Voz venezolana
La impactante historia de los niños perdidos en el bosque cambió la tristeza, en medio de la alegría de su rescate en el campo luego de 40 días perdidos en el bosque. En medio de la alegría de ese país, empezaron a surgir problemas y denuncias. DetallesEl programa de televisión dirigido por María Elvira Arango, se fue a Puerto Sábalo, un lugar remoto en medio de la más espesa selva tropical donde vive la familia uitoto Ranoque Mucutuy.
por semana.com
“Una historia de crueldad, miedo y gran dolor en medio del Paraíso”, El reportero reporta para mostrar la historia en la que amigos de la familia y gobernadores nativos han contado el infierno de una mujer que perdió la vida por intentar escapar de su casa.
Las pruebas que recoge el programa son demoledoras y muestran que los niños viven en una familia llena de problemas y que su madre es quien creen que es la autora de la violencia cometida por su padre y su padrastro. El área es tan pequeña que todo se sabe. Alrededor de 140 personas comparten una vida en el bosque en ese pueblo. La casa en la que viven es muy pobre: un cuarto de unos dos metros, con techo de paja, en el que viven todos.
Cualquiera que sea valiente en los 40 días de encontrarse en la impotencia es presentado por sus vecinos como un villano. “Para nosotros debería estar preso: cometió un delito en el resguardo”, sostuvo sin titubeos Carlos Andrés Sánchez, líder oriundo de Uitoto, sobre el padre de dos niños pequeños, Manuel Ranoque. “Los militares no lo desplazaron, tuvo que pensar en las consecuencias por conflictos familiares, casi una forma de violación, qué haría con la primera hija. No es desplazado por nadie, tiene que pagar el resultado dentro de la comunidad”, agregó.
El hombre lo tiene claro: “Fue un intento de violar a la niña… ella se fue por no cumplir un castigo”.
Alexander Olarte, director de la escuela natal de Fortunato Carvajal, a la que asistió Lesly, dijo que era una niña “tímida”. Estudié en el interior, como muchos niños en la selva colombiana.
No es el único evento doloroso que vive la familia. Los lugareños dicen que una noche todos escucharon los gritos de Magdalena. “En ese momento había violencia doméstica… Mostramos la mayor provocación. Nos mostró una marca debajo de su cuello… se cortaría la cabeza o la espalda”. dijo Wilson Castro, alcalde de Puerto Sábalo.
La historia contada cuando aparecieron los niños fue confirmada por los indígenas. La anciana ya se había escapado y se escondió en la oscuridad del bosque. “Esa noche, cuando vieron el estado de vejez y llanto, los niños salieron y no vieron”, dijo el líder indígena.
“Ese señor daba señales de vida desordenada… Se tomaba sus traguitos y respondía con fuerza, con mucha fuerza”, agregó Castro.
Detalles Habló con el alcalde de un pueblo cercano que acogió a Magdalena, cuando ella escapó. El hombre la puso en su casa y cuidó de sus hijos. Y lo envió al lugar donde vivía la madre para que pudiera estar a salvo. La comunidad de Puerto Sábalo dijo al programa que lo acusaron de lo sucedido y lo castigaron a muerte: beber agua que lo podría matar.
En ese momento, Manuel Ranoque, preso del temor por su destino, según los rastreadores, Fue por Araracuara.
Hubo un incidente anterior que dañó la confianza de Manuel en la comunidad. Según dijeron, le dieron seis millones de pesos para que tomara acción en Bogotá a favor de su casa, pero llegó sin nada y le aseguraron que había robado. Lo peor es que, a pesar de que Magdalena y los cuatro hijos tienen familia, él llegó a Puerto Sábalo con otra novia, según dijeron. “Con una mujer que es dueña de la mujer y, como siempre, los niños son los que llevan la carga. Unos viven en una casa y otros, en otra casa”, asegura el hombre a Detalles y agregó que anduvo silbando que los tres vivirían.
La comunidad rechaza esa actitud. Se realizó una reunión sorpresa y fue destituido como gobernador. Una vez en Araracuara, Manuel contó la historia del país: que había sido amenazado por los infieles y que tuvo que huir rápidamente a Bogotá. En ese momento, su novia ya lo había dejado y él le había pedido una segunda oportunidad a Magdalena, quien se escapó a escondidas de la casa de su madre y acordó comenzar una nueva vida con Manuel en Bogotá.
La tragedia estalla en ese deseo de un futuro diferente cuando el avión se estrella. Perdió la vida, sus hijos después de 40 días de supervivencia se convirtieron en un milagro viviente. Pero su futuro es menos prometedor de lo que parecía cuando fueron rescatados.
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