El recorrido de la película venezolana “La Sombra del Sol” ha venido con muy buenos resultados en los festivales de cine donde se ha presentado en diferentes partes del mundo. Desde que en junio pasado formó parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine Latino de Los Ángeles 2023 (Laliff), uno de los más importantes para la comunidad latinoamericana y de habla hispana en Estados Unidos, el filme del joven realizador caraqueño Miguel Ángel Ferrer se ha hecho acreedor de varios galardones y de los comentarios más entusiastas de crítica y público.
El más reciente reconocimiento lo obtuvo el pasado 1 de octubre, al ganar el premio al mejor largometraje latinoamericano en el Festival de Cine de Monterrey, México. Esta distinción se suma a otros reconocimientos, como el del Georgia Latino International Film Festival, donde triunfó en los rubros de mejor película latinoamericana, así como en los de director y actor para su protagonista, el histrión sordo Anyelo López.
Del mismo modo, en la más reciente edición del Festival de Cine Venezolano de Mérida, recogió cinco trofeos, los correspondientes a mejor actor (Carlos Manuel González), actor de reparto (Anyelo López), diseño sonoro (Enrique Díaz), ópera prima y largometraje de ficción, este último otorgado por la prensa.
Y por si esto fuese poco -o más precisamente por ello-, ha sido postulada por Venezuela a los premios Oscar 2024, para participar, entre más de 100 películas, procedentes de igual número de países, en la escogencia de los cinco títulos a ser nominados en el apartado de Mejor Filme Internacional. Un primer corte de 15 seleccionadas, o lista corta, se anunciará el 21 de diciembre, mientras que las cinco finalistas se darán a conocer el 23 de enero, con miras a competir en la ceremonia número 96 de los premios de la Academia de Hollywood, que tendrá lugar en el Dolby Theater de Los Ángeles el domingo 10 de marzo de 2024.
Para cumplir con las reglamentaciones de la Academia, que exige que las películas postuladas hayan sido presentadas por lo menos durante una semana en sus respectivos países, “La sombra del sol” se exhibe en el Trasnocho Cultural del Paseo Las Mercedes.
Allí estará hasta el viernes 6 de octubre y en diciembre será su estreno comercial en las salas de cine del país.
Aprender cargando cámaras y cables
Con una trayectoria de 18 años en la industria del cine y la publicidad, el director Miguel Ángel Ferrer, residente en Los Ángeles, ha ganado docenas de premios por sus cortometrajes. A uno de ellos, “DeMónica” (2021) lo premiaron en el Festival de Cine Venezolano en Mérida, mientras que el primero que hizo, “Culpa” (2020), participó en más de 40 festivales y fue adquirido por HBO para su plataforma de HBO MAX.
En cuanto al área publicitaria, ha dirigido más de 400 comerciales, tanto en Estados Unidos como internacionalmente, incluyendo piezas para el Superbowl. Videos musicales, tiene más de 50 en su haber, entre ellos los de “Que suenen los Tambores” de Victor Manuelle y “Tumbayé” de Oscarcito, ambos premiados con diferentes galardones de la música.
En medio de la incesante actividad que conllevan los preparativos para la presentación de su película en otros festivales, tanto de Latinoamérica como de Europa, así como las presentaciones que con su equipo prepara para los votantes de la Academia del Cine de Estados Unidos, de cara a la campaña promocional del Oscar, Miguel Ángel Ferrer hizo un paréntesis para conversar con El Estímulo desde Los Ángeles.
-¿Dónde emprendiste tu formación cinematográfica?
-Mi formación ha sido fuera de Venezuela. Estudié cine y teatro en la Universidad de Miami, con unas becas académicas, pues es una universidad muy costosa. Lo que hacía en realidad era pedirle a los estudiantes de la maestría en cine trabajar con ellos en sus producciones, cargando cámara y llevando cables. Así aprendí las técnicas de cómo hacer cine y cuando ya estaba en mi segundo año de la universidad, tenía un conocimiento más avanzado que el resto de mis compañeros. Tomé esas oportunidades con los alumnos de la maestría y les saqué todo el jugo que pude.
