La directora estadounidense Sofia Coppola le hizo justicia este lunes 4 de septiembre en el Festival de Cine de Venecia a la esposa de Elvis Presley con “Priscilla”, una película que revela la extraordinaria relación que los mantuvo a ambos unidos durante años.
Woody Allen demostró por su parte a sus 87 años que todavía tiene un as bajo la manga con “Stroke of Luck”, una historia de infidelidad amorosa en un ambiente burgués, tema que ha tratado varias veces en 50 películas. pero esta vez en francés y ambientada en París.
Hace poco más de un año, el australiano Baz Luhrmann consiguió un gran éxito de taquilla con “Elvis”.
Cineasta de reputación independiente, Coppola se atreve a revisitar el mito pero desde el punto de vista de Priscilla, a quien el rey del rock conoció en Alemania mientras hacía el servicio militar, tenía sólo 14 años, 24.
Con una mirada serena y lúcida, “Priscilla” aborda una relación peculiar: la de una adolescente (interpretada por la cantante y actriz Cailee Spaeny) que no sólo logra convencer a sus padres de que Elvis (Jacob Elordi) tiene buenas intenciones, sino que también para permitirle ir a vivir con él en su casa de Graceland.
Elvis Presley la instaló en su casa y la matriculó en un colegio de monjas en Memphis para terminar sus estudios, sin consumar nunca su relación sexual durante años, hasta que se casó con ella (cuando ella tenía 21 años), insiste Priscilla.
“Para mis padres fue muy difícil entender por qué Elvis estaba tan interesado en mí”, explicó Priscilla Presley en una rueda de prensa en el Lido.
Como en “Elvis”, el rey del rock es retratado como un hombre herido por la muerte de su madre, adicto a las drogas, algo que estuvo a punto de hacer naufragar a su joven. Ambos se divorciaron en 1973.
Priscilla Presley, que tuvo una hija con Elvis (Lisa-Marie), es productora de la película, que compite por el León de Oro.
“No sé por qué confió tanto en mí, pero lo hizo”, recordó Priscilla, de 78 años, que trabajó como actriz y presentadora.
“La gente pensaba: ‘era sexo’. Pero no fue así. Nunca tuve relaciones con él [hasta la boda]. Era muy dulce, muy cariñoso, pero también respetaba el hecho de que yo sólo tuviera 14 años”, dijo a los periodistas.
La película muestra, sin embargo, la enorme tensión emocional de una joven que tuvo que soportar, durante años de espera, la infidelidad y el lado posesivo del intérprete de “Heartbreak Hotel”.
Se trata de una película que narra “la evolución de una joven que acaba huyendo para encontrar su propio lugar”, explicó Sofia Coppola.
Ignorado en Estados Unidos, amado en Europa
Woody Allen tiene una reputación aún más independiente en Hollywood, pero también tiene sus problemas.
Sacudida por la marea del MeToo, la industria cinematográfica estadounidense está luchando por asociarse con un director de cine bajo la sombra de acusaciones de abuso sexual lanzadas por su hija adoptiva, Dylan.
Desde que surgieron las acusaciones en 2013, Allen ha redirigido su carrera hacia Europa.
“Un golpe de suerte” se rodó en Francia con Lou de Laâge, Niels Schneider, Melvil Poupaud y Valérie Lemercier en los papeles principales.
La capital francesa ya fue escenario de otra película de Allen hace 12 años, “Medianoche en París”.
El autor de “Manhattan” o “Hannah y sus hermanas” reconoció recientemente que está cerca de cerrar su dilatada carrera cinematográfica.
“Cuando era joven, las películas que más nos impresionaban eran las europeas, francesas, italianas, suecas… Todos queríamos hacer películas como las europeas”, recordó el director a la prensa.
“Tengo muy buenas ideas para Nueva York, y si alguien sale de las sombras y dice “vale, si acepta dar el dinero y no interferir”, ¡adelante!”. “, bromeó.