con una espátula
Un encuentro con el Titanic llevó a cinco millones a embarcarse en un viaje que terminó en desastre. Los pasajeros a bordo de un barco que desapareció el domingo cuando se embarcaba en un viaje al naufragio de un barco que se hundió en el Atlántico Norte hace más de un siglo, finalmente perdieron el ánimo después de que la destrucción vista muestra la “implosión” del barco. como casas particulares.
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Desde hace varios días, autoridades costeras y foráneos colaboran en una misión para dar con el paradero del sumergible. Las horas trabajan en contra, porque con cada minuto que pasa, el oxígeno del barco se va. Sin embargo, cuando encontraron partes de la nave, el peor escenario comenzó a confirmarse.
A través de una conferencia de prensa, el contralmirante John Mauger de la Guardia Costera de los Estados Unidos, junto a un comunicado publicado por la empresa Expeditions OceanGate, dijo al mundo que la tripulación falleció. Asimismo, señalamos que dar con el paradero de nuestros cuerpos será una tarea imposible, pero sin determinar la posibilidad.
Luego de conocerse el destino del barco, comenzaron a conocerse más detalles sobre los tripulantes. El Daily Mail informó que el CEO de OceanGate, Stockton Rush, había rechazado una advertencia del explorador marino Rob McCallum.
El comunicado indicó que a través de los correos electrónicos, McCallum habría referido las advertencias a Rush, quien era parte de los tripulantes que desaparecieron y luego fallecieron en el crucero. De igual forma, la prensa británica mostró que el explorador oceánico calificó la dedicación del CEO de obstinada, al igual que los que construyeron el Titanic en el siglo XX.
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Según los informes, el intercambio de correos electrónicos terminó cuando los abogados de la compañía responsable del crucero supuestamente amenazaron a Rush con emprender acciones legales si continuaba hablando con ellos. El explorador marino le dijo a Rush que este viaje por mar implicaría un gran peligro y pondría en peligro la vida de los pasajeros.
“Creo que potencialmente te estás colocando a ti mismo y a tus clientes en una dinámica peligrosa”, escribió McCallum en uno de varios correos electrónicos a Rush; “En su carrera hacia el Titanic pronunció el famoso grito: ‘Es imposible'”.
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