-Al poco tiempo de graduarme, me fui a Los Ángeles en 2007, sin trabajo y sin conocer a nadie. Empecé lavando platos, pero luego estuve como camarógrafo de un documental de National Geographic, en donde permanecí después año y medio, hasta que llegué a Warner Brothers televisión y allí, durante tres años, trabajé como coordinador de posproducción.
Estas experiencias le sirvieron para comenzar a dirigir videos musicales. Colaboró con artistas venezolanos, como Víctor Muñoz, Gabriel Parisi y Oscarcito, así como algunos internacionales.
-Más tarde me moví al mundo de los comerciales publicitarios y cinco años después me ofrecieron la oportunidad de dirigir una película para el estudio Lionsgate. Pero como tenían todo el control de la producción, salió como ellos querían y no a mi gusto. Me separé un poco del mundo de la narrativa, hasta que a principios de 2020 empecé a hacer cortos y a planificar mi largometraje, que representa en realidad lo que yo soy capaz de hacer con mi equipo.
De Acarigua con amor
-¿Cómo llegas a “La sombra del sol”?
-Fue un camino largo, lleno de decepciones y de logros. En realidad “La sombra del sol” comienza la noche final del Festival Latino de los Ángeles (Laliff) de 2021, donde fui invitado por una amiga. Escuchando a la directora de la película de clausura, Lissette Feliciano, y en medio del ambiente cinematográfico del evento, me inspiré para crear este proyecto. Me pregunté por qué no estaba yo allí con una película. Y la respuesta que me hice fue que a causa de mí mismo, que tal vez no había aprovechado algunas oportunidades que tenía que aprovechar y tal vez estaba un poquito en mi zona de confort. A partir de allí me dediqué a formular una historia que pudiese hacer en mi país. Había tenido muchas experiencias volviendo a Venezuela y viajando al interior gracias a Wil Romero, productor y cineasta venezolano.
-Wil me llevó a Acarigua, su lugar natal, tres o cuatro veces -recuerda-, también fui a Socopó y San Cristóbal. La gente que conocí fue la que me inspiró. De ahí partí y esa fue la ambientación y el desarrollo de la película. Cuando ideé los personajes pensé en dos hermanos de Acarigua y entonces procedí a desarrollarlos y luego vino la trama.
-Mucha de la historia de “La sombra del sol” -comenta Ferrer- está basada en Wil Romero, quien sin formación académica ha dirigido y producido videos para Juan Miguel, Nacho y empresas como la Polar. Esa fue parte de mi inspiración, también de mi historia propia y la de tanta gente que conocí en Acarigua, donde las personas son increíbles. Siempre fue un sueño volver a mi país a hacer cine, no solo a mostrar sus imponentes paisajes, sino también el calor, la perseverancia y la fuerza de voluntad del espíritu venezolano, el que lucha por lo que anhela y lo consigue.
Angelo López: El feliz debut de un actor sordo
El guion de Ferrer se consolidó a cuatro manos, junto a Guillermo de la Rosa. Se armó el equipo de producción integrado por Wil Romero, Maritza Carbajal, Álvar Carretero de la Fuente, Juan Carlos Rodríguez, Maylen Calienes, Vince Sánchez Sambrano y Héctor Manrique. Los temas de inclusión social, respeto a la diversidad y el hacer realidad un sueño en un entorno desafiante, son premisas que mueven la narrativa del largometraje.
El filme cuenta con un elenco de actores venezolanos, entre los que destacan, en papeles estelares, Carlos Manuel González, Greisy Mena, Jeizer Ruiz, Richard Clark, Camila Curtis, David Olaves, Juan Miguel Dell Orco y con el debut del actor sordo Anyelo López, toda una revelación de la interpretación. A pesar de no haber tenido experiencia previa en el arte histriónico, su actuación, consistente y llamativa, transpira autenticidad y buen hacer en cada detalle.
