con una espátula
La viuda de un fiscal paraguayo asesinado en Colombia hace un año anunció en un discurso que no regresará a ese país a pesar de que el tribunal le pidió que asistiera ella misma al juicio.
“No quiero ni volveré a Colombia, donde mataron a mi esposo y donde pudimos haber muerto mi hijo y yo”.expresado en una palabra claudia aguileraviuda del fiscal de drogas Marcelo Pecci, víctima de un atentado ocurrido el 10 de mayo de 2022 en la playa de Cartagena de Indias mientras disfrutaba de una luna de miel.
“Quiero expresar mi disconformidad con la decisión de la Corte Constitucional de Colombia de hacer obligatorios los juicios presenciales, decisión que contradice claramente mis derechos como madre y mujer que sufrió”. aviso.
Aguilera dijo que la Justicia colombiana le ordenó viajar al juzgado y le impidió seguir los hechos por medios electrónicos como lo hacía.
En su declaración difundida este miércoles, la mujer insistió en que tampoco estaba en condiciones de pagar su viaje legal. “No es justo que no podamos observar esta prueba en vivo y en directo como lo hemos hecho hasta ahora”, dijo.
Aguilera hizo un llamado a “todas las organizaciones internacionales de derechos humanos para que tomen medidas y nos permitan seguir presenciando este juicio desde mi país, en vivo y en directo, como es nuestro derecho”.
La viuda elogió el trabajo de la Fiscalía General de Colombia “para que la investigación se haya realizado de una manera muy profesional” y lamentó las recomendaciones ordenadas por la Corte porque dijo que “afecta mis derechos a la verdad, la justicia, la repetición y la no -repetitivo”.
Sus declaraciones coinciden con el inicio de la investigación oral en contra de Margareth Lizeth Chacón Zúñiga, a quien se le acusa de haber ordenado el crimen y de quien se espera que brinde pistas sobre el posible amo en Paraguay, a cambio de una sentencia que la disminuya.
“Tú sabes quién eres”, dijo en declaraciones a la AFP (el director), padre del fiscal asesinado, Francisco Pecci Manzoni, un conocido juez jubilado.
Se trata de la esposa de uno de los seis ya condenados (Andrés Felipe Pérez Hoyos).
Sólo queda investigar para dar con el primero, el autor moral del célebre fiscal del crimen. AFP