que no vaciló en darle el rol de la joven proveniente de la realeza danesa, que se encuentra profundamente enamorada del príncipe al cual alude el título de la obra.
De esta manera, Yolanda Guadalupe Ferrer Fuenmayor, que así es el nombre de pila de la artista, nacida el 6 de diciembre en 1947 en la capital zuliana e hija del empresario Atilio Ferrer y de Yolanda Fuenmayor Quintero, quien a partir de entonces se convertiría en su inseparable chaperona, inició su prominente andadura como actriz, primero en las tablas, muy poco después en la televisión y finalmente en el cine, dentro y fuera de Venezuela.
Lupita Ferrer, 6 décadas de vigencia
“Desde entonces casi no he parado un solo día”, confesó Lupita a Ricardo Tirado en 1999, en su libro “Amores públicos”, que el fallecido gerente televisivo e historiador denuestro cine y TV publicó bajo el sello editorial de la Fundación para la Cultura Urbana.
Su primera película fue “Me ha gustado un hombre” (Gilberto Martínez Solares/1964), coproducción entre México y Venezuela filmadaen Caracas. En las telenovelas debutó en “Donde no llega el sol”, título de discreto éxito transmitido por Radio Caracas Televisión en 1967.
Hoy, a sus 75 años, la artista se mantiene vigente tras seis décadas de éxito en el mundo de la actuación. Actualmente se encuentra en Venezuela para promover su más reciente trabajo televisivo, “Dramáticas”, que Venevisión comenzará a transmitir a partir de este lunes 16 de octubre, que para más señas está hecha como una serie por temporadas, nuevo formato utilizado por la mayoría de las producciones en clave de telenovela para adaptarla a los nuevos tiempos.
Cuando le ofrecieron participar en la primera temporada de “Dramáticas”, programa que forma parte del denominado “Proyecto de transformación y evolución”, que viene llevando a cabo, progresivamente y desde hace meses el canal de La Colina, Lupita Ferrer tenía 10 años sin venir a Venezuela.
La estrella zuliana vive fuera del país desde 1976, primero en la capital mexicana y luego en Miami, desde donde atiende las propuestas de trabajo que le surgen. La causa tiene que ver, primero con su afortunada incursión en el cine azteca, y luego con el éxito fuera de nuestras fronteras que obtuvo con Esmeralda (1970), de Delia Fiallo, que estelarizó con José Bardina en Venevisión, la telenovela que puso el nombre de nuestro país en el mapa de los más prolíficos y destacados productores de dramáticos.
A partir de allí, y con Bardina como su galán por excelencia, le seguirían María Teresa (1972), Mariana de la Noche (1975)yLa Zulianita (1976), todos producto de la inspiración de Fiallo.
-Me fui de aquí muy joven -nos dice en entrevista-, porque llegó un momento en que, tanto a Bardina como a mí, nos pegó el encierro del estudio, esa disciplina férrea de llegar a una hora fija y tener contratos que se renovaban apenas vencían. Entonces ambos tomamos caminos diferentes. Tengo muchos años de no vivir permanentemente en Venezuela. Cuando tenía que hacer algo aquí, venía, lo hacía y luego me regresaba a las ciudades donde viví, que fueron mi centro de operaciones.
“La reina del melodrama”
Calificada por Wikipedia como “una de las actrices de telenovelas de habla hispana más famosas de todos los tiempos” y como “La reina de las telenovelas” por Daniel Ferrer Cubillán, presidente de Hispanomedios, la empresa productora de la serie que ha marcado su regreso a la televisión venezolana, ha desarrollado una exitosa y fructífera trayectoria. Así ha sido desde los lejanos tiempos en que inició su formación y actividad teatral de la mano de Horacio Peterson encarnando tan eficazmente a la Ofelia de Hamlet, que por su buen hacer le abrió las puertas del cine y la televisión.
En las diferentes películas nacionales que hizo en sus inicios, así como en las coproducciones con México le fue tan bien que la contrataron para protagonizar “Un Quijote sin Mancha” (1969) con Mario Moreno “Cantinflas”, un hito importante en su devenir profesional.
Después de esta primera experiencia internacional, regresó para hacer las ya comentadas telenovelas de Delia Fiallo en Venevisión estelarizando con Bardina, hasta que en 1978 vuelve a México y luego a Hollywood, para hacer el filme norteamericano “Los hijos de Sánchez”, protagonizando con Anthony Quinn.