“La Sombra del Sol” nos muestra la historia de Alex (Anyelo López), un joven sordo que le pide a Leo (Carlos Manuel González), su hermano mayor, del que se ha distanciado a raíz de la muerte de sus padres, que se una a él en un concurso musical. Cristalizar su sueño a través de la voz de su hermano mayor, será un desafío que pondrá a prueba sus habilidades y su capacidad de perseverancia y resiliencia en una sociedad no apta para la inclusión.
-¿Cómo elegiste al protagonista sordo de tu historia?
-Primero hicimos un casting con algunos actores sordos, muy buenos, pero que no cabían dentro del marco de lo que yo quería. Se planteó incluso buscarlo en otros países, como México o Argentina, e incluso se pensó en actores que fueran oyentes para interpretar el personaje de Alex. Pero yo insistí en que fuera sordo y en que lo teníamos que conseguir en Venezuela.
-Entonces le pedí a las dos instructoras que nos estaban enseñando el lenguaje de señas, ambas de la Asociación Fundafid de ayuda a los sordos, que convocaron a muchachos sordos de entre 20 y 30 años de todo el país. Nos llevaron a diez y entre ellos estaba Anyelo López, un chico de El Valle sin experiencia actoral. Llegó nervioso y sudando del temor, pero iluminó ese casting y yo supe de inmediato que era lo que buscaba. Anyelo se aplicó, se estudió el guion concienzudamente, trabajó todos los días con las chicas de Fundafid, con Carlos Manuel González, el otro protagonista, y también conmigo, hastaperfeccionar su interpretación de la manera tan descollante como lo hizo.
-Anyelo Lópezes un actor que cuando lo metan en una película con dinero y con actores famosos, ese chamo gana el Oscar. Como él hay valores venezolanos que están escondidos por todos lados. Yo conozco varios en Acarigua, a los que hay que darles una plataforma para que eleven su talento y también el de nuestro país, de nuestra industria. Eso es para mí la meta de esta película. Y la de cualquier otra que seguiré haciendo, porque las próximas cuatro se desarrollarán en Venezuela.
-¿Las harás todas aquí?
-Espero continuar haciendo cine en Venezuela, para así generar oportunidades para los técnicos y actores que siguen viviendo allá, que como se aprecia en la película son tan talentosos como en otros gremios mexicanos, argentinos o españoles. Venezuela tiene para construir una industria del cine fuerte, pero hay que presionar para establecer los incentivos que permitan ampliar esas oportunidades a través de las plataformas reglamentarias que posibiliten aún más que esos talentos brillen.
-¿Ya tienes guiones o esbozos para esos proyectos?
-Por supuesto, los cuatro guiones ya están terminados.
“Creo en decir las cosas sin decirlas”
-¿A qué atribuyes la resonancia que ha tenido tu película en los festivales donde se ha presentado?
-Creo que es por la realidad que allí se enseña de una manera sutil, ese decir las cosas sin decirlas, que es mi manera de abordar el cine. Tanto en diálogos, como en dirección de arte y sonido, hay muchos detalles que la gente descubre gratamente por la manera en que los he planteado. El cine para mí es como ir a una iglesia, a donde vamos a comulgar con nuestros hermanos y hermanas y a emprender una aventura, a caminar por ese camino con ellos. Creo que lo que ha gustado es que es una película esperanzadora, pero que también te habla de algunas realidades como las que vivimos en Venezuela y también fuera de Venezuela, en países latinoamericanos.
-Aunque la historia no se trata directamente de esas realidades: de que se va el agua, o de los malandros, o de que no había gasa en el hospital, pues lo que centra la historia son los personajes. Cuando hablo con gente venezolana, cada una tiene su mundo y su historia, que es precisamente lo que destaco. Es sobre esas personas que por suerte o azar de la vida han nacido en Venezuela o están en Venezuela. Esa misma historia seguro que la encuentro también en México, en Perú, en Bolivia o Brasil. Esa persona con ese sueño, o con esa familia, o con esa educación, o con esa combinación de elementos. Creo que esto es lo que ha caído tan bien internacionalmente, que la gente se ve reflejada en ese espejo.
-¿Cómo va el recorrido internacional de “La sombra del sol”?
-La película se presentó el pasado domingo 8 de octubre en Washington DC. Y estamos esperando respuesta de otros festivales, en Latinoamérica y Europa. Iniciaremos también la campaña de cara a los Oscar, mostrándosela a todo el mundo en la Academia, allá en Los Ángeles. Es un arduo trabajo. Tengo un equipo que está manejando esto.
-¿Qué piensas de las críticas que el director y los productores de la película “Simón” le han hecho a la Asociación de Autores Cinematográficos (Anac) por presuntas irregularidades enla manera como se seleccionó “La sombra del sol” como candidata por Venezuela a los Oscar?
-He podido leer las noticias al respecto y caigo siempre en el mismo punto: uno, si hay un problema gremial, que se ventile dentro del gremio, y yo estoy aquí para apoyar esa decisión con la verdad por delante cien por ciento; y dos, en cuanto a cualquier otra polémica con “Simón”, que está batiendo récords y haciendo un recorrido muy bueno, con Diego (Vicentini, el director) y con todo el equipo de “Simón” mantengo un firme planteamiento de apoyo.
-Estamos aquí para saber cuáles fueron las fallas y cómo se pueden arreglar para que no sigan sucediendo. Porque este no es el primer año que hay polémica, el año pasado también la hubo y el antepasado igualmente. Somos venezolanos, ya estamos cansados de tanta polémica. Qué podemos hacer para hacerlo bien. Para que la gente internacionalmente nos vea como ven a Cuarón, a Del Toro y a Iñárritu, que se ayudan los unos a los otros y por eso es que han crecido tanto y hecho tantas cosas increíbles, porque son increíblemente talentosos.
-Yo espero que nuestra película, y también la de ellos, que tienen lazos similares de hermandad, inspiren el cambio en nosotros. Si no estamos dispuestos a cambiar y a sentarnos en la mesa con ellos y escucharlos para ver por qué tienen esa opinión, para entendernos mejor y llegar a un compromiso, no vamos a crecer. Mi equipo y yo estamos aquí para ayudar en cualquier caso que sea. Todo en función de que nos ayudemos los unos a los otros.
Carlos Manuel González, “el hermano mayor”
Tiene varias películas en su haber, pero “La sombra del sol” es el primer protagónico importante del actor Carlos Manuel González, con quien conversamos para este reportaje.
-Trabajo como actor desde que estaba en el colegio, pero luego hubo una etapa en mi vida en la que yo tuve que dedicarme a otra cosa, porque la actuación no me proporcionaba lo que yo quería y me dediqué a las finanzas ya otros ámbitos de la vida durante mucho tiempo -nos cuenta-. Soy graduado en economía en los Estados Unidos. Me fui a Miami y me dediqué a los bienes raíces, a vender y comprar propiedades y estuve mucho tiempo trabajando en eso.
-Es a partir de 2016 cuando decido dedicarme a la actuación al cien por ciento, porque es realmente lo que me apasiona. He trabajado en teatro, cine y televisión. Cuando decido regresar a la actuación me vine a Venezuela, porque quería estar un poco más con mi familia. Empecé a tocar puertas y a hacer castings. Desde entonces he tenido trabajo constante, haciendo de todo un poco.
-¿Cómo llegas a “La sombra del sol”?
-Su director, Miguel Ángel Ferrer, me había contactado para que participara en un cortometraje que iba a filmar aquí en Venezuela y teníamos prácticamente todo listo cuando de repente cae la pandemia. Como él vive en Los Ángeles, tuvo que filmarlo allá con otro actor. Pero siempre mantuvimos comunicación, pues él estaba escribiendo “La sombra del sol” y el personaje de Leo lo escribió pensando en mí. Finalmente pasa la pandemia y empezamos a armar todo el rompecabezas para hacer aquí la película.