«Allí me casé con Hall Bartlett, el director y productor de la película (ya antes había tenido en Venezuela un breve matrimonio de dos años con el ingeniero Alfredo Carrillo (que “terminó por los celos de él”, según narra en su reciente autobiografía). Luego me divorcié de Bartlett, pero esto lo cuento en mi libro autobiógrafo, que acaba de salir y está en Amazon, que se llama “Lupita Ferrer al desnudo”.
-¿Por qué te divorcias de Hall Bartlett?
«Yo quería tener un hijo para estabilizar un poco ese hogar, que no duró mucho para que empezara a tambalearse. Pero él en verdad no me lo podía dar, porque era un hombre mayor y se había hecho tratamiento para no tener más hijos».
En el texto de Ricardo Tirado ya citado, el autor le preguntó si su matrimonio con Bartlett la había beneficiado artísticamente.
“Francamente, ni una cosa ni la contraria”, contestó. “Fue como un receso. Un paréntesis en mi profesión, eso fue todo (…) El hecho de haber permanecido casi seis años junto a Bartlett no me benefició en nada, tampoco me perjudicó. Son tantas cosas… no sé si es cuestión del hombre, iba a decir latino, pero ya ves, el norteamericano fue igual. Sin embargo, no estoy en contra del matrimonio y sigo pensando que es el estado ideal, tanto para la mujer como para el hombre, vivir en pareja”.
Lupita Ferrer
El caso es que -cuenta Tirado- el verdadero sueño dorado de Lupita, era trabajar profesionalmente de igual a igual junto a los consagrados y eso no se cumplió. La actriz se aburría terriblemente en su mansión de diez habitaciones y piscina en Bel Air, junto a un marido rodeado de trofeos ganados por glorias pasadas, excluida y esperando por un personaje a llevar a la pantalla que nunca llegaría.
Retorno en un nuevo formato
«Me separé y me vine un tiempo a Venezuela -añadió en nuestra conversación para El Estímulo-. Un año después, me ofrecieron hacer “Cristal” (1985) en Radio Caracas Televisión, que resultó un éxito tan grande, que me empezaron a llamar de diferentes países con otras ofertas».
«Fuimos los primeros en llegar a Europa con “Cristal”. En España ganamos el Premio Ondas (el galardón mediático más importante), como el mejor programa de ese año y lo mismo ocurrió en Italia y el resto del continente. Se colocó como la producción número uno del mundo en su género».
Es indudable que Delia Fiallo ha sido una suerte de talismán para Lupita Ferrer. Trabajar en cada una de sus telenovelas ha precedido a varios de sus grandes momentos artísticos.
«Después del suceso de “Cristal” me contrataron para Perú, Argentina y Ecuador. Hice muchos viajes a España para hacer galas. Aquí en el Canal 8 protagonicé “Doña Perfecta” (1985), adaptación de la obra de Benito Pérez Galdós que fue una joya, una obra de arte. Ganamos muchos festivales afuera. Por eso me ha pegado tanto que la televisión venezolana se viniera abajo. Entiendo que hubo muchas circunstancias y cambios políticos, pero pienso que a pesar de esto se ha debido tratar de mantenerla a flote un poco más».
Estreno de una nueva etapa
A casi 60 años de su irrupción como actriz, Lupita no se cierra a los cambios. La telenovela, género en el que ha desempeñado la parte sustancial de su trabajo, está renovándose en forma de series por temporada, con buena fortuna, para enfrentar así su agotamiento como espectáculo televisivo.
«“Dramáticas” es la primera telenovela que hago en este nuevo formato. Pero no solamente eso, sino que la estoy haciendo en un género que es muy nuevo en Estados Unidos, llamado “Dramedia”, o “Dramedy”, en inglés. Es una mezcla de comedia y drama. Esto para mí es algo distinto. Debo decirte sinceramente que hay algunas escenas en las que me siento francamente rara. Hago el papel de una diva sobreactuada, excéntrica, de los años 60 o 70, tipo María Félix o Joan Collins».
La serie la escribieron Indira Páez, Daniel Rojas y César Sierra, bajo la producción de Daniel Ferrer Cubillán, presidente de Hispanomedio, empresa que desarrolló esta producción para Venevisión.