-¿Es lo mejor que has hecho en cine?
-Sí, ha sido mi mejor papel en una película. Fue un trabajo arduo y hemos tenido la fortuna de mostrarla en el exterior, donde ha sido ovacionada y recibido con unos comentarios increíbles. Se hizo con un presupuesto muy pequeño, pero con muchísimo cariño. El resultado ha sido de una calidad tremenda. Fue un trabajo arduo aprender el lenguaje de señas y establecer una buena conexión con Anyelo, el muchacho sordo que hace de mi hermano, durante meses de ensayo. Es el trabajo que me ha traído la mayor satisfacción.
-¿Cómo fue el proceso de actuar con un actor sordo?
-Resultó difícil, pero sobre todo extenso. Yo no manejaba el lenguaje de señas, aún no lo domino, porque el trabajo que hice fue básicamente para la película, bajo la enseñanza de dos mujeres maravillosas, dos instructoras de la fundación Fundafid, que se dedica a los muchachos sordos. Fue un entrenamiento de dos horas diarias a la semana, durante dos meses. Desde un primer momento Anyelo lo hizo fabuloso, empecé a conversar con él a través de nuestro intérprete. Había que hacer el lenguaje de señas en una forma fluida, que no se notara que fuese impostado o fingido, sino que me saliera de manera natural. Fue aprenderse el guion prácticamente dos veces, como oyente y como sordo. Lo que tengo es puro agradecimiento y satisfacción.
-¿Cómo abordaste tu personaje?
-Leo tiene muchas cosas mías, porque es artista, en esta interpretación un artista que se deja llevar por la frustración, que no supo canalizar sus deseos y sus sueños, porque se dedica simplemente a criar a su hermano y a buscar constantemente cualquier trabajo que les diera con qué comer. No supo canalizar su juventud en torno a lo que quería y es este hermano menor con una discapacidad, quien lo hace retomar sus sueños, demostrando que no existe discapacidad que impida realizarlos. La mayor discapacidad la tenemos en nuestras mentes y si nos rodeamos de gente positiva, que nos apoye y nos impulse, cualquier cosa se puede lograr. Yo también como actor me he encontrado con mil paredes, mil puertas cerradas y deseos reprimidos, cosas que uno desea hacer y las circunstancias no te lo permiten, pero hay que seguir y disfrutar el viaje.
-¿Como actor tienes predilección por algún medio en particular?
-El cine siempre ha sido mi gran amor. Soy de esas personas que cuando se acercan las entregas de premios no me las pierdo, me gusta ver las películas que ganan los premios para tener mi propio criterio. Siempre me imaginé trabajando en cine, tenía esa ilusión de pararme en un escenario y recibir un premio. El cine definitivamente es mi gran amor. Pero el teatro también me enseñó disciplina, constancia, a conectarme duro con mis emociones y hacer que un director te enseñe cómo canalizarlas. El teatro es parte de mi vida también, pero definitivamente el cine es mi gran amor.
-¿Qué tipo de personajes prefieres?
-Me gusta mucho el drama, sobre todo el psicológico. He hecho muchos personajes malvados (ríe), por mi tamaño, mis facciones y mi voz. Esos personajes los disfruto mucho, porque te dan bastante más libertad de jugar con esa maldad.
-¿Crees que se podría hablar de un renacer del cine venezolano?
-Que en un mismo año hayan salido dos películas como “Simón” y “La sombra del sol”, es una demostración de que en Venezuela estamos haciendo cosas buenas, cine de calidad. Los de la producción de “Simón” son amigos nuestros, nos hablamos todo el tiempo, yo no he hecho más que felicitarlos por todos sus logros, porque “Simón” también es una gran película y sé que ellos piensan lo mismo de “La sombre del sol”. Esto no lo para nadie. Tenemos una nueva generación de cineastas y de gente de cine que emerge con nuevas ideas y nuevas historias, frescas y modernas, que es lo que le hace falta a nuestro cine: una renovación.
TRAILER DE “LA SOMBRAS DEL SOL”