«Espero que esto guste y le dé un impulso al género. Daniel Ferrer es un visionario, un hombre destacado y brillante. Con este formato se ajusta a los requisitos del mercadeo internacional, para así empezar a venderles este tipo de producciones a las plataformas de streaming tipo Amazon, HBO y Netflix, esa es su idea».
Lupita Ferrer
«Me ha costado un poco adaptarme a esta modalidad (ríe), para serte totalmente sincera. Pero me he dejado llevar, porque estas son cosas hechas por gente joven y la juventud se impone. Sé, por haber hecho tantas telenovelas, que ya no podemos seguir apostando a los patrones del pasado. Eso de hacer remakes de las novelas clásicas que hice con Delia Fiallo ya no se impone para nada. Para nosotros, como trabajadores, son agotadoras esas jornadas intensas de antes, de trabajar afanosamente en 150 o 200 capítulos. Y no solamente para nosotros, sino también para el público. No podemos seguir con esas historias de la muchachita pobre, criada de la casa, que se enamora del niño rico. El mundo sigue adelante y no nos podemos quedar anclados al pasado», argumenta.
Tributo al pasado
-¿De qué va “Dramáticas”
«Te voy a dar una primicia: la serie se trata de la realización de una telenovela y por eso es que todo se desarrolla en Venevisión, porque se utilizan los pasillos, los camerinos, la sala de maquillaje, las escaleras, todos esos ambientes típicos de un canal de TV. Y también es un homenaje a las telenovelas del pasado. Entre ellas se menciona a “Kassandra”, “Por estas calles”, “Cristal”, por supuesto, y otras que fueron famosísimas. Es un tributo a esa época gloriosa que tuvimos los venezolanos y que lamentablemente perdimos».
-Se ha dicho que si “Dramáticas” obtiene buenos resultados tiene previstas dos temporadas más, que ya están escritas…
«Sí, eso es lo que ellos dicen. Pero todo depende del recibimiento que tenga. Porque tú sabes que el público es el que manda. Por eso apostamos a que estacomedia dramática guste, que la gente la acepte. Porque nosotros estamos trabajando aquí, no para las plataformas en un futuro, que también, sino para el público grueso de Venezuela, el pueblo, vamos a decirlo así».
-¿Cómo fue emocionalmente tu reencuentro con Venezuela, después de tanto tiempo sin venir?
«Ha sido una experiencia positiva. Cuando decidí venir yo tenía hasta miedo, porque se comentan tantas cosas en el exterior: que esto estaba destruido, que era un horror. Yo pensaba, especialmente aquí en Caracas, encontrarme con todo hecho polvo, devastado. Y no ha sido así. He encontrado en realidad una Venezuela que aparte de los problemas que por supuesto hay, no han hecho que el venezolano haya perdido el buen humor, las ganas de echar para adelante. Creo que ese temperamento ha sido muy importante para enfrentar las dificultades, porque eso no lo tiene cualquier pueblo».
«Porque hablan de Cuba, pero Cuba al parecer es un pueblo muy resignado, como vencido. Pero nosotros no. Caracas es una ciudad de contrastes. He visto partes muy malas, casi cayéndose, edificios sin pintar y esas cosas. Y luego me han llevado a restaurantes lujosísimos, que no sé quién podrá pagar. He visto también un renacimiento del teatro enorme. Todos los días hay obras nuevas. Yo he visto varias y me han encantado».
«Cuando yo miro el Ávila me siento en mi casa. Nada de eso estaba claro para mí. Tuve que venir y vivir la experiencia para darme cuenta. Y te digo una cosa más: pienso volver a venir. No voy a abandonar mi tierra, a mí no me importa quién esté arriba, porque la política en verdad yo no la entiendo, es muy enredada. Lo que quiero es el bien del país. Seguiré viniendo con más frecuencia, tanto a trabajar como de visita. Yo no tengo ni siquiera apartamento aquí, porque lo vendí. Pero yo no me fui por cuestión política, me fui por mi trabajo».
-¿Cómo viste Maracaibo?
«En Maracaibo me recibieron como una reina. Manuel Rosales, gobernador del Zulia, se ha portado conmigo como un señor. Quiere hacer progresar al estado. Toda esa zona de la gobernación está bellísima, pero al resto de la ciudad sí la veo muy decaída, pero nosotros somos una zona petrolera y al bajar la producción petrolera, claro que el Zulia se tenía que venir abajo también».
TRAILER OFICIAL DE “DRAMÁTICAS”